- Es raro verte enojada, por lo general siempre estas alegre- recuerda Ana mientras cruzamos la calle de nuestra casa.
- ¿No tengo derecho a enojarme?- ataco dándole una mala mirada.
- Si, no he dicho lo contrario, ya se que cuando te enojas es muy difícil que volverte a contentar- dice con simpleza, pero tiene razón.
Una vez llegamos pasamos por el pequeño jardín que tiene papá en el frente de la casa, ama las flores creo que incluso mas de lo que nos ama a nosotras, a veces suelo molestarle con eso, cuando estamos de ganas.
Cuando entramos a la casa nos recibe un delicioso aroma que viene de la cocina, de seguro es mamá que se encuentra cocinando. Ana se va corriendo hacia allá para saludarla, en cambio yo voy directo a las escaleras para ir hacia mi habitación.
Cierro la puerta detrás de mi y tiro la mochila en cualquier lugar.Definitivamente mi tarde será de lo mas aburrida, con Jacob haciendo labor social, Amalia con su novio y Tiff todas las tardes va a sus clases de francés y ni hablar de Bruno, en estos momentos debe estar en brazos de alguna de las porristas del instituto o de cualquier falda que parezca atractiva.
Me quito las botas y me voy a mi escritorio a revisar las notificaciones de mis redes, todos hablan de la fiesta que harán los Collins este fin de semana, amo las fiestas, pero esta vez tendré que hacer un mejor ingenio para que mamá no me pille.
Unos suaves toques en la puerta interrumpen mi navegación.
- ¿Si?
- Ruth, ya todas estamos en el comedor- la suave voz de Ana a través de la puerta se escucha como un susurro.
- Ya bajo, un momento.
Bajo la pantalla de mi computadora, busco en mi ropero algo más cómodo pero tapado, me cambio sin bañarme, hace mucho frío y no me extraña que en algun momento empiece a nevar, al final termino colocandome un pantalón de chandal con una blusa negra, no me calzo zapatos, en vez de eso, me coloco una medias que tienen figuritas de animales, lo se, infantil pero me gusta, a demas estoy en mi casa y considero que aquí puedo vestirme como quiera.
Bajo las escaleras a paso no tan apresurado, camino por la sala de estar y voy a hacia el comedor, están todos menos papá, por su trabajo no puede estar a esta hora con nosotras y por la cara que tiene mamá sospecho que será todo muy tenso.
Tomo asiento frente a Noemí quien tiene el codo apoyado en la mesa y el mentón sobre la palma de su mano
- ¿Como les fue? ¿Ana?- pregunta mamá sin dejar de menear lo que esta preparando.
- Excelente mamá, como siempre, partícipe en clases y fui luego a leer un rato a la biblioteca- ruedo los ojos porque siempre dice lo mismo, ya me lo se de memoria.
- Perfecto, como quisiera que todas fueran como tú mi amor- deja lo que esta haciendo, se limpia las manos con un pañuelo y toma de la barbilla Ana para darle una caricia, vuelvo a rodar los ojos
¿Como se atreve a decir eso frente a nosotras? ¿Es que no se supone que los padres deben aceptar a sus hijos como son? Es una total mierda eso de que todos quieren a todos por igual, siempre, pero siempre va a haber un favorito y Ana se lleva ese título, solo por ser el perrito faldero de mamá, obtener siempre las mejores notas y hacer siempre todo lo que ella ordene. Ahora entiendo porque mi lugar en casa es el último, o quien sabe, quizá ni siquiera tengo lugar. Soy todo lo contrario a Ana, ella obtiene siempre el primer lugar, yo siempre estoy entre esos últimos puestos que ya colocan porque si, ella se mantiene siempre en casa para lo que mamá pida. Yo no soporto estar mucho tiempo encerrada, es por eso que siempre me refugio en las fiestas y en mis amigos.
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STAY
Teen FictionRuth ama desafiar a sus padres y mostrarles que puede hacer lo que le plazca. Alí daría lo que fuera por estar con ellos aunque fueran sólo un par de segundos. Ruth es una chica extrovertida que no conoce la vergüenza. Alí es todo lo contrario y pre...