𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 11

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La realización de lo que sentía hacia Mark no le sorprendió.

Mark era un hombre atractivo y humilde. No se aprovechaba de las cosas que podía lograr si quería. Cielos. Si Mark hubiera querido habría tenido una adolescencia de ensueño. Pero no. ¿A cambio qué había elegido?

Dibujar.

Perderse.

Sí... a Mark siempre le había gustado perderse.

No estaba preparado para usar la palabra "enamorado", pero sabía que lo que sentía por Mark era algo tan grande como eso

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No estaba preparado para usar la palabra "enamorado", pero sabía que lo que sentía por Mark era algo tan grande como eso. También sabía que lo que sentía simplemente podía deberse a la constante preocupación que sentía por Mark.

Cuando estaban separados pensaba: "¿Quién está con él? ¿Quién lo está cuidando? ¿Qué pasa si Mark vuelve a colapsar y su inútil y egoísta madre no se da cuenta?"

Pero oh... Mark tenía una hermana, ¿verdad? Una hermana del que Donghyuck todavía no sabía el nombre o la edad. Una hermana de la que Donghyuck estaba bastante seguro nunca había existido en primer lugar. Había estado en casa de Mark un montón de veces y jamás había visto a esa misteriosa hermana. Sólo veía a Haeyoung fumando, perdiéndose cada vez más en las manchas de la pared y en las constelaciones que había en sus opacos ojos.

¿Mark tenía una hermana?

¿Mark tenía padre?

¿Mark tenía a alguien más? ¿Una tía? ¿Abuela? ¿Primos?

¿...Alguien?

—Te tiene a ti —Murmuró Haeyoung cuando Donghyuck le preguntó si Mark tenía a alguien más aparte de ella

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—Te tiene a ti —Murmuró Haeyoung cuando Donghyuck le preguntó si Mark tenía a alguien más aparte de ella. Donghyuck soltó un bufido. La cocina era pequeña y el mantel de la mesa no tenía sentido. Todo olía a humo y la luz era demasiado amarilla. Haeyoung siempre estaba en la cocina. Diablos, Donghyuck no estaba seguro pero una parte de él creía que Haeyoung vivía en la cocina. Dormía en la cocina, se bañaba en la cocina. Jamás la había visto en otro lugar de la casa.

—Mark mencionó que tenía una hermana —Dijo Donghyuck con seguridad. Jamás se había sentido tan maduro hablando con alguien mayor de edad. Haeyoung le hacía sentir que él tenía más sentido común. Era un buen sentimiento... pero era, uhm, era desesperante también. La única persona que había sentido que tenía control sobre su vida era su madre, y eso que tenía una enfermedad que le hacía estar insegura de dormir y poder despertar.

—Ah —Soltó Haeyoung con los ojos cristalinos. Ya estaban así desde el principio, por el humo del cigarro.

—¿Dónde está?

—Lejos —Dijo con amargura.

—¿Con una tía? ¿Con alguien en... otro país?

—¿No te ha hablado de ella? —Preguntó. Algo curioso era que Haeyoung no mencionaba el nombre de Mark. Lo ignoraba... era como si no quisiera saber nada de él pero a la vez era en lo único que podía pensar. Donghyuck estaba familiarizado con esa reacción. Su padre había actuado así más o menos todo el maldito tiempo desde que le habían detectado cáncer a su mamá. No, demonios. Haeyoung y su padre eran la misma cosa. Ambos eran un desastre de alcohol y cigarros y posible cáncer pulmonar. Qué patético.

—No.

—No me sorprende—Soltó Haeyoung sonriendo—. Murió hace tiempo —Contó con dolor—. Era una niña todavía. La vida decide actuar de las formas más crueles. ¿Qué clase de Dios decide matar a una niña de diez años?

Donghyuck tragó con fuerza.

Así que, Mark tenía dieciocho años, su madre era egoísta y drogadicta, su padre estaba desaparecido de su vida, su hermana estaba muerta y él tenía cáncer.

