Nosotras contra el Mundo

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Narra Betty:
Estabamos apunto de besarnos, pero escuchamos la puerta de la entrada abrirse y nos separamos corriendo. Era la cocinera de Verónica.

Verónica: Hola Olivia

Olivia: Hol Verónica, veo que has traído a una amiga

Betty: Hola me llamo Betty, encantada -dije dándole la mano-

Olivia: Bueno, os parece si voy haciendo la comida

Verónica: Genial, voy poniendo la mesa

Betty: Te ayudo

Narra Verónica:
Estábamos poniendo la mesa en completo silencio, solo se escuchaban los platos, los vasos y a Olivia tararear mientras cocinaba.

Olivia: Ya está lista la comida -dijo desde la cocina-

Verónica: Perfecto, em Betty ¿quieres algo en especial para beber?

Betty: No gracias, solo agua

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Betty: Olivia, esto está delicioso -dije cuando le di el primer bocado- de verdad, es de lo mejor que e probado en mi vida

Olivia: Muchas gracias es la receta especial de mi abuela
(Inventense la comida que quieran)

YA TERMINARO DE COMER
Narra Betty:
Estamos en el cuarto de Verónica hablando de lo que necesitábamos para el trabajo. Como teníamo el ordenador de Verónica empezamos a hacerlo. (el trabajo de geografía malpensad@s)

Betty: ¿Te gusta así la letra, o la cambio?

Verónica: Así está bien -dijo volviendo la mirada a su celular, el cual estaba usando para buscar información-

Llevábamos 2 horas mirando la pantalla, buscando información y viendo videos sobre el tema del proyecto. Yo estaba en la cama mientras que miraba el ordenador, Veronica estaba en la silla de el escritorio buscando en su celular.

Narra Verónica:
Me desperté y lo primero que vi fue el rostro angelical de Betty mientras dormía, después me di cuenta que me quedé dormida cuando tenía el movil en la mano y se me cayó al suelo, fui a cogerlo y lo encendí, son las 6, voy a despertar a Betty para seguir haciendo el trabajo.

Verónica: Betty, Betty, venga, vamos a seguir haciendo el proyecto

Betty: ¿Qué? -dijo con voz medio dormida y después bostezó-

Verónica: Nos quedamos dormidas, ahora mismo son las 18:15, vamos a seguir haciendo el trabajo

Betty: Ah vale, una cosa ¿puedo poner mi celular a cargar? Se quedó sin batería

Verónica: Si damelo, lo enchufo aquí

Betty: Gracias -dijo dándome su celular, me dedico una sonrisa y volvió a acomodarse mientras que encendía el ordenador-

La mire y de verdad no se quien le da permiso para enamorar solo con su presencia, ella levantó la vista del ordenador y me miró, yo le dediqué una sonrisa y volvimos al trabajo.

Narra Betty:
Ya terminamos el trabajo, le pedí a Verónica si me podía dar mi celular, lo encendí y vi que eran las 10 de la noche, tenía un montón de llamadas perdidas de mis padres y de mi hermana.

Betty: Mierda -dije en voz alta-

Verónica: ¿Que pasa?

Betty: Que ya son las 10 de la noche y tengo unas 30 mil llamadas perdidas d emis padres

Verónica: Mierda, espera, tengo una idea, como ya es tarde te puedes quedar en mi casa a dormir y mañana antes de ir al instituto vamos a tu casa a por otra ropa, por si no quieres ir con la que llevaste hoy