¡Buenos días, YoonGi Hyung! -YoonTae.

Capítulo #5: Mesa para uno

¡¿Qué se supone que debía hacer?!

Min Yoongi simplemente estaba parado ahí, callado, bajando la mirada.

Cuando llegaron al apartamento, TaeHyung estaba muy nervioso e inquieto, por lo que decidió hablar:

-Yoongi Hyung, escucha... -pronuncio mientras entraban y se quitaban los zapatos.

-¿Cómo va tu fiebre? –pregunto mirándolo.

-Se me quitó –respondió bajando la mirada.

-Ya veo –asintió el mayor a la vez que caminaba por el corredor.

Y dejo a un nervioso e impaciente TaeHyung, con una pregunta rondando en su cabeza.

-¿Me escucho? ¿Sí o no? –se murmuro a sí mismo, a la vez que se llevaba ambas manos a la cabeza y se revolvía el cabello en un acto de desesperación.- ¡Agh! –chillo pataleando.

-¿Qué? ¿Dijiste algo? –pregunto Yoongi desde la puerta de la sala. Haciendo que se detenga recargado en la puerta.

-No. No dije nada Hyung.

Cuando llego a la sala, se encontró con el pelinegro comiendo natilla en la mesa improvisada.

-La tuya está en el refrigerador. –Menciono con la boca llena de natilla.

-Gracias... -murmuro sorprendido a la vez que se giraba sobre sí para ir camino a la cocina- por cierto, Hyung... ¿oíste lo que dije en el parque hace un rato?

-No –respondió siguiendo comiendo natilla.

Y TaeHyung sintió su alma volver a su cuerpo.

-Gracias al cielo –suspiro de alivio, retomando de nuevo su camino a la cocina.

-Oí que dijiste que te gustaba o algo parecido –hablo a sus espaldas el pelinegro.

-¿Qué...? –se volvió a alterar.

-Lo fingiste ¿verdad? –pregunto llevando una cucharada de natilla a su boca.

-¿Eh? –se giró al mayor.

-Descuida. Sé que no es enserio.

-¡En efecto! –chillo apuntándolo.

-De otro modo, él no te dejaría en paz.

- Sí. Correcto –rio asintiendo nerviosamente.

-Le dicen el rey de las declaraciones de amor. Se enamora de cualquiera y le dice que la ama –dijo de manera burlona.

TaeHyung mientras reía aún shockeado, se dirigió a la cocina.

-Te felicito. -Hablo Yoongi desde la mesa improvisada.

-¿Eh? –pregunto girándose a verlo.

-Qué lindo que haya alguien que te considere atractivo.

-¡Que grosero eres, Yoongi Hyung! –chillo caminando a grandes zancadas al refrigerador. Con un puchero en los labios se sentó a un lado del mayor, aún con el puchero en los labios.

-¿Por qué te enojas? Era un cumplido –dijo Yoongi acomodando la mesa.

-¡Eso no es un cumplido! –reprocho de manera indignada el menor abriendo la natilla.

Cuando TaeHyung le contó a Jimin lo ocurrido, el pelirosa no pudo evitar reír, tratando de callarse al ver el puchero del menor en sus labios.

-No le veo lo gracioso Jiminie Hyung –reprocho.

-Oh, no me burlo de ti TaeTae. Es solo que Min Yoongi algunas veces es muy tonto. –Afirmo asintiendo con la cabeza.

-Supongo que me da gusto que no me haya escuchado –asintió mientras caminaban a la preparatoria.- Pero me molesta que no me encuentre atractivo.