Capítulo I

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Acabo de despertar, agitada, odiaba siempre que pasaba eso. Tarde unos minutos en tranquilizarme y darme cuenta que estaba en la misma habitación blanca en la cual estuve prácticamente casi toda mi vida.
Soy Kacey, tengo 17 años. Y la habitación blanca de la que hablo está en la clínica (si así puede llamarse) en donde vivo desde hace 15 años. Estoy acá desde que descubrieron que no era "normal". Tengo varias cualidades que se considera que una persona normal no tiene, como un sexto sentido podría decirse. Aunque sería más de uno porque mis sentidos a la hora de descubrir si alguien está en la misma habitación que yo, son más desarrollados, realmente puedo sentir si alguien está cerca mío y reaccionando con rapidez a la hora de defenderme. También tengo la habilidad de aprender las cosas demasiado rápido, después de explicarlo lo elaboró con rapidez, y se como hacerlo o entenderlo. Y a eso le sumamos que lo único que puede matarme y lo cual descubrieron al alimentarme, es la carne animal o humana (ya que han probaron con las dos para tratar de alimentarme). Me pueden herir, cortar o incluso envenenar, mi sistema lo rechaza y las heridas se curar rápido. Lo sé porqué lo han intentado demasiadas veces para poder asegurarte que es verdad.
Llevo viviendo en esta clínica/laboratorio desde los 3 años, cuando me ingresaron al hospital por casi morir al ingerir carne, tuvieron que hacerme un lavado de estómago el cual salvo mi vida, no solo una vez sino varias.
El Sr Moore ha estado a mi cuidado desde siempre, a mis padres los he visto varias veces, casi siempre 1 vez cada 3 meses. Ellos no quisieron abandonarme, de hecho me metieron a esta clínica con la esperanza de "curarme", solo que el Dr Moore se ha dedicado a experimentar conmigo más veces de las que mis padres podrían estar enterados.
Al principio sí me sentía como en una clínica de rehabilitación, con las pastillas para dormir y el control sobre cómo mis habilidades evolucionaban. Hasta que algo lo hizo empezar a experimentar, no solo conmigo si no también con los otros niños y adolescentes que viven aquí. No somos muchos, de hecho en total seremos 15. Lo sé por que han tratado de juntarnos en una habitación a todos juntos, pero no salió muy bien. Se notaba que el trato era para todos diferente y cuales eran "los favoritos", como había dicho uno de los chicos después de observarnos a todos.
Hace 8 meses el hijo del Dr Moore, Aedus Moore ingresó a la clínica a aprender sobre el trabajo de su padre. Es guapo, su cabello es negro aunque a la luz del sol se aprecia más claro, quizás es un castaño oscuro. Siempre viste de negro, y tiene algo lo cual te da intriga.

Hace 6 meses que lo han asignado a mi cuidado ya que al principio solo se dedicaba a observabar lo que hacían y como "nos cuidaban". Es agradable pero hacía los demás se muestra algo cortante y frío, como si no confiera en los demás para mostrarse tal cual es. Eso lo descubrí cuando empezo a hablar conmigo,al principio se mostraba un poco frío, al pasar las semanas empezó a ser más agradable conmigo. De hecho me hizo varias preguntas las cuales respondí sin negarme por que conociendo a su padre (aunque siempre me ha tratado bien), odia que no le contesten lo que el  pregunta y eso a llegado a causarme el  dejarme sin comer por días, si es que se no se ha enfadado demasiado.

Aunque se que Aedus es diferente, me trata mucho mejor que los otros enfermeros incluyendo a su padre. Le ha llamado la atención el hecho de lo aislada que estoy al resto, incluso me lo ha preguntado, también se que no solo le ha llamado la atención eso, el tiempo que estoy sin hacer nada, y que no me hacen pruebas me la paso leyendo y se que le indriga. Leer es lo único que por ahora han permitido que tenga, ya que el ver películas no me lo autorizan por que después empiezo con demasiadas preguntas y nadie quiere contestarlas. Aunque prácticamente con los libros es lo mismo, pero suelo anotarlas en una libreta y si alguna se responde la marco con un resaltador de color.

Aedus se a convertido en mi primer amigo adentro de este horrible lugar, aveces me pongo a pensar si realmente sabe lo que pasa con nosotros aquí adentro. Aunque una parte de mi sabe que el no tiene idea que la clínica de su padre es solo una fachada a lo que realmente pasa aquí adentro.
Lo único bueno es que un solo enfermero se queda a las noches, lo malo es que nos encierran en nuestras habitaciones. Somos como presas o mejor dicho ratas de laboratorio con la cuales pueden investigar y jugar a su antojo. No soy estupida, hasta los 12 si puedo decir que creía que esto era un internado o algo por el estilo. Al crecer las visitas con mis padres eran cada vez menos, al igual que el recorrido por el lugar. Y ahora pasábamos más tiempo en nuestras habitaciones que afuera, los tratos eran diferentes y podría decir que varias veces en el mes mi mente no recuerda que es lo que hice por días completos. Estoy segura que para algo me utilizan, lo que implica que me duerman de tal manera que no pueda recordar que hice en ese día. Sus respuestas son nulas y da la casualidad que en el día que no recuerdo que hago, Aedus no trabaja o entra a su turno cuando yo despierto.
El hecho de que nos llevemos bien, hace que mis días pasen mejor en este lugar, hace unas semanas que ha estado trayendo su laptop a escondidas para que vea películas durante su turno, realmente el es muy amable conmigo y no sabría que podría hacer su padre si se entera de eso.

KaceyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora