III

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Mayo, 2017

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Mayo, 2017.























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“Las cosas van... Van bien, Hwa Min, tranquila.”

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Han pasado ya un año y tres meses desde que soy amiga de YoonGi, el chico que conocí en la azotea de aquel edificio.

Cuando lo conocí poco a poco fuimos contándonos cosas acerca de nosotros. Él me contó que había escapado de su casa debido a que sus padres peleaban mucho por él. Deseaba estudiar música pero ellos querían que estudiara derecho y siguiera la dinastía de abogados familiar.

Aparte, desde los catorce años sufría de problemas alimenticios debido a que siempre fue muy gordito pero al pasar a la preparatoria cambió, dejó de comer y comenzó a bajar de peso a la mala manera, él sentía que eso sería bueno.

Quería verse bien para sí mismo pero también quería que las personas lo dejaran de molestar, quería dejar de ser el cerdito de la clase, que le dejaran de decir que algún día se quedaría atorado en la puerta, le dejaran de comparar con una pelota.

Pero al cumplir “su” objetivo se dio cuenta de algo.

Las personas nunca se van a sentir satisfechas.

¿Por qué?
Porque cuando él bajó de peso las personas ya no le decían “cerdito” si no “esquelético”, algo que también lo hería mucho.

Lo comparaban con un fideo, le decían que no tenía atractivo y que su antiguo él era mejor. Se comenzó a odiar a él y a la comida.

Ahora sólo come para sobrevivir, para tener fuerzas porque lo único que lo ha mantenido vivo es la pasión por la música; YoonGi es cuatro años mayor que yo y en este poco tiempo que llevamos de conocernos me ha enseñado bastantes cosas acerca de la vida. Se podría decir que él fue una de las personas que le volvió a dar esa chispa a lo que todos llaman “felicidad”.

Gracias a él podía olvidar por algunas horas que tenía cáncer, olvidar que mi padre había muerto por mi causa, podía olvidar lo miserable que era mi vida, pude volver a sonreír, a sentirme viva, ya no como un zombie, podía decirme a mí misma:

Hwa Min, eres hermosa y pase lo que pase estarás bien.

Gracias a él nunca utilicé de nuevo esas pelucas que escondían lo que realmente era yo, desde la vez que me vio sin peluca con la cabeza totalmente calva me dijo:

ㅡEl cáncer no te quita lo hermosa, inteligente, amable, ni mucho menos las ganas de vivir. El cáncer sólo se vuelve un obstáculo que debes de aprender a superar.

Estarás bien, lo prometo ♡ 민욘기 ©ITSAFROMOTHERWORLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora