Razones por las que no deberías enamorarte de mí -TaeGi.

Razón #2:

-Hyung... ¡Yoongi Hyung! -chillo el castaño al ver que el mayor sentado en la silla giratoria no le ponía atención.

-No molestes, Tae, estoy trabajando -hizo un ademan con la mano para que el moreno saliera de la habitación.

-Pero una cosa muy importante -insistió el menor.

-Te juro que si es por una tontería, te daré un golpe -prometió con el semblante serio.

-Es de vida o muerte -asintió. Min Yoongi soltó un suspiro cansado a la vez que giraba sobre su silla y miraba de frente al menor.

-Bien, habla -ordeno al ver que Tae simplemente lo miraba mordiendo su labio inferior.

-Tengo un elefante -menciono regalándole una sonrisa rectangular.

-¿Un elefante? -detuvo el pálido de manera confundida.

-En realidad, ahora que lo pienso tengo varios elefantes -corrigió después de unos segundos.

-No entiendo, -admitió frunciendo el ceño- ¿compraste unos elefantes? -pregunto de manera incrédula.

-No, Hyung -reprocho soltando una risa tierna- ¿cómo voy a comprar elefantes?

-Admítelo -detuvo- eres capaz de todo, Kim -se encogió de hombros.

-Claro que no -puchereo.

-Bueno, ya como sea, dime lo que sea que vayas a decirme -apuro.- Y aclárame eso de que tienes varios elefantes -pidió.

Soltando un suspiro, el menor se levantó la manga derecha de su sudadera, dejando a la vista la piel de su brazo.

-Solo te enseñaré al único elefante que eh encontrado. -Aclaro.

TaeHyung pellizco una parte de su brazo y miro con una sonrisa a Yoongi.

-¿Y bien? -pregunto sin borrar la sonrisa el castaño.

-¿Qué? -ladeo la cabeza el rubio.

-Mi elefante, Hyung -hizo un puchero, insistiendo en que mirara su brazo.

Min se acercó y miro con atención el brazo del menor.

El elefante que TaeHyung supuestamente tenía, no era nada más y nada menos que dos lunares alineados simulando los ojos de aquel animal, haciendo que aquella piel que era pellizcada por el dueño, simulaba ser la trompa.

-¿Eso es tu elefante? -pregunto mirándolo con una ceja alzada, recibiendo el asentimiento se cabeza por parte del menor.

Sin poder evitarlo Yoongi soltó un suspiro y volvió su mirada a la computadora.

-Tú también tienes muchos, Hyung, ¿puedo verlos? -pregunto acomodando sus ropas.

-Por supuesto que no -hablo el mayor tecleando su computadora.

Después de que Yoongi lo corriera de su estudio. TaeHyung se fue a la sala del departamento con Jin, ambos se pusieron a ver anime a petición del menor, hasta que Jin tuvo que salir a hacer unas compras, dejando a Tae quien no quiso levantarse y acompañarlo.

-¿Dónde está SeokJin? -pregunto Yoongi desde la entrada del corredor de las habitaciones.

-¿Jin Hyung? ¡Oh! –Recordó- él fue a comprar la despensa –informo asintiendo con la cabeza.

-Ya veo –asintió girándose sobre sí.

-Oye, Hyung –detuvo el castaño.

-¿Sí? –lo miro girando solo un poco.

-¿Sabes de dónde vienen los bebés?

Y sin más Min Yoongi se fue a su habitación.

Querido Kim TaeHyung, la razón #2 por la que no deberías enamorarte de mí: no entiendo tu actitud.