𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐍𝐎𝐓𝐄𝐒. ━ Taehyung. ✓

Capítulo 12.

Taehyung 😺

──¿Por qué te estás escondiendo
de mi?
09:39.

──¿Quién dijo que me estoy
escondiendo de ti?
09:39.

──Te vi salir corriendo de mi
hace menos de dos minutos.
09:40.

──Es porque tenía que ir
al sanitario, nada personal.
09:40.

──¿Y los demás días también
tenías qué salir corriendo a
algún encuentro?
09:40.

──Aunque no lo creas, sí.
09:42.

──¿Dónde estás?
09:43.

──¿Por qué?
09:43.

──Quiero verte.
09:44.

✓✓visto 09:46.

Suspiró lanzando su bolso al escurorio que había en el viejo laboratorio de química en donde solían guardar las cosas que no cabían en el nuevo, se pasó las manos por el cabello tratando de disminuir el ritmo de su corazón y soltó el aire que estaba conteniendo dejando el teléfono apoyado en uno de los mesones.

── ¿Que haces? ¡Tonta! ¡Tonta! ──se reprendió, dejando su frente apoyada contra la pizarra acrílica en la pared principal── Se supone que te gusta, ¿Por qué estás huyendo de él entonces?

No lo sabía, no sabía porque demonios estaba huyendo del chico si se suponía que le gustaba mucho. Desde que se encontraron en persona Jerin no hacía nada más que huir de él cuando lo veía por el campus o acompañado de Jimin y su mejor amigo; se sentía nerviosa y aunque ya había hablado con Jungkook sobre superar sus inseguridades, le resultaba algo difícil de hacer y sobre todo teniendo en cuenta que Taehyung era hermoso.

Porque lo era y eso la hacía sentir insuficiente para él.

Muchas veces había dicho que las apariencias no importaban, pero en el fondo sabía que para ella era algo importante que abría heridas viejas que no hacían más que doler, quería olvidarlo y hacerle frente a sus creencias sin tener que preocuparse por su físico aunque a veces le resultase completamente imposible. Estaba trabajando en eso, con ayuda de Jungkook lo estaba haciendo y sí, le gustaba Taehyung, pero también quería sentirse suficiente para él.

No se dio cuenta en qué momento la puerta del salón fue abierta sino hasta que está emitió ruido al ser cerrada, se giró saliendo de sus pensamientos y se encontró de frente con el rostro de Taehyung. Estaba de brazos cruzados, apoyado en el marco de la puerta con sus ojos puestos en ella y los labios ligeramente curvados hacia arriba.

Se asustó de verlo ahí.

── Ay Dios mío. ¿Acaso te teletransportas? ──le preguntó poniendo su mano en su pecho.

── Jungkook me dijo donde estabas. ──resolvió las dudas de la muchacha, viéndola fijamente.

── Ese hijo de su mamá. ──murmuró maldiciendo a su mejor amigo, se recompuso rápidamente── Entonces... ¿Qué quieres?

── Verte, te lo dije antes de que me dejaras en visto. ──esta vez la miró con mala cara, se separó de la puerta avanzando un poco── Ahora, ¿Por qué estás huyendo de mi?

Jerin sintió sus piernas flaquear cuando lo vió avanzar hasta ella y como acto reflejo retrocedió chocando su trasero con el borde del escritorio, aguantó el aire en sus pulmones cuando Taehyung quedó frente a ella, le dedicó una mirada de advertencia cuando sonrió de medio lado y trató de no desviarse del tema y caer en la forma que tenían sus labios.

── No estoy huyendo de ti. ──le dijo con voz firme, rezando porque sus piernas no le fallaran en ese momento── Y si no te importa, me gustaría tener mi espacio personal justo ahora.

── ¿Entonces por qué corres cuando me ves? ──alzó su ceja── Te devolveré tu espacio cuando me respondas.

── ¿Qué demonios...? ──se calló cuando lo vió avanzar aún más.

Las manos de Taehyung se posaron en el borde del escritorio detrás de Jerin y su rostro quedo a centímetros del de la chica. Tragó en seco, mirándolo con la barbilla en alto debido a la diferencia de estatura y cuando el chico sonrió de lado viéndola por debajo del cabello que caía en su frente se dijo mentalmente que de esa forma debían lucir los ángeles.

O los demonios, no sabía.

── Salgamos. ──mencionó, viendo como lucía tan pequeña atrapada entre sus brazos.

── Perfecto, podemos ir a un lugar donde haya más gente. ──sonrió delatando sus nervios── Al campus quizás.

Taehyung rió entre dientes, acercándose más. La castaña se alejó, echando el cuello hacia atrás y sintiendo como filo del escritorio comenzaba a molestarle en su trasero. Apretó las manos en puños y trató inútilmente de controlar las ganas que tenían estás de temblar.

── Quiero decir que salgamos en un cita. ──le explicó mirando sus ojos, amaba esa parte de ella── ¿Qué dices?

── ¿Qué? ──parpadeó sorprendida por la repentina propuesta, sintiendo en su estómago un zoológico.

── Quiero que tengamos una cita. ──repitió de nuevo, sacando un mechón de su cabello de su rostro y colocándolo detrás de su oreja.

No pudo evitar temblar.

── Sabes que esas cosas no me van. ──murmuró como pudo, viéndolo directo a sus ojos.

── El amor no es tan malo, Jerin. ──le sonrió, acercándose hasta su oreja. La castaña tembló cuando escuchó su voz ronca decirle:── Déjame enseñarte lo bueno que puede ser.