Soy el Príncipe Choi Yeonjun, hijo primogénito de Choi Minho y Kim Yongsun, Reyes del planeta MOA, ubicado en el 3er cuadrante de la galaxia Arcadia.
Y hoy, hoy es el primer día del resto de mi vida.
Se trata de mi cumpleaños número 23, la edad en que la realeza de mi planeta acostumbra emprende un viaje por el universo en busca de su alma gemela.
En cuanto la luz de la 3er luna que orbita a nuestro alrededor toca el cristal ubicado en el centro del jardín real, mi muñeca comienza a arder de una manera terriblemente dolorosa que me obliga a cerrar los ojos acompañados de una mueca y un inaudible quejido que no permito salir de mis labios.
Pocos eternos segundos después, abro los ojos y analizo el área afectada, observando la brújula color azul que se revela sobre mi piel rojiza, una especie de marca mágica que indica la dirección en la que se encuentra mi otra mitad.
Se trata de una cualidad única de la familia real de mi planeta, producto de miles de millones de años de evolución.
Lamentablemente la marca no es exacta, me guiará a través del universo en la dirección correcta, pero el encontrar a mi destinado está completamente en mis manos.
Una vez haga contacto con ese ser especial el tatuaje tomará una forma única que se duplicará en la muñeca de mi complemento.
Y así sabré que es la o el indicado.
No pierdo el tiempo, tomo algunas de mis pertenencias mas apreciadas, armas y, por supuesto, mi confiable emulador de apariencia, pues nunca se sabe de qué planeta será tu otra mitad, y me dirijo al puerto del palacio.
En medio de llantos de parte de mi madre y palmadas orgullosas de mi padre, parto en mi nave de última generación llena de provisiones para dos pasajeros rumbo al suroeste.
Me he preparado para este viaje toda mi vida.
Algunos afortunados encuentran a su alma gemela en días, incluso horas, como fue el caso de mi abuelo.
Muchos otros pueden tardar años recorriendo el espacio hasta encontrar a su otra mitad.
Me siento optimista, algo me dice que tendré suerte.
🪐🪐🪐
Paso la mayoría del tiempo soñando, intentando crear el aspecto de mi otra mitad en mi mente, y permitiéndome imaginar toda una historia de amor digna de ser inmortalizada en el más indestructible de los elementos.
Le doy forma en mi cabeza.
No tengo preferencias con respecto al género, en mi especie hace mucho que eso dejó de importar, pero algo me dice que se trata de alguien del sexo masculino.
Alguien lindo, hermoso, en realidad, con ojos brillantes como estrellas, y sonrisa dulce como el más exquisito manjar del planeta Iro.
Divertido e inteligente como ningún otro ser, piadoso y firme en sus decisiones sin importar qué, y tierno, tanto que me hará postrarme a sus pies con solo pronunciar mi nombre.
El más perfecto ser para gobernar a mi lado una vez mi padre decida ceder el trono
Y lo más importante, que me ame tanto como yo ya lo hago aún sin siquiera conocerlo.
🪐🪐🪐
He atravesado dos galaxias y una incontable cantidad de planetas, satélites y asteroides cuando al fin mi marca se mueve, indicándome un planeta azul que sé, gracias a años de estudios, se trata del planeta Tierra, ubicado en la Vía Láctea.
Un pequeño planeta joven, cuyos habitantes se encuentran constantemente en guerra entre sí, y agotando los recursos naturales que su mundo les ofrece.
El pensar que mi otra mitad se encuentra en ese planeta primitivo me provoca querer llegar aún más rápido para sacarlo de ahí lo antes posible.
Coloco el piloto automático con rumbo hacia el planeta azul, y me preparo para mi búsqueda.
Mi adrenalina se dispara, estoy a muy poco tiempo de conocer al amor de mi vida, no puedo más con la intriga.
Tomo la mochila que se compacta en mi bolsillo y comienzo a introducir armas, medicinas y alimento para varios días, ya que no tengo idea de cuánto tiempo estaré aquí.
Ya a unos kilómetros de llegar a la fuerza gravitacional del planeta tomo de nuevo el control de la nave, y dejo que la marca en mi muñeca me guíe al rededor de la órbita, hasta que al fin un rato después me permite saber exactamente en qué pedazo de tierra puedo aterrizar y coloco de nuevo el piloto automático para que lo haga por mi.
Abrochó mi cinturón de seguridad y comienza el rápido descenso.
Gracias a la alta tecnología de mi nave no siento más que unas cuantas sacudidas al momento de entrar a la atmósfera del planeta Tierra, y aterrizar en lo que según la computadora de la nave, se trata de un país llamado Corea del Sur ubicado en el continente asiático, de clima cálido en este tiempo y su atmósfera está conformada bastante similar a la de mi planeta por lo que podré respirar y desplazarme sin problemas.
Utilizo el emulador de apariencia que traje conmigo para colocarme un atuendo acorde al planeta.
Mi conjunto real de exploración es sustituido por unos pantalones azules de un extraño material rígido que no me termina de gustar, botas de combate bastante parecidas a las mías y en la parte de arriba una única prenda ligera color blanco con estampado.
La especie predominante son los humanos, seres de contextura y apariencia similares a la mía por lo que no veo necesidad de cambiar mi apariencia.
Ya preparado y con energías renovadas salgo de mi nave, que en seguida se camuflajea con el ambiente inhabitado al rededor.
Estoy listo para encontrar a mi otra mitad.
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Travesía espacial 🪐 (yeonbin)
Fiksi PenggemarSoy el Príncipe Choi Yeonjun, hijo primogénito de Choi Minho y Kim Yongsun, Reyes del planeta MOA, ubicado en el 3er cuadrante de la galaxia Arcadia. Y hoy, hoy es el primer día del resto de mi vida. ✨ 3 partes ✨ BL (Boys Love) ⭐️ Yeonbin Esta es un...