End game

43.

Cuando abrí un ojo había música de navidad de fondo por toda la casa, miré hacía la cama de Úrsula que estaba en las mismas condiciones mías sin entender nada, luego miré a Eugenia que tenía una almohada en la cabeza, tomé mi celular y eran las nueve de mañana.

—Jingle Bell, Jingle Bell, Jingle Bell Rock —la voz de Bella con un megáfono invadio toda la casa, me bajé de la cama riendo y abrí la puerta— Buenos días familia Lanzani - Esposito, perdón Suarez —desde ya la quería matar— Voy nuevamente, Buenos días Familia Lanzani-Suarez, hoy es un día muy importante para todos porque nuestro padre —apuntó la puerta de Peter que abrió con los pelos para todos lados, los ojos cerrados y solo de pantalón, hermosa manera de comenzar el día pensé apoyada en la pared— Nos dejará en el shopping por tres atención todos, por tres horas para comprar nuestros regalos de navidad, no pueden juntarse, no pueden pedir opinión de otro, son tres horas para comprar en soledad respetando la privacidad del otro —todos salimos al pasillo a ver su espectáculo.

—Me quiero separar —dijo Eugenia con los ojos cerrados.

—Mi amor, no voy a firmar los papeles —se burló con el megáfono, Peter soltó una carcajada, estaba dormido de brazos cruzados, más fuerte que nunca.

—Voy a repetir las reglas —dijo desde el megáfono— Prohibido...

—No es necesario, entendimos —agregó Úrsula con los ojos cerrados.

—Pidan bolsas blancas para que ninguno de nosotros pueda adivinar su regalo —dijo con una sonrisa saltando— ¡Qué emoción! —celebró— Prohibidas las Giftcard eso no significa un esfuerzo

—Deja de poner tantas reglas por favor —dijo Peter— Ok, salimos a las 10:30. Adiós —cerró la puerta de su habitación y me quedé mirando.

—Prohibido regalar un ticket válido para una noche de pasión —me dijo levantando las cejas.
—Mierda, me quedé sin regalo —dijo Ursula.

—Beyoncé, ilumina nuestro camino para que todos tengamos lindos regalos y una hermosa navidad, muchas gracias. Run the world ¡Girls! Amén — Eugenia se quedó mirándome, mientras trataba de recalcular el espectáculo que su novia de cinco años estaba haciendo.

—¿Que se siente estar casada con una doctora de nivel, luego ponerte de novia con una niñita de cinco y desear a otra persona? —dijo Ursula entrando a nuestra habitación, Eugenia estaba tan dormida que simplemente soltó una sonrisa.

—Lo único que siento es que me voy a morir de sueño, me pueden decir que les falta para comprares de regalo —agregó riendo mientras se hacía una cola.

—TRAMPA —gritó Bella con el megáfono desde la puerta— No pueden hacer trampa, acabo de decirlo ¿No escucharon las reglas? María Eugenia Suarez, si no quieres recibir una amonestación en navidad, te pido por favor que no preguntes nada. Muchas gracias. Todo el mundo andando es un maravilloso día de compras navideñas ¡ANDANDO TODO EL MUNDO! —le copiaba a Lanzani cuando nos hacía entrenar— Quiero que me muestren que tan rápido son con esas tarjetas de crédito.

—¿Que puede tener de maravilloso HACER COMPRAS? —dije tomando mis cosas para ir a la ducha.

Por suerte me duché de las primeras y luego tuve tiempo de hacer una pequeña lista para conseguir algunos regalos que me interesaba tener, después competimos por subir a la camioneta primero para agarrar el mejor asiento de golpe éramos niñitos chiquitos, además Bella fue jodiendo todo el maldito camino y cuando llegamos al lugar nos separamos, fue muy divertido que respetamos lo que nos pidió y cada uno hizo sus compras por separado. Obviamente me esforcé mucho mas con algunos pero eso era porque tenía preferencia, regresamos haciendo jodas unos con otros y me fui tentada todo el camino escuchando como Tincho decía que iba a regalar caca de perro a Brenda, no tenía límites cuando se trataba de odiarla.
El día de la cena navideña llegó rápidamente, todos nuestros regalitos estaban bajo el árbol que armamos nosotros mismo, no podía creer que esta oscura casa estaba llena de amor y alegrías. Obviamente me desperté pensando mucho en las navidades con mi familia, pero esta vez no lo hice con tristeza, era una nostalgia linda, caminé al lago sola y corté tres flores en el camino, las puse en el agua y dejé que se las llevara.