CAPITULO I

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Mi nombre es Laila de Líriabe Hija del conde Guild de Líriabe del imperio de Odr, un reino que se encuentra en la cima de la montaña más alta rodeada por el bosque de Freyja, un bosque sumergido en la penumbra donde habitan  criaturas mágicas; ogros, hadas, trolls, ninfas y muchos otros, una de las criaturas más temidas dentro del bosque  son los dragones.

Hace años, nuestro primer emperador firmó un tratado de paz con los dragones bajo las órdenes de una maga muy poderosa, la cual convenció a los dragones de firmar el acuerdo ya que se cree que poseía un control sobre ellos. Nadie sabe de donde provino o a que familia perteneció aquella mujer con tales dotes, ya que la gente del palacio se encargó de mantener su identidad en secreto, con el paso de los años, el acuerdo se mantuvo intacto, incluso tras la muerte de la maga ya que según se cuenta, los descendientes de aquella mujer heredaban las mismas habilidades para controlar a los dragones, pero hace 200 años su linaje se desvaneció por completo. La habilidad que se heredaba poco a poco se desvaneció hasta llegar a la extinción, fue entonces cuando los dragones intentaron tomar el control sobre el imperio y sus habitantes. Durante los siguientes años la gente vivió en guerra, en un mundo lleno de devastación, no fue hasta que el conde Guild  participó en la 4ta guerra con los dragones, él es conocido como el cazador de dragones ya que fue él quien acabó con el lider de ellos.

Mi padre al no ser de origen noble no le dieron el título más alto después del emperador pero se le otorgó un apellido y el titulo de conde con el cual es reconocido, en ese momento surgieron opiniones diferentes los cuales aprobaban y desaprobaban el nombramiento por el simple hecho de que alguien de origen humilde formara parte de la nobleza.

Mi padre nunca ha demostrado superioridad, se muestra siempre amable y gentil con todo aquel que lo necesite y de igual manera así nos ha criado a mi hermano Zelen y a mí, me gustaría decir que ahora vivimos felizmente junto con mi madre, pero ella falleció por una enfermedad muy grave cuando yo apenas tenía 5 años, dejándonos a mi padre, a mi hermano y a mi lidiando con el resto de las familias nobles, ya que a diferencia de mi padre, mi madre era hija del antiguo conde de Líriabe. Ella fue rescatada por mi padre a finales de la 4ta guerra cuando apenas tenía 19 años y  él 20 años. Ella nos defendía de todas aquellas ofensas públicas de parte de las familias adineradas. Pero después de su fallecimiento mi padre nos enseñó a ignorar todo tipo de ofensas.

Según mi padre, yo me parezco mucho a mamá ya que dice que mi cara es igual a la de ella, además de que heredé el síndrome de Alejandría que tenía mi madre, es decir, mis ojos son de color violeta, mi cabello ondulado y mi personalidad también se lo debo a ella, ya que mi padre dice que soy igual de testaruda que ella, lo único que heredé de mi padre fue su cabello rojizo y su pasión por el manejo de la espada.

Zelen a diferencia de mí, heredó el cabello platinado de nuestra madre, los ojos color miel la forma de ser y el talento con la espada se lo debe a papá.

En este momento nos dirigimos al palacio imperial dado que  hoy se celebra el final de la 4ta guerra de hace 23 años, todo el imperio está de fiesta. Mi padre, al ser el protagonista de este suceso; tanto él como nosotros fuimos invitados al palacio imperial, realmente no me emociona estar allí, ya que la gente que va a asistir no es de mi agrado, todos son nobles corruptos y orgullosos que solo buscan hacernos menos.

Le dije a mi padre que no quería asistir pero el me dijo “es nuestro deber”. Así es, también es mi deber asistir , no solo por ser hija del cazador de dragones, si no que también para arreglar mi compromiso con el hijo del Duque Désmond.

El Duque Désmond es un gran hombre, el estuvo peleando mano a mano junto a mí padre en la guerra, también se le otorgó un título, pero a diferencia de mi padre, él siempre fue de origen noble.
Siempre nos ha tratado bien y nos ha defendido de otros nobles, es una gran persona, pero me temo que no puedo decir lo mismo de sus hijos y esposa.

Mientras sigo mirando por la ventana del carruaje logro visualizar el palacio, es enorme y muy hermoso, no deja de sorprenderme cada ves que lo veo, mi padre al ser muy importante lo invitan a banquetes y celebraciones, por lo tanto siempre lo acompañamos.
<<suspiro>>

- Todavía estamos a tiempo de regresar papá – le digo a mi padre en un tono de fastidio.

- Yo se que no te gustan esta clase de eventos pero es nuestro deber asistir – responde mi padre tratando de hacer que comprenda.

- Además de que tienes que arreglar los asuntos de tu compromiso con el hijo del duque – respondió Zelen sin interés mientras leía un libro.

- Es fácil para ti decirlo porque no eres tú el que se va a comprometer con una basura humana- le digo en tono frustrante.

- Padre, ¿cómo es posible que aceptaras esté compromiso?- le digo con un puchero.

- Tal vez no te agrade la idea , pero es lo mejor para ti, así ya no tendrás que sufrir los abusos de los demás nobles.- contesta él un poco preocupado.

- Sabes que esas cosas ya no me molestan, realmente ignoro todo lo que nos dicen en público todas aquellas personas adineradas.- le digo mientras desvío la mirada.

Antes de que mi padre pueda decir algo el carruaje se detiene dando a entender que ya habíamos llegado.

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