Tree of Heaven

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Capitulo 1

*Angela*

Ahora les voy a contar la historia acerca de la nieve, no, más bien es una historia de las personas que viven con nieve, la historia de las personas que regresaron y se fueron con nieve.

Mi nombre es Angela, mi padre me dio ese nombre, el falleció cuando yo tenía 8 años, mi madre era dueña de unas aguas termales y vivíamos con mi tía Gabriela y mi prima Stefania.
Desde niña me decían que la alegría que yo tenía era contagiosa, cuando extrañaba a mi padre acostumbraba a caminar sobre la nieve y imitaba sus pisadas así sentía que una parte de mi seguía con el, que el vivía en mi.

Cuando cumplí 18 mi madre volvió a casarse, el hombre era adinerado, se llamaba Diego y tenía un hijo llamado Agustín, el cual hasta entonces no conocía en persona...

El día que lo conocí en persona fue en el aeropuerto, mi madre y yo fuimos a recibirlos ya que ellos vivían en Uruguay, el hombre fue muy amable conmigo pero note que alguien faltaba... ese chico Agustín no estaba a su lado y me pareció raro.

-¿Donde está su hijo, Agustín? -le pregunte curiosa, el hombre volteo a sus espaldas buscándolo

-Se canso del avión y seguro fue a tomar aire, ya mismo voy a buscarlo-

-No-lo detuve-Yo iré por el, lo conozco por foto así que no habrá problema en reconocerlo- Diego sonrió a sintiendo con la cabeza, era un hombre amable

Afuera estaba nevando, salí a buscarlo a los alrededores pero no lo veía por ningún lado hasta que me fijé en un chico de pelo negro que estaba parado frente a un alambrado cerca de la salida, me encamine hasta el segura de que era Agustín.

-¿Vos sos Agustín? -pregunte a sus espaldas, el chico me miro de reojo y volteo hacia mi quedando de frente,estaba vestido con un abrigo y pantalones negros, sus ojos negros penetraron los míos, su cara no demostraba ninguna emoción, pese a eso le sonreí-Bienvenido, yo soy tu hermanastra, soy Angela-dije pero el no respondió solo me siguió mirando de esa manera tan fría, agache mi vista y vi sus pies, estaban descalzos en la nieve pero a el parecía no molestarle, me pareció un chico extraño.

-¡Agustín! -llamó una voz conocida detrás de nosotros, era Diego-¡Vamonos! -

Agustín sin dejar de mirarme paso por al lado mío ignorándome, mientras chocaba mi hombro con el suyo, sin duda pensé que sería un reto volverlo alguien amable o eso parecía.

Incluso ahora recuerdo la mirada vacía en los ojos de Agustín la primera vez que nos encontramos, me miro con tanta tristeza en sus ojos pero no me sentí triste. Fui detrás de el pisando las huellas que dejó en la nieve, tal como lo hacía con mi papá cuando lo extrañaba, tenía cierto miedo de que Agustín se perdiera en la nieve como mi padre una vez lo hizo y que no volviera.

Viajamos en auto hasta llegar a la casa, pero Agustín no decía ni una sola palabra, aveces me miraba por el espejo retrovisor y aunque yo le sonreía el seguía con su expresión de frialdad.

En la casa, mi madre me ordenó que le enseñe su cuarto a Agustín, así que lo guíe hasta una habitación vacía

-Aquí te quedaras, es cómodo-dije mirando el lugar, el entró y miro cara rincón luego volvió a mirarme y se acercó a mi, me sentía algo nerviosa por su cercanía, alzó su mano y me tomó del brazo impulsándome a que saliera de la habitación, luego de eso cerro la puerta en mi cara, que modales.

(...)

Todos estábamos cenando ya, como una familia, eso quería pensar, aunque la cara de Agustín no cambiaba para nada.

-Hola-dijo Stefania-Soy la prima de Angela, Stefania y ¿vos? -le preguntó a Agustín, todos lo miramos buscando su respuesta, estaba ansiosa por conocer su voz pero este sola la miro y siguió comiendo ignorando por completo a mi prima.

-Mm bueno, mañana saldremos de Luna de miel-dijo Diego intentando desviar el tema

-Oh, cuanto me alegro-dijo mi tía

-Gabriela queríamos pedirte que cuides este lugar, serán unos meses y te daremos un permiso firmado por mi para que te hagas cargo mientras estoy fuera ¿Si? -dijo mi madre, a mi tía le brillaron los ojos de felicidad

-¿Enserio? Gracias por confiar tanto en mi, claro que acepto-contesto alegre, yo mire a Agustín y sonreí pero este volvió a ignorarme, ya era costumbre.

-Diego ya se encargó de tus deudas-volvió a decir mi madre, mi tía era apostadora,tenia un problema con el juego y siempre estaba endeudada por eso

-No saben lo agradecida que estoy, prometo no volver a apostar-decía mi tía sonriendo de alegría

(...)

*narrador omnisciente*

Gabriela estaba en su cuarto con su hija, estaba practicando con unas cartas para mañana ir a apostar de nuevo, hoy Angela dormiría en su habitación ya que no había lugar en la casa y el cuarto libre se lo dieron a Agustín.

-Mamá, ya deja eso, estoy harta de tus apuestas, si sigues endeudándose no podrás enviarme a la Universidad que quiero-se quejó Stefania

-Tranquila, tu madre ya tiene todo bajo control, escúchame bien hija-la miro-pronto dejaremos de depender de ellos y tendremos nuestra propia plata para hacer lo que queramos-

-¿Como haremos eso? -

-Ya lo veras, no falta mucho para librarnos de ellas-

(...)

*Angela*

Ya era media noche y quise ir por un vaso de agua pero de pronto siento un ruido grande, salí asustada a ver que pasaba y en el pasillo vi a Agustín, quien tenía su misma cara de siempre.

-¿Sabes que hora es? No hagas ruido-le dije en voz baja acercándome, el me empujó y siguió su camino bruscamente

Comenzó a abrir puerta por puerta de cada habitación del pasillo, haciendo un ruido escandaloso, solo esperaba no despertar a nadie.

-Basta, es tarde para hacer ruido, no hagas eso-dije poniéndome en su camino, el se acercó a mi, su mirada fría me hizo retroceder hasta quedar arrinconada contra la pared,estaba muy cerca mio, puso sus brazos contra la pared encerrándome, sus ojos escanearon toda mi cara y su respiración la podía sentir chocando mis labios, me ponía nerviosa y no sabía lo que buscaba.

One Shots Y Adaptaciones AngestinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora