WRONG WEASLEY. | d. malfoy (EN EDICIÓN)

ㅤㅤv. harry potter

( harry potter )

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ARIEL NO ENTENDÍA COMO LOS WEASLEY PODÍAN SER TAN RUIDOSOS. Ella estaba acostumbrada a el silencio y tranquilidad, pero se le fueron arrebatados cuando Albus decidió trasladarla.

Harta de las explosiones de los gemelos y los gritos de Molly y Arthur, Ariel agarró un libro,  a su serpiente y su reproductor de cassette con los cassettes que le regalaron sus amigos y salió a sentarse debajo de un árbol. Sus amigos estaban ocupados, Jane se había llevado bien con Molly y Ginny y ahora estaba ayudandolas a cocinar, y Mike salió a la mañana a hacer unos trámites en el Ministerio.

Sally se acomodó en el cuello de su dueña y volvió a dormir. Su frio y largo cuerpo le dio escalofríos, pero no la movió. Abrió su libro de astronomía y se colocó los auriculares y el cassette. Empezó a leer mientras con su pie marcaba el ritmo de Radio Ga Ga.

No sabe cuanto tiempo estuvo así, pero salió de sus pensamientos cuando escuchó a Sally sisear en defensa. Miró al frente y vio a un chico de ojos verdes y cabello azabache. Sally seguía siseando, y su cola se movía de lado a lado lentamente. Ariel cerró su libro y se sacó los auriculares. Miró al extraño chico con una ceja alzada y el se sonrojo.

— ehm Mo-Molly dice que ee la cena está lista. — comunicó y se quedó parado frente a ella nervioso.

— puff, dile que tal vez no vayamos. Primero tengo que conseguirle comida a mi bebita y luego comeré — Harry asintió y volvió hacía la madriguera. Allí dentro estaba Ron esperándolo con impaciencia.

— ¿Y? ¿Que te dijo? — Harry rasco su cuello nervioso.

— que primero buscaría comida para su bebita y luego tal vez ella vendría a comer. — Ron bufo exasperado.

— no entiendo como puede tener una serpiente como mascota. Es escalofriante. — Jane, que pasaba justo por allí con un tazón de papas, miró a Ron y sonrió un poco.

— Ari tiene una conexión extraña con Sally. Algo asi como que se comunican en un idioma raro. Partel o algo así, pero Sally es inofensiva. — Harry miró a Ron con los ojos abiertos. Jane siguió su camino sin prestar atención a la reacción de Harry y, antes de que pudiera responder, Ariel entró a la sala con su serpiente siseando. Llamando la atención de todos.

— Sally quiere comer. ¿Tienen alguna rata o bicho muerto? — su voz era neutral. Molly miro el libro que Ariel tenía en la mano.

'astronomía y sus curiosidades'

Ariel miró a Molly y rodó los ojos. Sally volvió a sisear pero esta vez con rudeza. Ginny se escondió detrás de George y Fred, quienes tenían sus varitas en mano.

Ariel acarició la pequeña cabeza de Sally y se tranquilizó. Pronto, para la salvación de los demás, Mike entró a la sala con una rata muerta en mano.

— ¡Ari! Mira, encontré una rata para Sally. — ambos escucharon como Ron hacia una arcada y Ariel tuvo que contenerse para no reírse en su cara. Agarró la rata por la cola y con su otra mano agarró delicadamente a Sally. La puso en una pequeña mesita redonda y le dio la rata. Sally siseo contenta y empezó a comer.

Mike inspeccionó la casa y vio a Harry. Sonrió con malicia y Harry sintió una punzada en cicatriz.

— veo que hay caras nuevas. Soy Michael Riddle, la bonita castaña es Jane Bennet y la preciosa peli peli es Ariel Weasley. Un gusto niño. — Harry palidecio un poco al escuchar ese apellido. ¿Acaso el niño era hijo o nieto de Tom Riddle?

— soy Harry Potter. — todos quedaron en un silencio incómodo. Solo escuchaban como Sally clavaba sus colmillos en el cuerpo de la rata. Molly decidió empezar la cena.

Ariel no comió demasiado, solo un poco de papa y dos porciones de tarta de calabaza. La comida de Molly no era ni la mitad de deliciosa que la de Shania.

Shania.

Ariel decidió que después de cenar le escribiría a Shania. La extrañaba muchísimo.

Escribió la carta, la mandó con la lechuza de Mike y se acostó en su cama. Pronto, un golpe en la puerta la despertó. Por allí, entró Mike con una sonrisa pequeña. Sin decir nada, se acostó al lado de ella y se miraron por un rato. Ariel agarró la mano de Mike y empezó a trazar líneas con sus dedos. Estuvieron en esa posición unos minutos, que parecieron horas, y luego ambos se durmieron.

Cuando Jane entró a la habitación casi muere de ternura.