Hábitos de apareamiento

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Desde la cena en el complejo Hyuga, Neji pasaba mucho más tiempo alrededor de Harry. La pareja disfrutó su nuevamente encontrada cercanía. No podían tener suficiente del otro, queriendo tocarse y besarse cada vez que se encontraban. Neji trató de negarlo al principio, pero pronto se dio cuenta que se estaba auto-engañando. Harry no tuvo ese problema y cuando Neji admitió tenerlo, el artista se rió y le besó. Aun así no tuvieron oportunidad de intimar ya que al poco mandaron a Neji en una misión.

La casa de Harry era muy diferente de la de Neji pero al jônin le gustaba.

También era la segunda vez que tenían la privacidad de una habitación juntos.

La casa de Harry no estaba lejos de la tienda del artista, en una parte del pueblo donde vivían la mayoría de familias y no muy lejos del complejo Hyuga. Tenía el mismo tamaño que la casa de Neji en el complejo pero Harry había convertido el espacio que le sobraba en zonas de trabajo. Una habitación era para trabajos para terminar, la otra, una habitación bastante grande era usada para mostrar las piezas acabadas. Tenía dos habitaciones de invitados sin usar que compartían baño. Harry tenía la habitación más grande de la casa, con su propio baño. La cocina estaba sorprendentemente llena de provisiones.

"Me gusta cocinar. La comida para llevar y los restaurantes solo llega hasta cierto punto, sabes. Me gusta comer sano y la mayoría de restaurantes no sirven las comidas con las que crecí." Le explicó Harry a Neji.

El salón tenía un estilo más como el de Suna. Cojines grandes, suficientes para que tres personas se sentaran en ellos, un montón de cojines pequeños, sofás y una gran mesa de café baja. Había velas y plantas. No había exceso de colores, solo verdes suaves y beis. No había pinturas en la habitación, solo fotos enmarcadas y libros en las estanterías y un número sorprendentemente grande de figuras de serpientes: de madera, cenefas en las puertas, en la madera de las estanterías, en el techo. Era una cosa rara y cualquiera que no fuera un shinobi seguramente no se hubiera dado cuenta.

Durante su primera visita, a Neji le tomó un rato actualmente ver la habitación. Acabaron teniendo sexo en los cojines-sofá del salón. Las velas estaban encendidas aunque Neji no recordaba cómo se habían encendido. Después, cuando estaban tumbados juntos, Neji vio el tatuaje en el cuerpo de Harry. Estaba en su espalda, en el mismo hombro que el tatuaje de lechuza de Neji. Era con tinta negra solo pero estaba muy detallado.

"Es un muy buen trabajo." Comentó el ninja.

"La chica que lo hizo tenía buena mano en esto," Respondió Harry. "También fue la que me inspiró e hizo que me interesara en aprender arte."

"¿Qué es? Puedo ver que es un pájaro de algún tipo…"

Harry sonrió. "Un fénix."

"¿El pájaro mítico?" Preguntó Neji.

"Ese mismo."

"Que opción más curiosa."

El mago bufó. "Eso es decir poco. Te mueres por preguntarme."

"¿Tan obvio soy?"

Neji recibió una sonrisa y un beso de su amante.

"Obvio es algo que nunca vas a ser." Le dijo Harry.

Hinata, de entre toda la gente, le había pillado una vez deslizándose en el complejo. Estaba en el porche, un rollo de pergamino abierto en el regazo.

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