Primer Encuentro

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¡No se acerquen a la gente del pueblo!

Fue la orden de su padre, el rey, sin embargo, el par de príncipes herederos se encontraban en el pueblo junto a sus respectivas nanas en un carruje real y una caravana de soldados guardianes del reino.

-¿Qué tal si nos vamos a conocer el pueblo? - le susurró el príncipe castaño a su hermano.

-¿Y las nanas? - le cuestionó el mayor.

-Nos podemos ir cuando está cosa - señaló al techo - se detenga para saludar a las personas, bajamos antes que arranque el carruaje... Vamos Yoonie, ¿no quieres interactuar con las personas del pueblo? ¿No quieres ir a ver que hay en las tierras fuera de la muralla del castillo? - le alzó las cejas de arriba a abajo.

-De acuerdo - le respondió el mayor en un susurro.

Y así fue como ambos príncipes una vez detenido el carruaje bajaron a toda velocidad sin ser visto, sus nanas estaban ocupadas dándole órdenes a los soldados "ningún civil se acerca menos de dos metros al carruje" "nadie toca a los principes"

Ambos adolescentes de doce años corrieron lo más que pudieron alejándose del carruaje real.

-¿Qué haremos con la ropa? - se señaló el mayor a sí mismo, ambos llevaban gabardinas tejidas en hilo de oro, unos guantes negros con detalles de plata y un sombrero característico del reino.

-Fácil - contestó el menor.

-¿Fácil? - repitió Yoongi un poco preocupado.

Taehyung corrío a las calles repletas de personas, las cuales estaban más ocupadas en sus propias vidas que en observar al príncipe correr desesperado por las calles, el cual logró encontrar un almacén de ropa vieja, era una caja de cemento pintada por las personas de bajos recursos donde iban a parar las prendas que no se necesitaban.

El castaño tomó dos pantalones cortos y dos camisas un poco grandes para la contextura de ellos y unas sandalias un poco rotas, llegó a donde se escondía su hermano mayor y se las entregó.

-Ve detrás de esa cosa - señaló un contenedor de basura grande - y cambiate.

-¿Dónde dejaremos la ropa? - cuestionó el mayor.

-Ahí mismo - volvió a señalar el contenedor con una sonrisa rectangular.

-¿Sabes que nuestros padres se enojaran si perdemos los trajes, cierto? - le cuestionó el mayor.

-Lo sé - contestó el menor alzando los hombros sin interés.

Los dos príncipes se cambiaron de ropa y recorrieron el pueblo lo más que pudieron antes de la finalización del recorrido, sin embargo, luego de unos minutos, ambas nanas terminaron de dar órdenes y un grito se escucho en el carruaje.

-¡Sooyoung! - gritó la señorita Chi a su compañera.

-¿Qué pasa Jisoo? - le cuestionó la mujer.

-¡Los príncipes han desaparecido! - chillo la beta asustada .

-Silencio, Jisoo.... ¡JonIn! - llamó a uno de los soldados de la caravana.

-Dígame señorita - hablo el líder de la guardia.

-Kai... - le susurró la beta - los herederos han escapado, necesitó que devuelvas el carruaje a palacio, le digas al pueblo que los príncipes se sienten mal y que por ende nos devolveremos, además.... Necesito que los vayas a buscar - le ordenó.

-Claro Soo - le sonrió, haciendo sonrojar a la beta.

Así como lo indicó la beta, se dio la noticia que los príncipes se sentían mal y que por esa causa el carruje se devolvía al palacio. Al llegar, los reyes estaban preocupados por sus pequeños y más aún al no verlos bajar del carruaje .

Mi rey omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora