Obligado

19 1 1
                                    

 Devin.

Lo primero que veo al despertarme son pilas y pilas de papeles.
Deje demasiado trabajo acumulado para último momento, otra vez.
Me duele el cuello por dormir sobre mi escritorio, las estadísticas y presupuestos me rodean causándome dolor de cabeza.
Dormir en mi oficina nunca es buena idea.
Me tomo un momento para retomar la energía y seguir mi trabajo, al menos debo dejar esto en orden.
Cuando por fin he vuelto a mi ritmo de trabajo un ruido me desconcentra, escucho las puertas abrirse y rezo porque no sea quien pienso.

—¡Devin! — maldición— me alegra que sigas aquí, pensaba que habías ido a casa.

—Me quede dormido, solo quiero terminar estas páginas y me iré ¿necesitas algo?

—Tengo un pequeño favor que pedirte— miro la falsa expresión de inocencia con cansancio.

—¿Dime que cosa innecesaria para el bar compraste ahora? No me pagas lo suficiente por encargarme de que no tires nuestro dinero a la borda.

—No es eso, al menos no esta vez, puedes preguntarles a John y a Sídney, lo estoy haciendo bien- sonríe con orgullo- es otro tipo de favor.

—Al punto Alister, estoy ocupado— se sienta en el sillón de la izquierda.

—¿Recuerdas el encargo que hice de nuestra publicidad?

—Desde luego, tuve que encajarlo en los gastos de último momento recuerdas- le sonrió con falsa alegría— ¿qué pasa con ello?

—Tenía la curiosidad de que tan alta era la posibilidad de que fueras a revisar eso— levanto la vista de la pantalla incrédulo— ya sé, no me mires así, dijiste que ibas a pasar por Chesterfield en unos días y, ya que estas ahí pensé que podrías hacerlo de paso.

—Sí, dije que iba a pasar por Chesterfield por asuntos personales, ¿hay algo en la palabra "personal" que no está claro? ve tú, Sídney o John, no tengo tiempo para eso.

—No tienes tiempo porque te la pasas dando vueltas en los parques sin hacer nada, solo te pido una rápida revisión, que se mira bien en persona y listo, tardaras una hora a lo mucho.

—No es mi trabajo, como te dije Alister, solo me encargo de llevar tus cuentas, no tengo nada que ver con publicidad actualmente, Sídney es mejor en eso.

—¡Pero Sídney está ocupado!, y tú casualmente vas a pasar por esa ciudad, además nuestras diseñadoras son muy lindas— ¿porque no me sorprende?

—No me interesa, ve tú si quieres, tú has tratado con ella todo este tiempo, no tendría sentido que yo te remplazara— intento finalizar esta conversación volviéndome a concentrar en los números.

—Respecto a eso, puede que haya cometido una pequeña equivocación—vuelvo a mirarlo temiendo lo peor— ¿recuerdas que arruine mi laptop hace un tiempo? pues tenía urgencia de arreglar ese encargo así que use tu computador— cierro los ojos sin querer oír más, no estoy de humor para esto a esta hora— puede que me haya divertido un poco fingiendo ser tu mientras escribía, al final nunca aclare el malentendido así que la señorita O Kelly piensa que está tratando contigo.

—Ahora entiendo tu insistencia para que yo fuera, ¿sabes lo poco profesional que fuiste verdad?

—No estaba tratando con alguien serio, ella es muy simpática así que no le di mucha importancia.

—A veces me preguntó cómo es que tú estás a cargo, bien, de acuerdo, iré, pero me debes una gran Alister.

—Gracias Devin— evitó que me abracé— no te arrepentirás, estoy seguro de que saldrá mejor de lo que pienso.

UNA SEMANA EN BATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora