Grimorio De Los Sueños

En tus hombros

Me pregunto si existes aquí también.

La luz anaranjada del atardecer se hacía presente en el bosque, los rayos luminosos filtrándose entre las ramas le daban un toque especial al aura del lugar. Algunas hojas caían a causa del viento ligero, suficiente para que mi pelo se moviera rozando su cara.

Mientras camina me lleva en sus hombros, y la sensación de saber que está sonriendo de oreja a oreja sin necesidad de ver su rostro, es tan gratificante hasta el punto en que siento paz.

- mira esos frutos - apuntó con su mano derecha hacia un grupo de árboles que no medían más de 3 metros, su otra mano seguía sosteniendo firmemente mi pierna en su cintura. Estos árboles no tenían hojas y sus ramas delgadas parecían débiles, pero aún así sostenían varias semillas de color café oscuro intenso un poco más grandes que nísperos y similares a una pasa de uva en apariencia y textura.

Nos veníamos riendo desde quién sabe hace cuánto rato, así que entre risas le dije que nos acercáramos más a uno de esos peculiares árboles, nunca había visto esta especie.

Es el mismo chico de siempre, el mismo pelo, el mismo tono de piel, la misma contextura, ese ancho de sus hombros, su risa que te hace sentir como si te hicieran cosquillas debajo del agua, suave y tan risueña al mismo tiempo no sé como explicarla, es liviana y por alguna razón me da mucha risa. No veo su rostro... pero no tengo la necesidad tampoco.

Es él.