Razones por las que no deberías enamorarte de mí -TaeGi.

Epílogo.

Min Yoongi le entrego el cuaderno a TaeHyung, el cuaderno que contenía las diez razones por las que no se debía enamorar de él.

Los días pasaron y TaeHyung no fue al apartamento que Jin y Yoongi compartían.

-SeokJin –llamo el pálido al chico sentado en el sofá de la sala.

-¿Sí? –lo miro el mencionado apartando solo un poco la mirada de la televisión.

-¿TaeHyung no vendrá hoy? –pregunto en un intento por parecer desinteresado.

Jin lo miro y sonrió de lado.

-No, menciono que tiene mucho trabajo hoy –respondió- sinceramente no sé cuándo vaya a venir.

-No importa, solo que se me hace raro no escuchar sus gritos –se encogió de hombros- estaré en el estudio, no me molestes –pidió a lo que el castaño sentado en el sofá asintió.

Min Yoongi simplemente no podía evitar pensar si esa iba a ser la última vez que iba a ver el rostro de TaeHyung.

¿Las diez razones si habían funcionado y por eso el moreno no volvía?

Se había dado cuenta que no importaba que, quería TaeHyung a su lado.

¿Pero qué tal si ya era tarde?

Se pasó todo el resto del día en su estudio, componiendo y pensando, principalmente lo último.

No supo en qué momento se quedó dormido, pero al día siguiente despertó en su escritorio, su espalda dolía mucho y un hilo de saliva al levantarse se hizo presente y lo limpio enseguida.

-Buenos días –escucho una voz grave a su izquierda, rápidamente giro en aquella dirección y se encontró con TaeHyung sentado en el sofá de al lado.

-Tae –pronunció con sorpresa.

-¿Sorprendido? –Pregunto alzando una ceja- solo fue una semana, Hyung, ¿tanto me extrañaste? –pregunto con una sonrisa burlona.

-¿Qué haces aquí? –cambio de tema mientras tallaba sus ojos.

-Jin Hyung menciono que no has estado comiendo muy bien, así que hoy te traje el desayuno –con la mirada apunto la bandeja con huevos estrellados y jugo de naranja que había a un costado del escritorio.

-Gracias, pero he estado comiendo muy bien –afirmo el pálido con un bostezo.

-Sí, claro, Hyung –dijo con sarcasmo.

-¿Solo has venido a eso? Porque si es así, tengo mucho trabajo que ha...

-Vine a dejarte mis razones –interrumpió. Min Yoongi lo miro con atención y vio como de su mochila el castaño sacaba el cuaderno en el cual Min había anotado las diez razones por las que no debía enamorarse de él.

-¿Tus razones? –pregunto tomando el cuaderno que con insistencia el menor le tendía.

-Si –asintió- quiero ver que lo leas.

"Querido, Yoongi Hyung:

Las diez razones por las que no debía enamorarme de ti, me hicieron hacerlo más y ahora te puedo afirmar que estoy más enamorado que antes si eso es posible.

La razón número uno por la que debería enamorarme de ti es que eres muy lindo cuando eres un gruñón. Me gusta ver como arrugas tu nariz y como inflas tus mejillas.

Como aparentas ser malo cuando no lo eres.

La razón número dos por la que deberá enamorarme de ti es que a pesar de no comprender mi actitud, haces lo posible por hacerlo o simplemente me sigues el juego, no como los demás que solo me ignoran, una vez, no recuerdo cuando, mencionaste que a pesar de no comprender del todo mi actitud, eso me hacía especial ante ti.

La razón número tres por la que debería enamorarme de ti es que me encanta verte hacer música y no es por nada pero ella es la única a la que no le tengo celos, porque gracias a ella puedo ver la felicidad inundar tu rostro. Si pudieras ver tu perfil cada que escribes canciones, como yo lo hago, se te haría imposible no enamorarte más.

La razón número cuatro por la que debería enamorarme de ti es que al igual que con mi actitud, a pesar de no tolerar a los niños, aquella vez que cuidaste a Hyun diste lo mejor de ti y sé que con algo de práctica llegaras a tener una buena relación con ellos, de eso yo me encargo, o me dejo de llamar Kim TaeHyung.

La razón número cinco por la que debería enamorarme de ti es que solo sonríes conmigo y eso me hace muy feliz, tú sonrisa es algo que me encanta y me encanta aún más ser el causante en su mayoría de ella.

La razón número seis por la que debería enamorarme de ti es que sé que no te gusta salir de casa, pero sales conmigo y eso me gusta.

Las razones número siete y ocho es que respetas mi amor por la vainilla, al igual que te interesas por mí y mis sentimientos. Cosa que no haces por otros, aunque sé que si lo haces, solo aparentas que no.

La razón número nueve es que a pesar de no ser muy abierto con tus sentimientos, eres capaz de serlo conmigo, en un inicio alejándome pero ya después contándome lo sucedido. ¿Recuerdas la vez que me corriste de tu habitación por qué te estaba viendo llorar? Un rato después me mencionaste que llorabas porque tu madre te había mandado un mensaje diciéndote que Holly estaba enfermo.

La razón número diez por la que no debería enamorarme de ti, según tú es porque somos opuestos.

¿Pero no conoces aquella frase, Hyung? Aquella que menciona "los opuestos se atraen"

Porque simplemente a pesar de ser opuestos, se necesitan Hyung.

Todo gruñón o sea tú, necesita a su alegre, o sea yo, para alegrar sus días.

Yo soy sonrisas y pronto tú lo serás también gracias a las mías, te enseñare a como hacerlo.

No entendí eso de la vainilla y el chocolate, pero respeto el hecho de que no te guste.

Yo te comparto todo mi amor para que dejes de lado el odio.

También te comparto mi luz en los momentos de oscuridad que puedas llegar a pasar.

En pocas palabras, querido Hyung, las razones que me has dado, son parte de ti y eso me gusta mucho".

Dejo de leer el cuaderno y alzo la mirada al castaño, quien lo miraba con una sonrisa.

-¿Lo ves? Tus razones no sirvieron.

-Y no quería que sirvieran –hablo con sinceridad.

-Hyung...

-Solo cállate y bésame, Kim –pidió sin más.

Haciendo que el menor sonriera y se acercara a unir sus labios con los del rubio.

Esas diez razones, solo hicieron que los dos se plantearan sus verdaderos sentimientos por el otro.

Fin.