¿Qué es la injusticia de todos modos? ¿Perder en un juego de cartas cuando jurabas que ganarías? ¿Tener que ir a la escuela los sábados? ¿Lavar los platos cuando no era tu turno todavía? ¿Que tu novia te hiciera la misma putada dos veces? ¿Que el maestro te calificara mal en tus exámenes?

Donghyuck salió de la cocina y se sentó al lado de Mark, en su cama.

No estaba despierto, pero tampoco estaba inconsciente. Estaba dormido.

Le acomodó su gorra y lo arropó mejor. Después acarició su mejilla y apoyó su peso en su cuerpo, abrazándolo.

—Lo siento —Se disculpó. Su mejilla estaba contra la de Mark en un tacto suave. La piel de Mark era suave. No había comienzo de su barba ni había más imperfecciones. Donghyuck sonrió, pasando el dorso de su mano por debajo del cuello de Mark. No podía permitir que Mark muriera sin antes no haber tenido barba. Eso era inaceptable.

—¿Por qué? —Susurró Mark con voz cansada.

Donghyuck se encogió de hombros.

—Por todo lo que has pasado, supongo.

—¿Estás sintiendo lástima por mí, Hyuck? —Preguntó y Donghyuck se rió cuando notó el obvio error. Aunque ya no era un error... le estaba empezando a gustar el nombre 'Hyuck'. Lo había hecho apropósito también. Donghyuck no se había movido de la sala de espera hasta que Mark hubiera aprendido que no apreciaba el cambio de nombre. Probablemente Mark soñó esa noche con un ejército de Donghyuck's que cantaban su nombre y ponían castigos cuando alguno de ellos decía el nombre Hyuck.

Donghyuck decidió no contestar. En cambio lo apretó más contra su cuerpo. Sólo un poco, gentil.

—Te voy a invitar a salir mañana.

—Ah, una cita —Susurró—. Las primeras citas siempre son incomodas.

—No necesariamente —Dijo Donghyuck, sonriendo.

—Sorpréndeme entonces.

—Lo haré.

Dejaron de hablar luego de eso. Mark pronto volvió a dormirse y Donghyuck se sentó al sentir que no era justo para los débiles huesos de Mark que se durmiera sobre él.

La habitación de Mark era cómoda. En cambio al resto de la casa ahí estaba limpio y la iluminación no era molesta.

Se puso de pie, mirando.

Todo estaba limpio. No era posible que Mark limpiara la casa con lo cansado que estaba todo el tiempo.

Ah.

Quizá Haeyoung no era tan mala madre después de todo.

Sonrió y empezó a observar con más detalle. Nunca se había detenido a inspeccionar las pertenencias de Mark. Se veía aburrido. Tenía más libros que otra cosa y todas sus pinturas ya las había visto. Había una pequeña caja de madera que le causó curiosidad. Obviamente había pertenecido a una niña y hasta en ese momento se dio cuenta que probablemente eran las cosas de su hermana.

Mientras se debatía entre abrirla y marcharse, su vista cayó sobre el libro de portada negra que Mark había estado leyendo cuando todavía eran sólo amigos de espera. Lo abrió y notó que era una guía sobre cómo lidiar con el cáncer. Cómo vivir luego de haber escuchado la noticia. Cómo enfrentarse a los síntomas y había palabras de aliento cuando se estuviera dando por vencido. Donghyuck ojeó el libro durante un rato, hasta que llegó a la última página, la que siempre estaba en blanco. Sólo que esa página no estaba en blanco.

Mark lo había dibujado a él, a Donghyuck. Lo había dibujado tratando de transmitir la hiperactividad que había mostrado en su primera charla.

Donghyuck iba a decir algo, pero recordó que Mark estaba durmiendo, así que negó con su cabeza mientras dejaba el libro en su lugar.

༚✧˳⁺⁎ Yellow Light | MarkHyuck [Adaptacion] ⁎⁺˳✧༚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora