¡Ooooh por Dios!- Y ¿ahora que hago? ¿Por qué esta aquí? ¿Por qué yo? Maldición, quiero salir corriendo pero no puedo hacerlo. Sería muy infantil, ¡auxilio!
Le tomo la mano, una corriente recorre mi brazo y no puedo evitar sonrojarme.
- ¿I-iiam? ¿Cómo estás? ¿Qu-qué haces aquí? - no puedo dejar de temblar y mi cabeza da vueltas.
- Bien primita, pues la tía Susan me envió por ti. ¿Nos vamos? - me mira con esos ojos grises e intensos.
Mmm... ¡Oh que sexy!- Antonella es tu primo - me regaña mi conciencia, ¡joder! Sofi me da un pequeño golpe en las costillas.
- ¡Ah Iam, ella es mi amiga Sofia! Y Sofia, ¡él es Iam mi primo! -sonrio tratando de disimular mis nervios.
- ¡Un placer! - se dan la mano y Sofi lo mira coqueta - Bueno princess, nos vemos mañana -
Y ahí va mi amiga, dejándome sola con este Dios griego...
- ¿Antonella nos vamos? ¿Quieres ir por un helado? - no quita su mirada de la mía.
- Si claro, por aquí cerca hay una heladería. - sonrio tímidamente.
Me levanto de la banca, vamos hacia su Jeep; al llegar me abre la puerta del copiloto y me ayuda a entrar. Da la vuelta por el frente y se sube al siento del piloto.
Enciende el motor y su rugido me avisa que nos estamos adentrando a la autopista. Estoy recostada a la ventanilla, mirando pasar los autos, el silencio es incómodo hasta que paramos por un semáforo en rojo.
- Mmm... ¿Y qué me cuentas Antonella? ¿Las clases? ¿Algún Novio? - su sonrisa es algo pícara.
Lo miro y me esta mirando fijamente, esperando mi respuesta. El semáforo se coloca verde y el avanza.
- En realidad nada interesante; pues bien se me da bien lo de las notas y no, ¡no tengo novio! - encojo los hombros y bajo la mirada apenada - ¿Y tú primo que me cuentas? ¿Qué te trae por estos lados? - digo nerviosa.
Su mirada está fija en la carretera, sus manos aprietan el volante y sus labios son gruesos; como me gustaría poder probarlos -¡Cállate, Antonella! Es tu P-R-I-M-O o ¿no te acuerdas?- Me grita mi consciencia, -bueno en realidad primos no, te recuerdo que no compartimos la misma sangre - le digo a mi conciencia. Sus voz me saca de mis locos pensamientos.
- Pues, obviamente estoy aquí por la boda de Kate - trata de disimular una risa - y ayudaré al tío Billy con varios negocios; así que estaré unos cuantos días por aquí - dice con toda confianza.
Si soy torpe, claro la boda de Kate es en dos semanas y rayos después de eso se quedará. Definitivamente mi vida será un infierno, por Dios me gusta desde que soy una niña y ahora está más sexy que nunca.
Llegamos a la heladería, por el auto servicio pide un helado de pistacho con menta para él y uno de chocolate con galleta para mí. No lo puedo creer recuerda mi helado favorito y sonrió como una estúpida.
- ¿Aún recuerdas mi helado favorito? - por qué me siento tan nerviosa y bajo mi mirada hacia mis manos.
- ¡Si, Anto! No es fácil olvidar las cosas, cuando se trata de ti - su mirada es penetrante.
- ¡Bueno, si tu lo dices! - digo tratando de cortar la conversación.
No puedo negar que ese comentario me puso nerviosa. ¿Quiere decir que me ha pensado estos años? No seguro es por cariño; él nunca me vería como yo lo veo. Esta mas claro que soy una niña a su lado.
Estaba tan metida en mis pensamientos, que no me había fijado que el auto estaba entrando a la mansión Black.
Cuando se detuvo frente a la entrada de la casa, abrí la puerta y me baje del Jeep; él venía detrás de mí sin decir nada. Abro la puerta y dejo las llaves de la casa en la mesita de la entrada.
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Apostando
AksiBasada en hechos reales y ficticios, donde el amor, el odio y los secretos definirán una aventura que nunca debió comenzar. Una historia que te invitará a leer, más y más para descubrir junto a los protagonistas un mundo que los unirá o los hará se...