Mi hijo y esposas

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Camarote 204

Kika y Tefi seguían peleando sobre quien tenía el mejor equipo, parecían dos nenas peleándose por un juguete. En ese momento alguien tocó la puerta, era Melody. Tefi la abrió y la dejó pasar

-Tefi: ¿Qué preferís? ¿Equipo Tefi o Lado Kika?

-Kika: ¿Quién dijo que mi equipo se llamaba así?

-Tefi: Yo

-Melody: Me da lo mismo

-Tefi: Viste, me prefiere a mí

-Kika: ¿De dónde sacaste eso? Está de los 2 lados

-Melody: Chicas, ¿Y Amado?

Tefi y Kika respondieron sin pensar, solo dijeron lo que sabían para seguir con su argumento. Dijeron a la misma vez de de la forma más seca y rápida

-Tefi y Kika: Desapareció.

-Melody: ¿¡Qué!?

Las 2 se dieron cuenta de lo que habían dicho y reaccionaron al instante. Tefi dijo nerviosa

-Tefi: Es una forma de decir...

-Melody: ¿¡Decir qué!? ¡Lo único que escuché es que mi hijo desapareció!

-Tefi: Gordi... A lo que nos referíamos era a que...

-Kika: Desapareció con Mar... Porque se fueron corriendo al parque infantil

-Melody: Yo estaba en el parque infantil. Chicas, no me mientan

Kika y Tefi se miraron entre si, no sabían cómo explicar donde estaba su hijo. Repentinamente, sonó otra vez la puerta, pero esta vez era Rama, ya que, era el único de los chicos que no había ido a buscar a Mar y a Amado porque se quería quedar cuidando a Kika y a los morochos. Kika fue a abrirle

-Rama: Hola mi amor...

Dijo mientras le daba un beso a Kika

-Rama: ¿Qué pasa?

De repente, Rama vio la cara de Melody, la cual estaba llena de lágrimas

-Rama: Mel, ¿Por qué llorás?

-Melody: ¿Vos sabés algo sobre lo de Amado?

-Rama: ¿Se lo contaron?

-Melody: ¿¡Qué me tenían que contar!?

Todos se quedaron en silencio, no querían preocupar más a Melody, ella no tenía ni idea de donde estaba Amado

-Melody: Decime lo que sabés... ¿¡Por qué todo el mundo sabe lo que le pasó a mi hijo y yo no!? ¿¡Por eso es que todos actuaban tan raro!?

Izquierda

Tacho y Luca agarraron una silla de plástico verde que había ahí para subirse por la pequeña ventana que había en ese baño

-Tacho: No estoy muy seguro de esto. Digo, la silla se puede caer y nos podemos romper un brazo

-Luca: Puede ser que la silla no sea la cosa más estable o elegante del mundo, pero es lo que tenemos. Y además, creo que nos han pasado cosas peores

-Tacho: Sí, pero..

-Luca: Callate y subí

-Tacho: ¿Yo voy primero?

-Luca: Sí

-Tacho: ¿Por qué no vas vos? ¿Y si hay marea alta? Se puede ir de lado la silla y nos caemos del barco

-Luca: ¿Podés montarte en la silla y entrar de una buena vez?

Tacho lo miró y se montó en la silla. Después de mucho esfuerzo, logró entrar por la pequeña ventanilla. Ya del otro lado, le hablaba a Luca

-Luca: ¿Caíste bien?

-Tacho: Sí

-Luca: ¿Te rompiste algún hueso?

-Tacho: Que pendejo que sos. Dale vos

Luca se montó en la silla y bajó al igual que Tacho. Salieron a la pista de baile del 18

-Luca: ¿Vos buscás por allá y yo por acá?

-Tacho: Ok. Vamos rápido para seguir buscando en otros lugares

Justo cuando iban a empezar a buscar, se abrieron la entrada. Se habían olvidado que era sábado y el lugar abría a las 7:00 pm. Los que abrieron las 2 grandes puertas fueron los guardias de seguridad. Tacho y Luca se escondieron atrás de una mesa lo más rápido que pudieron, pero lo que no sabían era que los habían visto. Los señores fueron cada uno por un lado, para agarrar a cada uno de los chicos y ellos seguían pensando que no los veían. Los guardias agarraron a Luca y a Tacho por la parte de atrás de la camisa, los subieron a los 2 y los llevaron cerca de la entrada

-Luca: Lo podemos explicar...

-Tacho: Sí, un alma en pena secuestró a una amiga nuestra la estamos buscando

-Luca: Su novio es amigo nuestro y estamos ayudándolo nada más. Nos tiene que creer

-Señor: No nos tienen que dar explicaciones a nosotros

-Tacho: Ahh, que bueno, yo sabía que nos iban a dejar ir

-Luca: Sí, son lo más

Dijo mientras le ponía la mano en el hombro a uno de los guardias y él lo veía con una cara de asco y despreció. Luca, al ver esto, la quitó rápidamente y sonrió nervioso

-Señor: Sí, no nos tienen que dar explicaciones a nosotros, se las tienen que dar al juez

-Luca y Tacho: ¿¡Qué!?

Los guardias les pusieron a cada uno esposas y los llevaron hasta una pequeña comisaría que había en ese gran barco

Juan Cruz VuelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora