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Desde el escondido pueblito de Greendale, al gran distrito apestoso de Queens, Nueva York, la llegada de una una bruja adolescente cambiará los planes para los vengadores, quienes tienen como objetiv...
— Sigo diciendo que no me agrada este plan, Parker y Spellman son solo unos niños de preparatoria...— .se quejó Natasha, aún sin poder creer que el plan infinito se aprobó. es ridículo–
— ¿y qué esperas que diga, Romanoff? también estoy en desacuerdo, pero tú ya viste el futuro y no queremos perder la batalla con Thanos...— replicó Stephen Strange, frunció el ceño al observar al chico Parker, correr de los poderes de Maximoff, su aprendiz.
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Cuando Nick Fury le habló del plan infinito aquella tarde calurosa en su santuario, pensó que era una idea ingeniosa para salvar a las personas del planeta tierra, el universo y así equilibrar el caos que se venía en el futuro; pero jamás pensó que su tarea como vengador sería entrenar a un niño de preparatoria para protegerse de la magia, es decir, su escuela es sobre ciencias y tecnología, el chico debe ser alguien escéptico, o al menos eso pensó.
Verlo correr en su santuario no es la imagen que tenía en mente hace días atrás, en una de sus visiones mientras meditaba pacíficamente. Ahora para colmo, tenía a Natasha Romanoff como niñera del chico en caso de que, bueno, ocurran cosas indeseadas. Es que, ese niño es un imán de problemas, al igual que Stark. Agradecía al universo que al menos, tiene a Wanda Maximoff como su aprendiz y compañera vengadora en el equipo, no podía lidiar con tantos hombres de laboratorio, mecánica, músculos y armas; necesitaba alguien con un poco de imaginación en aquella torre.
— Solo se tú mismo, Parker. La próxima vez dile a Spellman algo bonito..— Dijo Wanda, en una sonrisa burlona.
— ¿Algo cómo qué? No puedo hacer dos cosas al mismo tiempo..— replicó Peter.
— Por eso no tienes novia, Parker ..— susurró Wanda, al instante la espía y el mago rieron. — Que simpática, Maximoff...— exclamó Peter, con las mejillas rosas.
— Bien cambiando de tema, comenzaremos con las reglas básicas de la magia... espero que no rompas otro vaso o te enviaré a las montañas ..— replicó Strange y Peter sonrió, recordando lo que sucedió hace diez minutos. — y hablo enserio, Parker—
Peter resopló molesto en silencio, entrenar con ese amargado hechicero es lo más aburrido que le han encargado en estos días, lo suyo es el trabajo mecánico de laboratorio con Tony o en su instituto con Ned y Abe, pero aquí está, en un santuario bastante anticuado como el traje de Strange. ¿Qué le había hecho a la vida para llegar a este punto? Strange le dió las instrucciones para bloquear su mente, en caso, de que algún hechicero u bruja invasor quiera adentrarse a su cabeza, eso incluye sus manipular sus pensamientos, recuerdos y emociones; para todo lo que debía hacer es tener la mente en blanco, no pensar en absolutamente nada. Eso será fácil..–
