Si estuviera en una situación diferente, hubiera puesto la canción de party in the usa al momento de aterrizar pero no, me toca venir aquí por una mala situación. Desbloqueé una vez más mi teléfono para buscar el número del taxi que mamá pidió que estuviera fuera del aeropuerto para llevarme al campus, 558, perfecto, bloqueo.
Este aeropuerto es tan grande, estoy segura que perdí una hora en solo salir del avión y buscar mis maletas, de hecho estaba por pelearme con una señora por quererse llevar mi maleta
-Niña soy mayor, sé que cosas me pertenecen- y jalaba para irse
-Señora, yo creo que le debe faltar aumento a sus lentes, a los míos no, y creo que su nombre no es Michelle Evans- le respondí enseñándole el tag que mi madre me hizo ponerle a cada una de mis maletas, la señora se apenó y me pedía disculpas, esto es lo que viene con llegar a una ciudad grande. Ya con mi maleta y mochila rojo oscuro voy caminando a la parada de taxis, ¿Cómo alguien le pregunta a un taxista que tiene una reservación con ellos? Así que solo sacó mi teléfono y se lo enseñó al taxista cuando me encuentro enfrente de él
-Buenos días jovencita, suba, yo le ayudo con su equipaje- dice el taxista con una sonrisa en su cara
-Gracias- le digo en voz baja, subirme al taxi me cuesta más de lo que pensé tengo que respirar tantas veces y recordarme de que todo estará bien, que estaré bien, que no me pasará nada
-Universidad de Los Angeles, ¿allá nos dirigimos, cierto?- pregunta mirándome por el pequeño espejo de enfrente
-Si- le respondo secando mis sudorosas manos de mis rodillas
-Perfecto, hay mucho tráfico en las mañanas, si tiene prisa puedo acelerar sin ningún problema, nomás dígame, señorita- dice cuando arranca el auto, me congelo en solo escuchar la palabra "acelerar"
-No, no tengo nada de prisa usted maneje bien, por favor- le digo con voz temblorosa, y él solo asiente.
¿Quien me creía cuando decidí venir aquí? El tráfico está de locos, carros se sacan la vuelta y pitan entre ellos, tengo mis nervios de punto, siento que en cualquier momento voy a vomitar o fallecer
-¿Señorita se encuentra bien?- pregunta volteando a ver
-Señor por favor deje de ver y ponga sus ojos en el camino- le digo muy preocupada
-Pues no hay nada que ver ya que ya llegamos- me dice señalando con su dedo hacia afuera solo hago un "oh" en mueca
-Muchas gracias, ¿Cuánto es?- cuando terminó de preguntar el ya está fuera del taxi y así lo hago también, él ya se encuentra con mis maletas
-Ya está pagado, mucha suerte- me dice sonriendo, es un tipo agradable
-Muchas gracias- le digo para tomar mis cosas y tratar de hacer mi camino hacia alguien que trabaje aquí, pero la escuela es tan grande que estoy segura que me voy a perder.
Al fin puede encontrar la oficina de registración, hay una señora muy bien arreglada detrás de una escritorio, es la única aquí ¿Dónde estaban los demás? Me acerco más a ella pero no se ha percatado que estoy yo ahí, así que carraspeó mi garganta, apenas y voltea a ver
-Perdió su llave obvio- susurra para ella pero la pude escuchar perfectamente
-No perdí nada, de hecho soy nueva aquí- le digo y ahora sí me mira bien y sonríe
-¿Nombre?- pregunta con una sonrisa falsa en su cara
-Michelle Katherina Evans- le respondo, ella asiente y las teclas inician a sonar, llama por teléfono y me hace una señal de que espere un momento, respondo con un pequeño okay, tomo mis lentes y los limpio, ya que tenían salpicadas de lágrimas en ellos
-Perfecto, señorita Katherina-
-Michelle, por favor- la interrumpo ella hace una mueca de impaciencia
-Bueno, Michelle- larga cada letra de mi nombre, obviamente molesta
-La Señora Aziz, encargada de los dormitorios vendrá por usted en cualquier momento para llevarla a su dormitorio asignado- me termina de decir
-Muchas gracias- le sonrió
-A ti por escogernos a nosotros, ahora sí gusta puede esperar en esas sillas por ella- me indica, le hago caso, tomo asiento y me dedico a observar mi alrededor, la alfombra café bien cuidada, paredes blancas, diferentes pasillos que no tengo ni idea a dónde se podrían dirigir, lo que llama mi atención es que casi no se mira gente, se supone que la escuela inicia este lunes ¿Dónde está todo el mundo?
-Señorita Evans- y aplauden enfrente de mi nariz lo que hace que de un pequeño brinco en mi asiento, levanto la mirada y una señora de tez morena con ojos verdes más verdes que los míos me esta mirando
-Lo… lo sien..siento- carraspeó y vuelvo a repetir -Lo siento, no la sentí llegar- ahí está mucho mejor Michelle, la señora se cruza de brazos y asiente varias veces con su cabeza
-Soy la Señora Aziz, vamos te llevaré a tu dormitorio- sonríe, me hace un gesto con la cabeza y mano en señal de que la siga, así lo hago.
Sigo sin toparme con personas, ¿Estoy en el lugar correcto? Si mamá estuviera viendo esto me llevaría devuelta a Utah
-¿Por qué decidió venir a mitad de año?- pregunta la señora aziz
-Cosas muy personales- le respondo con la vista agachada
-Oh- solo escucho que dice.
No volvió a hablar más y todo el tiempo se escuchaban las ruedas de mis maletas en el pavimento, quise por muchas veces poder cargarlas y que nada se escuchara
-Buenos días Frank, tenemos a otra- saluda a un guardia se seguridad que se encuentra sentado en una silla azul que combina con su gorra
-¿Que tal jovencita? Bienvenida- me da una cálida sonrisa y se la devuelvo
-Gracias- le respondo
-Vamos señorita Evans, que si tenemos suerte encontramos a su compañera de cuarto- abre la puerta para mi, toma una de mis maletas para ayudarme a subirnos en el elevador, no había pensado en eso, una compañera de cuarto, viviría con una desconocida, desconecto un poco cuando el elevador anuncia que hemos llegado al tercer piso, las dos salimos, en el corredor no se encuentra nadie, las grandes ventanas a mi derecha me dan buena vista al campus, La sra Aziz se detiene enfrente de una puerta café y revisa en sus papeles algo, hace una mueca de desagrado
-Bueno, aquí es, 248- avisa y me giro hacía ella, no se si son los nervios o el aire acondicionado pero siento como los bellitos en mi nuca y brazos se erizan, abre la puerta
-Becky, hola, ¿Me extrañaste?- habla una voz femenina en el otro lado, todavía no está muy abierta así que no puedo ponerle cara a la voz, ni la voz me puede ver
-Te extrañé tanto que, ¿Que crees? te traje a una compañera- la señora Aziz me jala mientras abre la puerta, la chica abre muy grande sus ojos cafés, puedo sentir como me mira de arriba y abajo, su mirada desagrado se nota muy rápido que no me quiere aquí, deja de mirarme e inicia a reírse
-Esto es una broma, Becky, verdad?- pregunta muy desesperada
-No- dice firmemente
-Mi papá tiene que saber de esto, compermiso- me dice para pasar por la puerta, Aziz me empuja adentro del pequeño departamento
-Gab trata todo lo que quieras pero esto- dice apuntandome ¿Debería no ofenderme por cómo me miran y se dirigen a mi?
-Fueron ordenes de tu mismo padre- la chica morena de cabello oscuro deja de caminar, se da la media vuelta cruza sus brazos por su pecho
-No tiene el derecho- dice con voz más tranquila
-Es lo que pasa cuando no cumples con tus promesas, ahora te toca estar acompañada- le dice acercándose a ella, dicen algo pero no logro escucharlas
-Bueno pues presentense- nos habla, la veo y levanto mis cejas dándole a entender que ella puede ir primero, rueda los ojos y al final habla
-Hola, soy Gabriella Montgomery- dice sin apartar su vista de mi
-Michelle Evans- le digo, su apellido me suena mucho pero ¿de dónde?
-¿Le dirás las cosas que gozas en este departamento como hija del director o las digo yo?- le pregunta, Gabriella la mira con cara de que la va a matar, pero, mi compañera de habitación es hija del director
-No voy por ahí diciéndole a todo el mundo quien es mi papá Becky- le dice y está solo sonríe
-Tengo, bueno tenemos baño y cocina, somos las únicas que lo tienen así que no te tienes que levantar extra temprano para alcanzar a bañarte- habla de mala gana
-Muy bien creo que mi trabajo aquí está más que hecho, Michelle este es tu horario, la llave del dormitorio, y tu nueva credencial estudiantil, una vez más bienvenida- me sonríe, se despide de amabas y se va, dejándome con la desconocida y mis dos maletas, me quedo viendo alrededor, paredes verdes, un pequeño sofá blanco, una mesa con dos sillas alrededor blancas
-Bueno, creo que debería pasar al cuarto y separar las camas ya que dormía en las dos juntas- sonríe
-Si de verdad te molesta puedo ir a pedir un cambio- le digo mordiéndome mi pulgar
-Gracias, pero hagas y haga lo que sea el señor Montgomery no cambiará su decisión- dice con tristeza en su voz y mirando hacia la nada
-Lo siento- le digo y ella solo me sonríe
-Si, también tengo que darte tu closet, tenemos cosas que hacer-.Y si que hubieron muchas cosas que hacer, separar la cama de cada quien tomó toda mi energía, ya que he dormido muy poco y no he comido nada, ahora solo estoy sentada mientras la veo sacar su ropa de mi closet mientras hace una u otra pregunta
-Gabriella- llamo su atención
-Dime- dice mientras descuelga más ropa, se mira muy chistosa ya que ella es corta de estatura
-¿Porque no hay ningún estudiante si las clases inician en dos días?- le pregunto, ella tira su ropa en la cama y me mira con sonrisa burlona
-Las clases inician el miércoles Michelle- me avisa, me quiero golpear la cara, aunque por un lado me siento agradecida que salí muy pronto de aquel infierno
-Lo siento yo creí que en todo el mundo las clases inician en lunes- le digo mientras me trato de echar aire con mi mano, ella mira mi acción y prende un ventilador y lo pone en mi dirección
-Gracias- le digo mientras me agarró el cabello en una coleta alta
-¿De dónde vienes, me dijiste?- pregunta sacando las últimas prendas
-Ogden Utah- le respondo
-La chica que vive donde neva la mayoría del año, si buena suerte con el verano en California- me dice, si no tenía suficiente razones para estarme preguntando si tome la decisión correcta ella me da más razones
-Ya está, ya puedes acomodar tus cosas- me deja saber, le hago caso, tomo mi maleta y la dejo sobre la cama para abrirla y sacar mis cosas para ir acomodando
-¿Eres hija única?- pregunta y niego con la cabeza
-Tengo un hermano que es menor que yo, ¿Tu?- le pregunto, de verdad estoy hablando más con una extraña de lo que he hablado los últimos ocho meses, tengo que hablarle a mi psicóloga acerca de esto, ella estaría muy orgullosa de mi
-Tengo un medio hermano- dice -De echo estudia aquí también, que descarado mi padre- agrega riéndose
-¿La llevas bien con él?- pero a mí que me importa eso, pero aquí estoy preguntando cosas
-Si, es buen tipo- dice
-Oye como que es raro que hayas llegado así en medio del año escolar- aquí va a arruinar el momento
-Es lo que pasa cuando hay muchos problemas personales- le dejo saber
-Bueno todos huimos de algo alguna vez- la volteo a ver y su mirada está fija en el muro de enfrente
-Oye Michelle- regresó a este mundo y me habla
-¿Si?- le respondo
-Ven siéntate- así lo hago
-Por favor no le digas a nadie que soy la hija del director- me súplica
-No te preocupes, no hablo con nadie- le respondo y ella me sonríe
-Gracias- responde
-Mira, si quieres ya acomode toda mi ropa y todavía me sobra espacio, puedes usarlo- le digo volteando a ver mi closet
-¿Fue todo lo que trajiste? Sabes que estarás aquí por varios meses, ¿Verdad?- me pregunta muy preocupada
-Si, es todo lo que necesito- ella solo me mira como preguntándose de dónde salí.Pasamos el resto de la mañana y un poco de la tarde hablando, si hablando, yo hablando con otra persona, después alguien la llamó dijo que era su medio hermano y se fue, me quedé sola, comí, me bañé, avisé a todos,y por todos me refiero a mamá, papá, Florencia que ya estaba instalada, mamá respondió con muchas preguntas, después de un rato en decidir también se lo dije a Athel, llamé al buzón de Jadon, y acabo de terminar de hablar con Stella y está orgullosa del gran paso que di hoy que fue hablar con una persona que nunca en mi vida había visto, ahora ya debajo de las sábanas, en pijama el cansancio se está apoderando de mi y después de mucho siento que ahora si podré dormir.
Despierto un poco más cansada de lo que había estado el día anterior, tomo mi teléfono para ver la hora 8:30am, wow de verdad si estaba cansada ya que no desperté ni un momento en la noche, volteo a la cama del lado, está desecha pero no está nadie, cuando me pregunto dónde puede estar, entra a la habitación bebiendo agua, lleva ropa deportiva negra, ¿Habrá dormido con eso puesto? ¿No sería incómodo?
-Oh hola, perdón, ¿Te desperté con mi ruido? Es que acostumbro a hacer ejercicio en las mañanas- dice mientras se sienta sobre su cama y suelta tu cabello, ejercicio por las mañanas, eso explica lo de la ropa
-No, no te preocupes, soy de despertarme temprano- le digo mientras me doy la vuelta en mi cama, ella se levanta y luego me mira un poco nerviosa, camina de aquí para allá
-¿Pasa algo?- le pregunto
-Si- dice jugando con sus dedos luego voltea a verme
-¿Quien es Jadon?-
ESTÁS LEYENDO
COLORS
RomanceDesde que somos pequeños siempre nos han dicho que el color rojo es el color del amor, y si nos ponemos a pensar, esto incluso resulta lógico, las pasiones tienen que ver con la sangre y ésta es roja y así sentía amarlo, era sentir las mejillas roja...