Anecdotario.

La primera vez.

Al día siguiente de lo que les conté anteriormente mi hermana y yo desayunamos como siempre. Me recordó lo de nuestro trato y me dijo que iría a hacer compras pero que hasta que ella volviera tenía que ver un video que ella había grabado.

Mi hermana es fanática del cine, por lo que no es casualidad que le regalaran una cámara para sus quince; y tampoco es casualidad que ella tuviera todo lo necesario para editar videos y armar cortos y largometrajes.

Fiel a su exactitud ella armó un video de una hora y media aproximadamente, y demoró en hacer las compras apróximadamente ese tiempo. Con algunos minutos de margen de error, ella llegó cuando su película había finalizado.

La película que me hizo ver era sobre bebés, un increíble recopilatorio (si tenemos en cuenta la época) sobre tutoriales sobre como cambiar pañales, sobre cómo bañar bebés, sobre cómo y qué darles de comer, etc. También había algunas partes donde aparecía yo de bebé siendo cambiado, o bañado, o jugando desnudo por ahí.

Ella había estado planeando ésto desde hace tiempo, sabiendo que yo el algún momento y por algún motivo caería en sus manos. Creo, por otra parte, que ella miraba todo eso a solas de vez en cuando añorando los tiempos en que me cuidaba a mi y deseando nuevamente tener a un bebé, a su bebé, en manos.

Cuando finalizó el video vino a decirme como íbamos a continuar. Me hizo beber bastante agua, (técnica que repetiría luego muchas otras veces) y me dijo que debía orinarme en los pantalones, como un bebé o niño pequeño lo haría; pero que le avisara cuando, que ella quería verme orinar.

Aunque intenté aguantar todo lo que pude, sabía que no iba a soportarlo mucho tiempo. Ella se mantuvo cerca y cuando la llamé porque no aguantaba más sacó su camara y comenzó a flmar.

Yo dejé salir todo, incluso unas lágrimas de coraje por la situación vivida. Ella filmaba todo: como mis interiores mojándose conforme la orina iba saliendo, atravesando mi ropa interior y mis pantalones como una humillante ola de calor; conforme mi vejiga se vaciaba iba subiendo el alivio y aumentaba la verguenza, mi ropa pesada, caliente y húmeda con la característica invasión de la orina que ya alcanzaba mis calcetines y comenzaba a mojar el suelo. No se cuánto duró, pero si que sentí cada uno de esos segundos.

Ella apagó su cámara y me indicó que fuera así mojado al baño, que me iba a bañar.

Llegamos y comenzó a desnudarme, cuando me tuvo así desnudo me dejó sentado en el inodoro y comenzó a llenar la bañera (tina). Me metió adentro y comenzó a enjabonarme y a fregarme con la esponja. No dejó parte sin tocar; lavó mi pene y me dijo que solo estaba apenas mas grande que cuando tenía tres años, cosa que me llenó de verguenza; agregó luego que mientras yo sea su bebé, nos íbamos a referir con diminutivos a mis partes intimas.

Continuó la limpieza, tomó mi pene y retrajo la piel, el prepucio, para lavármelo mejor y me dijo textualmente: "cuando eras pequeño el pediatra nos dijo que teníamos que tirar la piel de tu pitito para lavertelo, y para que no se haga algo que se llama fimosis. A partir de hora voy a tirarte la pielcita cada vez que pueda".

Cuando terminó de bañarme me envolvió en una toalla y me llevó a su habitación, me acostó desnudito en la cama y terminó de secarme lo que faltaba. Sacó un pañal y antes de acomodarlo me levantó las piernas y me aplicó una crema en mi coal recorriendo todo con detalle y con cuidado de no dejar nada, luego entre las piernas y finalmete alrededor de mis testículos;  tomó mi pito para pasar mas de esa crema por mis huevitos. Lo que sentí en ese momento me llevaría a situaciones miu particulares mas adelante. Seguido de ésto acomodó el pañal y lo cerró sobre mi vientre.

Me dijo que la crema era para después de bañarse o cuando me hiciera caca, que para lo demás habría talco, no se si eso eran buenas o malas noticias.

Mojé el pañal unas tres veces mas en ese día.