Hanna
Apago el ordenador, falta una hora para las 6 y entro a las 8. Mierda, ¿Debería ir a dormir o faltar a clases?
Como si pudiera hacer eso.
Me tiro en mi cama y me quedo dormida casi al instante. Si nadie quiere perder la mano, será mejor dejarme dormir.
***
- ¡Hanna! ¡Oye, estúpida! ¡Son las siete y treinta! ¿Quieres que te deje morir ahí? -
- Ya voy... Déjame que iré después... -
- Jódete -
- Igualmente -
Escucho que sale de la habitación y cierra la puerta. ¿Me levanto...? ¿O mejor no...?
Hoy tengo examen.
Busco mi uniforme entre los cajones, mientras pienso en qué comer hoy y en cómo deshacerme de Nathan. Debería abandonarlo un día de estos por la calle, seguro alguien fuera de su sano juicio lo recogerá.
- Estoy lista... -
Bajo las escaleras y veo que Nathan ya no está, tendré que ir sola. Busco mi cartera para sacar algo de dinero para el taxi.
Oh no.
...
- ¡NATHAN! ¡OYE! ¡¡¡ESPÉRAME!!! -
Y así es como comienza mi día de secundaria, yo siendo llevada por mi primo en su bicicleta porque gasté todo mi dinero. Aunque no parezca, tengo una buena vida en este lugar, soy popular, tengo un novio y amigas.
A Nathan tampoco le va mal, tiene una linda novia, es popular y el inútil representante de su clase. Somos conocidos en la escuela por llamar mucho la atención de una forma u otra, y yo estoy bien con eso.
- ¡Bebé! - Aiden se acerca a mi intentando darme un beso.
- Aléjate - Digo mientras bloqueo su cara con mi mano.
- ¡Yo también te amo! -
Esta vez si le acepto el abrazo, después de todo es mi novio ¿No?
- ¡Hola Nath!- Aiden le sonríe a Nathan.
- Hola -
- ¡Nath! ¡Hanna! ¡Hola! ¿Cómo están? -
Y ahí está, Alba, la linda novia de Nathan. Su verdadero nombre es Juls, pero no le gusta, así que la mayoría la conoce así. Claro que esa no es su verdadera personalidad, tampoco es que la oculte mucho, pero en las mañanas siempre es más animada. Asi que no es que sea una doble cara ni nada así.
Y puedo asegurar que de verdad quiere a Nathan.
- ¡Alba! - Aiden se le acerca para darle un abrazo.
- Aléjate bastardo de porquería -
Y ahí está. La Alba de siempre.
- Que malas son las dos por las mañanas... - Hace una sonrisa forzada. Esto ya es costumbre cariño.
- ¿Vamos a clase? - Alba toma de la mano a Nathan mientras espera nuestra respuesta.
- Claro, vamos -
***
Nathan
- ¿Qué... Me vas a hacer...? -
No puedo pararme, mis piernas me duelen demasiado. Casi no logro ver, mis lentes deben haberse hecho mierda. ¿Cómo los pagaré...? La tía tendrá que comprar unos nuevos... ¡Mierda!
- Oh no te preocupes, esto sólo es una advertencia, de si vuelves a abrir la boca. Todo se queda entre nosotros. ¿De acuerdo? -
Logro ver a Aiden a lo lejos, eso significa que también debe estar Hanna.
Por lo menos está bien, pero no logré que saliera de esto.
Sonrío un poco para provocarlos y abro la boca.
- Ja, ¿y creen qué con esto van a hacer que me quede callado? Tengo pruebas en contra de ustedes, de todo lo que hacen, no crean que me van a callar con esto -
- ¿En serio...? Entonces, ¿deberíamos ir más animados? - Aiden se acerca mientras esboza una sonrisa y me lanza una patada en el estómago.
- ¡Aiden! Fue suficiente, dijiste sólo una advertencia. -
Joder lo sabía, Hanna.
- Lo sé Hanna, pero sabe demasiado, además es un peligro. -
- Bien, yo me encargo de que se quede callado -
- No es suficiente -
Y aquí va, otra ronda. ¿Podré caminar después de esto...?
- ¡DIJE QUE ES SUFICIENTE! -
Estoy cansado. Todos aquí lo están.
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Amargo Cual Limón
Novela JuvenilMentir por amor, ¿quién no lo ha hecho? Pero cuando otras personas están involucradas, esto se vuelve un gran problema. Hanna dijo una mentira para que Noah la notara, pero su plan fracasa, y ahora todo el mundo cree que está saliendo con Nathan...