¿Un trato? ( 2 )

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Dos adolescentes de apenas quince años corrían por las calles de un pequeño pueblo alejado de la ciudad, el cual se encontraba oculto por alguna que otra montaña repleta de pequeñas arboledas que contribuían a purificar el aire.

_¡E-eres demasiado rápido!_Confiesa una joven pelirroja algo sonrojada mientras intenta recuperar el aliento que le fue arrebatado en aquella carrera imprevista_Con razón eres tan bueno en deportes.

_No es que sea bueno, es que tú eres muy floja._Aclara el de cabellos rubios cenizos con una sonrisa de satisfacción en su rostro al haber llegado primero a una de las máquinas expendedoras.

_Tan directo como siempre._Se quejó esta, aún apoyando ambas manos sobre sus rodillas, intentando regular su agitada respiración.

El inesperado toque de algo frío sobre la frente de la fémina le hizo formar una pequeña mueca antes de alzar la mirada, encontrándose con una lata de refresco gaseado, pero no cualquier refresco, ese era su favorito.

_Aquí tienes, recupérate._Fueron las palabras del rubio mientras sonreía con amabilidad, haciendo entrega de aquello que le había comprado.

_¡Te quiero Genos!_exclamó abriendo aquel envase antes de llevarlo a sus labios y dar un sorbo de aquel refrescante líquido_¿Ya te lo he dicho?

Asiente llevando una de sus manos al cabello de la joven, acariciándolo con cariño.

_Es que...después de todo..._sonrió observando aquellos orbes llenos de sinceridad e inocencia_eres importante para mí.

El chico no dijo nada, al menos no de forma inmediata, simplemente atinó a abrazarla dejando descansar su cabeza sobre la de ella, la quería y mucho, era su mejor amiga, se conocían desde que tenían unos ocho años pero eso no era todo lo que él sentía por ella y aún así nunca fue capaz de decírselo.

_Tú también, Ritsu..._murmuró de forma audible, estrechándola entre sus brazos_no sabes cuánto.

La de cabellos rojizos fue abriendo sus ojos con lentitud, apenas dicerniendo bien el lugar en que se encontraba. Lanzó un bostezo y se estiró un poco, no sabía cuánto había dormido pero de algo estaba segura, y eso era que no había descansado lo suficiente.

_Mentiroso._Dijo a nadie en particular o eso pensaba_¿Por qué tengo que soñar con recuerdos de hace años?

Se quejó arropándose nuevamente entre las sábanas, no había siquiera visto la hora pero su cuerpo le exigía seguir descansando.

_Así que, una parte de ti se niega a olvidarme.

Y fue esa gélida y profunda voz la que la hizo despertar por completo, sobresaltándose en aquella habitación, habitación que no era la suya, de hecho en su vida había estado en ella.

Dirigió su vista hacia aquella voz, la cual escuchó de cerca, muy de cerca para su gusto.

Aquellos orbes rojos la observaban con detenimiento, haciéndola sentir inesperadamente nerviosa. Allí esta su antiguo amigo, sentado en el borde de aquella suave y amplia cama, dibujando una sonrisa torcida en su rostro.

_¿Q-qué hago aquí?_Preguntó entre sorprendida y paralizada, sintiendo su corazón latir con cierto desespero.

_Todavía tienes ese mal hábito de dormir muy profundo._Respondió levantándose con calma, sin apartar la vista de su rostro, llevando sus piernas robóticas en dirección a la fémina, que se encontraba completamente confundida_No has cambiado nada, Ritsu.

Esta evadió aquella mirada colocándose en pie con rapidez ¿por qué apareció de repente para perturbar su paz? No lo entendía, pero a estas alturas tampoco le interesaba hacerlo, ayer lo había dejado claro, olvidaría todo de él.

My evil cyborg | Genos |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora