Capítulo II

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Acá estamos, no he podido dormir. Fragmentos míos en una camilla, siendo inyectada varias veces, me pasa por la cabeza cada vez que cierro los ojos. Estoy casi segura de que no es una simple pesadilla, y que son fragmentos de alguna de todas las veces que me llevaron al laboratorio.
Según el reloj que está arriba de la puerta faltan 15 minutos para las 7:30. Así que también faltan 15minutos para que vengan a despertarme y me traigan de desayunar. Me quedé en la cama, ya que nunca se desayuna en el comedor y no tenía las suficientes ganas de levantarme para desayunar en mi escritorio. Respecto al comedor he ido solo una vez y fue cuando trataron de reunirnos a todos juntos. Así que solo lo usan los médicos.
Los minutos pasaban lentos y realmente estaba rogando que hoy sea un día tranquilo y libre. Así podría utilizarlo para tratar de dormir un rato.

7:30 escucho que golpean y Aedus entra a la habitación. Realmente era raro que sea él quien venga a traerme el desayuno, siempre lo hace Bruce y no me agrada para nada.
Sigo todos sus movimientos hasta que se acerca.

-Dormiste?- me pregunta.
-Algo
-No me mientas, aunque llevo pocos meses aca te conozco y lo sabes.-contesta sentándose a mi lado.
-Esta bien, no he podido.
-Puedo saber porque?
-No le dirás a nadie? -digo, y lo miro a los ojos
-Si te hace confiar en mí no, no le diré a nadie. Aunque se que lo sabes
-Tampoco a tu padre?
-Tampoco a mi padre -dice mirándome
-Cada vez que lograba dormirme, me aparecían fragmentos míos, en el laboratorio
-En el laboratorio?
-Si,el que está abajo. No te dijeron nada?. Nos llevan a hacernos pruebas, son todas diferentes pero en algunas nos duermen completamente y en otras estamos algo conscientes. Estoy segura que en está estaba sedada, pero recuerdo algunos fragmentos que no me hacen sentir bien.-digo, quebrando la voz a lo último.
-Quedate tranquila que no voy a decir nada, pero quiero averiguar sobre eso. Recordas lo que te hacían?
-Me inyectaban diferentes jeringas con algo que era como sangre, o por lo menos su color era así de oscuro. Eso me hacía empezar a sentirme mal y me desmayaba. Mi mente repite eso una y otra vez al cerrar los ojos.
-Tranquila -me dice y agarra mi mano- Desayuna y intenta dormir algo. Voy a tratar de que hoy no te molesten. -dice levantándose. - A la noche vuelvo, no me tocaba traerte el desayuno solo me ofrecí a hacerlo-camina hasta la puerta y vuelve a girarse- Me prometes que intentaras dormir?
-Te lo prometo, y gracias -le digo, el me sonríe y sale de la habitación.

El desayuno consistía en un tazón lleno de frutas y un yogurt griego. No era la cosa más rica del mundo pero me gustaba. Al terminarlo dejé las cosas en la bandeja y la apoyé en la mesa de noche. Me sentía más tranquila desde que le dije a Aedus lo que pasaba por mi mente. Al cabo de unos minutos mis ojos se fueron cerrado hasta que logre dormirme.

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