Capítulo 6

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Tal vez fueron los años que se habían conocido, o la falta de sueño de Wei Ying, pero abrió la boca y le contó a Lan Wangji una historia que siempre había tenido demasiado miedo para reflexionar antes. "¿Sabías que Yu Ziyuan tiene un látigo? No creo que mucha gente tenga uno".

Tal vez Wei Ying tuvo suerte en ese aspecto, en conocer el lado más oscuro de su madre adoptiva. "Lo sé, porque siempre que causaba problemas ella agarraba su látigo y bueno... puedes imaginar el resto." Sus palabras no temblaron ni titubearon. Wei Ying no lloró en los brazos de su compañero de cuarto porque se había acostumbrado a eso.

El cielo es azul. El pasto es verde. Madame Yu tiene un látigo.

Lan Zhan colocó sus tazas de té frente a Wei Ying y se sentó a su lado, sabiendo cómo estaba Wei Ying. Había una grieta en la máscara que había pintado con tanto cuidado que Wangji no lo veía directamente. Sin embargo, él ayudaría a quitársela.

"No es que no me lo mereciera. Hasta tú sabes cómo puedo ser. Pero creo que eso lo empeoró, porque no podía disculparme. Cada vez que hacía que mi tío y mi tía discutieran, la mirada en los rostros de Jiang Cheng y Yanli me hacían sentir culpable. Así que le di la bienvenida", Wei Ying continuó mirando al mundo desconocido exterior, sin darse cuenta de la ira que comenzó a hervir bajo la piel de Wangji. Wei Ying no podía imaginar un mundo donde a alguien le importara lo que le pasaba, a sus ojos, siempre había tenido la culpa de los golpes que recibía.

El cielo es azul. El pasto es verde. Wei Ying se lo merecía.

Wei Ying continuó. "Yanli está en el hospital porque conducía mi auto. Alguien manipuló mis frenos". Lan Zhan apretó el puño, intentando hacer lo posible para permanecer en silencio. ¿Quién se atrevería? "Sigo metiéndola en problemas, no sé cómo podré ganarme el derecho a ver su cara de nuevo."

Normalmente, Lan Zhan aborrecía el contacto, pero lo había abandonado a favor de Wei Ying hace muchas lunas, por lo que le resultó fácil dar otro abrazo. Wuxian ya no lloraba y se derritió en el abrazo como la manteca en una sartén, con el agotamiento filtrándose en sus huesos. No se sintió mejor de repente, ni se perdonó a sí mismo, pero fue más fácil con el peso compartido.

"Wei Ying, no tienes la culpa de los problemas familiares de los Jiang, ni tienes la culpa del accidente de su hermana", dijo Lan Zhan, sabiendo que el otro tardaría mucho en creerlo. Sin embargo, a Lan Zhan no le importaba repetirlo todos los días si fuese necesario. Nunca mentía, después de todo.

El cielo es azul. El pasto es verde. Wei Ying no es el culpable.


~~~


Jiang Cheng le había dicho sólo una frase desde que regresó: "Así que decidiste mostrar tu cara de nuevo."

Wei Ying no lo culpó, pero Lan Zhan sí.

Durante su tercera semana de regreso, Nie Huiasang se le acercó y le mostró en silencio una habitación llena de monitores.

"¿Por qué estamos en la sala de vigilancia Huaisang?"

Huaisang se tomó un momento para responder, sacó una grabación y la reprodujo en una pantalla más grande. "Escuché lo que pasó, y vi algo que podría estar relacionado. Así que tuve que comprobarlo."

El video se reprodujo, mostrando a Wei Ying hablando con Yanli. Trató de ignorar cómo le dolía el corazón pero continuó mirando.

Se puso de pie, corriendo hacia la escalera, chocando accidentalmente con Jin Guangyao, causando que el contenido de su bolsa se esparciera por todas partes.

Hasta los demonios tiemblanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora