༚✧˳⁺⁎ Yellow Light | MarkHyuck [Adaptacion] ⁎⁺˳✧༚

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 24. (𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭.)

Fue el destino, tal vez. No creía que fuera coincidencia.

No podía ser coincidencia. Las coincidencias no eran tan buenas.

Tenía trabajo el día de mañana. No podía quedarse a dormir allí. Pero...

Entonces, ¿por qué tenía la absurda necesidad de dormir abrazado a Mark?

Le pidió a Haeyoung que si podía dormir con él y Haeyoung le dijo que sí. Sorprendentemente ella también se quedó en la habitación. Durmió en una silla y Donghyuck durmió al lado de Mark, abrazándolo, dándole calor.

Algo despertó a Donghyuck esa noche y en un principio había creído que había sido su imaginación.

—Donghyuck.

Su nombre en aquella voz que tanto le gustaba. Hm. Parecía un sueño.

—Donghyuck —Repitió esa voz, y en esa ocasión estuvo acompañada de un pequeño y débil empujón en su brazo.

—Mm —Ronroneó abriendo sus ojos con pesadez.

Mark estaba mirándolo, sonriendo.

—¿Mark? —Soltó con sorpresa. Su voz era un susurro nada más—. ¿Estás bien?

Mark asintió. Aunque se veía igual de terrible que cuando lo trajeron, al menos estaba consciente.

—¿Qué pasa? ¿Necesitas algo? ¿Quieres... agua? ¿Salir a tomar aire?

—Donghyuck... —Repitió y Donghyuck le puso atención. Estaba demasiado alucinado con la idea de que Mark estuviera despierto y hablándole que no podía reorganizar sus pensamientos.

—¿Qué, Mark? Dime. Aquí estoy.

—Ya no tengo miedo —Le confesó con felicidad.

Donghyuck sonrió.

—Me alegro.

—Estaré bien. Y tú también estarás bien, ¿verdad? Mi mamá...

—También estará bien —Le dijo Donghyuck besando su frente cuando notó la mirada llena de pánico en Mark.

—Cuídala por mí. Por favor.

—Lo haré —Prometió—. Está en buenas manos. Tú sabes que está en buenas manos.

—Gracias.

Donghyuck lo observó. Mark no dijo nada durante minutos y Donghyuck estaba enloqueciendo. No quería perder a Mark. Era injusto. La vida era injusta. La muerte era injusta.

Empezó a llorar en silencio para no despertar a Haeyoung o a Mark.

Todavía odiaba llorar.

Cuando lloraba sentía que la vida se burlaba de él.