𝐮𝐧 𝟏𝟓 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 ||yoonmin||

𝐔 𝐍 𝐎

Yoongi corría atreves de la cancha con el balón en mano, intentando esquivar a todos los jugadores del equipo contrario, sus ojos fijos en la canasta, y sabía que solo le interesaba una cosa.

Ganar.

- ¡VAMOS YOONGI HUYNG! -grito su mejor amigo desde las gradas con un cartel en las manos.

Y entonces sucedió, el balón entro perfectamente a la canasta, dándole el gane al equipo de Yoongi. Todos corrieron a Yoongi, empezando a elevarlo entre todos, y desde las gradas, estaba su mejor amigo saltando y aplaudiendo con una enorme sonrisa.

- ¡JIMINNIE! -Jimin se empezó a detener al momento que escucho su nombre- ¡FUE POR TI!

Jimin sonrió ampliamente antes de seguir aplaudiendo, el trofeo llego a las manos de Yoongi y el lo alzo mientras sus compañeros gritaban su nombre emocionados.

Y pese a todo eso, la mirada de Yoongi estaba enfocada a Jimin, y la de Jimin a él, esa conexión de miradas que decía mas que mil palabras. Esas "palabras" que aún no notaba Jimin.

Pasaron largos minutos antes de que Yoongi corriera hacia a Jimin abrazándolo con fuerza.

-Bien jugado hyung -dijo Jimin aceptando el abrazo.

-todo fue gracias a ti Jiminnie, ganamos gracias a ti.

-no, fue tu esfuerzo hyung, estoy orgulloso -dijo Jimin dándole una sonrisa y asintiendo con la cabeza -esa ultima canasta estuvo genial

Y entonces Yoongi contuvo su instinto de decirle que esa canasta era dedicada para él, y ese instinto lo disfrazo acariciando el cabello de Jimin, alborotándolo un poco.

- ¿Nunca has pensado en tener el cabello rosa? -pregunto Yoongi al tiempo que empezaban a caminar a la salida.

- ¿Qué? -la risa de Jimin inunda los oídos de Yoongi y en ese momento, él reitera que es la risa más hermosa de todas.

-se te vería bien... no lo sé, inténtalo algún día

-tal vez... -dijo Jimin viendo su cabello castaño, y después vio el cabello de Yoongi, un poco anaranjado, y entonces se le vino una idea a la cabeza -si yo me lo pinto de rosa... ¿tú te lo pintarías de color menta?

Yoongi ríe ampliamente antes de empezar a caminar de espaldas para ver a Jimin a los ojos.

-lo haría.

- ¿en serio?

-a veces se hacen locuras... ¿no lo dijo Hércules?

-claro, "a veces se hacen locuras, por amor, Meg" -Jimin recordó aquella escena sonriendo- ¿Cómo lo recuerdas?

-recuerdo cada momento que paso contigo.

Aquella frase, hizo latir el corazón de Jimin fuertemente, Yoongi había sido tan sincero que no había necesitado de más palabras.

- ¿sabias que tengo al mejor amigo del mundo? -pregunto Jimin mientras seguían caminando, él frente a Yoongi.

Yoongi sonrió, sin embargo, esa sonrisa no llego a sus ojos, quizá era decepción, quizá tristeza, pero ninguna de las dos se sentía bien.

-claro que lo soy -dijo Yoongi, volviéndose a acomodar a un lado- ¿quieres comer?

Jimin asintió con una sonrisa, Yoongi y él siguieron caminando hacia su "restaurante" favorito (el cual solo era un puesto de comida rápida)

Ambos pidieron el mismo sándwich, pues una de las razones por las que ahora eran mejores amigos era este lugar.

Flashback

Yoongi entro a aquel lugar, formándose detrás de un chico un poco mas bajo que él, tenía el mismo uniforme de su escuela.

- ¿Cuál será su orden?

Yoongi escucho atentamente el pedido de aquel chico, era lo mismo que el tenía pensado comer, giro su cabeza un momento antes de escuchar lo siguiente.

-mierda... no me alcanza... -susurro el chico girando un poco su cabeza, Yoongi frunció el ceño antes de acercarse a él.

- ¿Jimin?

Jimin alzo la vista al reconocer la voz.

-Hyung... -dijo sorprendido mientras se enderezaba

- ¿necesitas algo?

-no, no, solo... no me alcanza -susurra mientras Yoongi veía a la cajera la cual no entendía para nada la situación.

-al pedido agréguele uno igual, ¿Cuánto es?

- ¿Qué? Hyung, no es... -dice Jimin y tan pronto inicia es interrumpido.

-lo estoy pagando para que comas conmigo.

Jimin abre los ojos enormemente, al tiempo que Yoongi pagaba todo, pasan unos minutos antes de que les den su comida y Jimin siguiera por detrás a Yoongi, quien tenia la bandeja de comida.

-Hyung... usted y yo no hablamos, además es el presidente de la...

-Siéntate -dijo Yoongi extendiendo la charola con la comida de Jimin -y no me hables de usted, no soy tan grande.

Jimin se sentó tímidamente y mantuvo sus manos en sus muslos nerviosamente.

-que sea el presidente de la clase no quiere decir que no puedas habar conmigo.

-Hyung, sin ofender, no habla con nadie.

-creo que si una persona quiere ser mi amigo debe hablarme primero.

- ¿usted no quiere amigos?

-te hable primero, ¿no?

Y en ese momento, Jimin lo miro como si fuera único en el mundo.

-come.

Jimin suspiro antes de empezar a comer, y mientras más pasaba el tiempo, mas se daba cuenta que Yoongi era una persona no solo inteligente, si no también amable y gracioso.

-gracias por pagar mi comida hyung, de no haber sido por su ayuda me hubiera quedado sin comer.

-no fue nada... espero que me lo pagues algún día... -Yoongi sonrío y Jimin empezó a reír, al mismo tiempo que asentía.

-lo prometo.

Y asi como prometió, al día siguiente le pago una comida, sin embargo, de alguna forma, se empezaron a frecuentar todos los días, los trabajos en equipo los hacían juntos, y era difícil no verlos en la escuela uno al lado del otro.

Fin del Flashback

-Jimin-ah -dijo Yoongi mientras acababa de comer, Jimin alzo la vista mientras seguía masticando

- ¿mm? -dijo con la boca llena a lo que Yoongi sonrío.

-te vez como una ardilla -empezó a reír y al momento Jimin le lanzo una servilleta mientras terminaba de masticar.

-grosero -dijo mientras hacia un puchero con sus labios, Yoongi paro de reír y se le quedo viendo, tomo una servilleta y la envolvió en su dedo antes de acercarse a Jimin y limpiar suavemente su mejilla, sus ojos clavados en la pequeña mancha, cuando la limpio, miro a Jimin a los ojos, quedando a la misma distancia.

-no te iba a decir eso... -susurra Yoongi manteniendo el contacto visual.

- ¿Qué me ibas a decir?

-eres lo mejor que tengo en la vida.

Jimin se sonrojo, mientras Yoongi seguía mirándolo a los ojos.

Confirmando que definitivamente era lo mas hermoso que vería el resto de su vida.