¡Buenos días, YoonGi Hyung! -YoonTae.

Capítulo #14: La escapada -Parte 2-

-Qué belleza –chillo Tae mientras él y Yoongi estaban recargados en un puente mirando patos, el mayor lo miraba fijamente.- ¿Qué? –Pregunto al percatarse de la fija mirada de su mayor- deja de verme así, Hyung –pidió desviando la mirada.

-Perdón –se encogió de hombros.

-¿Eh? –Tae lo miro.

-Es que tú eres mil veces más hermoso.

-Yoongi Hyung –murmuro de manera sorprendida.

-¿A dónde fue Yoongi Hyung? –se preguntó Tae al reaccionar de lo que imaginaba, se dio vuelta y lo vio rodeado de señoras dándole de comer.

-Olvide lo popular que es Min Yoongi –se reprochó con un puchero.- Con permiso, con permiso –se hizo paso entre las mujeres y llego a su Hyung, jalándolo lejos de ellas.

-¿Estás bien? –pregunto el pelinegro.

-¿Eh? –Lo miro- ¿yo? Estoy bien –asintió.- Tú eras el que estaba en dificultades.

-¿Qué? –Lo miro el mayor.- ¿A dónde iremos? –pregunto.

-¿Mmh? –lo miro el menor.

-¿A dónde quieres ir? –volvió a preguntar.

Así se dirigieron al baño de pies Kishigon.

-¿No te has decidido? –pregunto cruzado de brazos el pálido, al ver como Tae miraba su guía turística.

-Este lugar también es lindo –apunto una sección del libro- pero tampoco quiero perderme este.

-Solo elige uno –ordeno Yoongi mirándolo.

-¿Por qué? –lo miro con un puchero el menor.

-No puedes ir a todos lados. No hay tiempo –respondió.

-Pero...

-Podemos regresar –desvío la mirada el pálido.- ¿Qué? –esta vez miro al moreno, quien lo miraba sorprendido,

-Nada –negó con una sonrisa- sí, tienes razón Hyung. Podemos regresar, los dos solos. Vamos aquí –le enseño la revista, ambos se acurrucaron en el otro- quería ir aquí pasara lo que pasara.

-En este santuario hay placas de deseos que conceden el amor eterno –explico Tae mientras subían las escaleras del lugar.

-¿En serio? –lo miro el pelinegro.

-Voy a comprar una –asintió el moreno.

-Rayos, que empinada escalera –se quejó.

-Sí –asintió Tae.- Placas de deseos –comenzó a canturrear mientras corría por las escaleras.

Al llegar al santuario, tocaron las campanas y comenzaron a desear en silencio.

Cuando Min termino, se alejó un poco y continúo mirando a Tae.

Después de ello, caminaron a las placas de deseos.

-Quiero una de sus placas de deseos románticos –pidió Tae llegando a la cabina.- Que sean dos –miro a su Hyung que caminaba hacia él.- ¡No, diez, por favor!

-¿Qué? –pregunto Yoongi- no necesitas tantas

-Quiero las suficientes para toda la eternidad –asintió el menor con una sonrisa soñadora.

-Lo siento mucho –comenzó la chica del otro lado de la cabina- pero se acabaron las placas de deseos –informo.

-¿Qué? –se borró la sonrisa del rostro del menor.