One-shots porque no sé hacer otra cosa

🌼Campo de margaritas 🌼

Dedicado a @Galaana_21

Él me lleva cogida de la mano, la gente nos mira, murmuran estupefactos pero no me importa, al fin y al cabo, él está conmigo. Me mira y me sonríe y el resto del mundo parece desaparecer. Sus ojos café se centran en los míos grisáceos y su mirada solo desprende amor. Abre los labios y habla...

Caroline...

Caroline...

–Caroline Sein, ¿le apetece compartir sus pensamientos con el resto de la clase?–salgo de mi burbuja de pensamiento y miro a la profesora como si le hubiese salido un cuerno en la frente.

¿Qué está diciendo?

–Eh... ¿Qué?–pregunto un poco perdida y la clase estalla en risas

Cómo odio a los adolescentes, de verdad.

Bajo la mirada avergonzada y escucho a la profesora suspirar.

–Caroline, no llevamos ni un mes de clase y ya estás por las nubes, ¿algo qué decir?–pregunta irritada.

Pues que estaba en la mejor parte de mi fantasía y usted me la ha fastidiado, muchas gracias...

No digo eso, obviamente, simplemente me quedo callada y niego con la cabeza, aún mirando hacia abajo, de repente mis fila se han convertido en una imágen muy interesante.

La profesora sigue con su clase de... no tengo ni idea de qué es... y yo intento volver a mi ensoñación con mi principe azul, lo dicho, intento porque mi compañera de al lado me da un codazo ganándose un pequeño gruñido por mi parte y toda mi atención.

–¿Con quién estabas soñando?– Paola, mi compañera, me pregunta con una sonrisa coqueta–A que estabas soñando con Mario–dice, más bien afirma.

–Shhh, cállate, te va a oír–miro por encima de mi hombro hacia dos filas de pupitres atrás donde mi hermoso príncipe Mario Criado se sienta con su burro de mejor amigo Carlos Ríos.

A ver, Mario Criado es mi crush desde primero de la ESO y estamos en tercero... Oh dios, estoy super enganchada a este chico, pero, ¿quién me puede culpar? Este chico es la divinidad en persona. Tiene unos ojos café preciosos y unos labio.... Ahh... Me derrito solo de pensar en esos labios tan bonitos como irresistibles.

De nuevo me vuelven a sacar de mis pensamientos, solo que esta vez es incluso peor. Mario deja de hablar con Carlos para mirarme a mí. Sus ojos penetran en los míos con fijación y algo que detecto como desagrado. Desvío la mirada de inmediato sintiendo como mis mejillas empiezan a arder. Lo hago tan rápido que mis gafas amenazan con caerse del puente de mi nariz.

Hay algo que no he dicho y es que... No es que tengamos la mejor relación del mundo. Lo explico, él es algo como lo que se dice popular y yo, pues yo soy más bien la que anda detrás de él. Algo así como una acosadora que se muere por sus huesos. Pero acosadora lo que se dice acosadora no soy. Solo lo observo siempre que puedo, pero eso no es ser una acosadora, ¿a que no?

El caso, que él solo sabe que me llamo Caroline y que vamos a la misma clase de pura suerte. Apenas hablamos y cada vez que lo hacemos es la conversación más ridícula e incómoda que he tenido.

Paola me mira y se ríe por lo bajito.

¿Pero y esta de qué se ríe?

Esta vez soy yo quien la arrea un codazo y deja de reirse sobandose el punto golpeado.

Va a quejarse cuando suena la campana salvándome de lo que se le pueda ocurrir.

Supongo que he sido salvada por la campana... Jajajajajaja, okay no.