MitsunoTale: La historia de las 3 razas.

2: Una mirada a las Ruinas

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—........................................... ¿Esto en serio sirve de entrenamiento?—la chica, quien luego se identificó como Yuu, volteó a ver a Toriel, quien solo aplaudía al verla conversar con el maniquí.

—Mucho. Debes estar preparada para todo tipo de situaciones. Aun si eres una furra, algunos monstruos no dudaran en atacarte. Por lo que debes tratar de ganar tiempo hasta que pueda acudir a tu ayuda.

Asi es. Yuu era una de las dos razas que vivían en la superficie, una Furra. Con orejas de perro en su cabeza, del mismo color chocolate de su cabello, ojos de color plateado, ocultos tras unos lentes de color celeste. Aparentaba entre 13 y 14 años, y vestía un conjunto colorido, teniendo una camisa de mangas largas roja con un logo de corazón blanco, además de ser adornado con una bufanda entre naranja y verde. Y para finalizarlo unos pantalones azules junto con unas deportivas amarillas y purpura.

—Asi que los Humanos y los Furros por fin conviven en paz.—Toriel caminaba al lado de Yuu, la cual le seguía animada.

—Si. Aunque muchos actualmente dudan de que alguna vez existió la guerra que describen los libros de texto. Ya que incluso mencionan que "supuestamente"—pronuncio haciendo comillas con sus dedos.—a los Monstruos se les sello con un hechizo mágico.

—Y no mintieron. Nosotros creemos que es una de las magias antiguas que se cree que los Furros tienen.

—Usted misma lo dijo. Los Furros. No los Humanos. Admito que conozco a una humana que por alguna razón tiene poderes, de los cuales ella misma desconoce por qué los tiene. Y aun asi, lo único que le permiten esos poderes es el de crear portales para tele transportarse a cualquier lugar en el que ya haya estado. Y no hace falta mencionar que nosotros los Furros no tenemos. Siempre confunden poderes con habilidades físicas.

Toriel ríe divertida.—Pues eso es verdad. Y ya pasó tanto tiempo que la verdad incluso se quedó olvidada para nosotros.—pronuncio tomándole de la mano y guiándole por un camino donde objetos afilados descendían y se ocultaban, impidiendo dañarles.

—Por eso me hizo feliz saber de su existencia.—una vez recorrieron el camino, le soltó la mano pero viéndola con una sonrisa en el rostro.—Siempre me gustaron los mitos y leyenda. Y me daba curiosidad saber cómo eran. Me alegro haberme llenado de Determinación y encaminarme en esta aventura.

Toriel le mira sonriendo, aunque en su rostro se podía distinguir otro sentimiento. ¿Tristeza? Tal vez. No quería revelar cuales eran los pensamientos que le angustiaban.

—........................................Oh!-luego de unos minutos, Toriel pareció recordar algo, lo que le hizo detenerse y exclamar.—Se me olvido que tenia unas cosas que hacer.

—Si gusta la puedo ayudar.

—Muchas gracias, mi niña, pero no se cuánto me tarde. ¿Crees poder esperarme aquí? Es muy peligroso que andes sola por las Ruinas.

Yuu hizo un mohín.-No soy una niña pequeña. Soy bastante independiente, créame.

—Eso lo pude comprobar. Que eres diferente a los otros.—Yuu se mostró extrañada ante esa frase.—Pero aun asi me preocupa que andes sola por aquí..........Oh, ya se.-saca un teléfono de un bolsillo de su traje y se lo entregó.-Ten este teléfono. Me puedes llamar a cada momento o si sucede algo. Prometo no tardar.