De no ser por el ruido de su hermano corriendo por el pasillo, Julie Molina probablemente no se hubiera despertado pronto. Estaba demasiado cómoda para eso.
Parpadea poco a poco dejando que los restos de su sueño se vayan, espabilando pero a la vez queriendo volver a sucumbir a sus sueños.
—Has despertado— murmura una voz suave a su lado, al mismo tiempo que el brazo sobre su cintura afloja el agarre—. Ya era hora, dormilona.
Luke ríe. Julie sonríe alzando los brazos sobre su cabeza para estirarse.
—No es mi culpa que los fantasmas no duerman.
Al momento de girar su rostro, se encuentra de lleno con los enormes ojos de su mejor amigo fantasma. Tanta perfección la aturde unos momentos y simplemente se queda quieta, resistiendo el impulso que siente de quitar el cabello rebelde de Luke de su frente.
—Llegaré tarde a la escuela— susurra ella, queriendo levantarse, siendo detenida antes de poder lograrlo.
—Es sábado, Julie.
—Aún así tengo cosas qué hacer.
Él la abraza nuevamente, soltando algunas palabras que Julie no logra comprender pues quedan ahogadas entre su cabello. Ignora el cosquilleo en su estómago y deja de lado los repentinos nervios que siente.
La primera que vez durmieron juntos, en el sentido más literal de la palabra, Luke ni siquiera esperó que su amiga viviente aceptara. Pero lo hizo. Y es que ni toda la voluntad del mundo bastó para poder resistirse a aquella petición.
—Eres muy cálida— susurra Luke—. Y yo soy muy frío.
—No eres ni frío ni caliente— contradice Julie—. Tu piel contra la mía absorbe mi calor...— cierra los ojos unos segundos cuando él mueve su nariz sobre la piel de su mejilla—, lo que hace que forme un balance térmico perfecto.
—Balance térmico perfecto— repite Luke—. Todo lo que hacemos es perfecto. Escribir, cantar... ¿No crees?
Él ama verla nerviosa. Lo descubrió no hace mucho y desde entonces selecciona sus palabras a consciencia de que logrará ese efecto en ella.
Julie entreabre la boca para decir algo, pero no hay tiempo.
Traspasando la puerta como siempre, entra Alex. Tras él, un muy extrañamente cauteloso Reggie.
—¡Buenos días, tortolitos!— exclama el chico rubio, una gigantesca sonrisa adornando su rostro.
Reggie esquiva a Alex con decisión y va directo a la cama, empujando a Luke para ser esta vez quien abrace a la chica. Julie lo hace, torpemente.
—¡Es mi turno, Luke!— pelea cuando su amiga intenta apartarlo—. ¡Tuviste su calor toda la noche!
—¡Quítate o te quito!— amenzana.
Julie ve a Alex en busca de ayuda, a lo que él se encoge de hombros divertido con aquella usual situación. Todos los días era prácticamente lo mismo.
Todos ahí sabían que Reggie hacía aquello sólo para molestar, pues para nadie era secreto que Julie sí tenía una ligera preferencia que favorecía al vocalista principal de lo que una vez fue Sunset Curve.
—Chicos— susurra Julie sin alzar la voz por miedo de que su papá o hermano escuchen—. Paren ya.
Cuando finalmente gana Luke, éste sonríe antes de volver a cómo estaba, cubriendo a Julie prácticamente con todo su cuerpo, incluso pasándole una pierna encima.
—Deben bajar a ensayar en una hora—avisa Alex—. No nos obliguen a volver.
Reggie le guiña un ojo a Julie antes de desaparecer.
—Me estás asfixiando.
—Perdón.
Luke se quita y ambos se quedan mirando el techo, sin decir palabra. Julie toma la mano del chico y eso los hace sonreír a ambos.
—Abarazaré a Reggie y a Alex después.
—Pero...
—Pero nada, ellos tienen razón. Me tienes toda la noche— lo regaña. Luke frunce el labio cual niño pequeño.
Cuando parece que ninguno de los dos dirá nada, Julie cree que es momento de levantarse.
Pero Luke no la suelta. Otra vez.
—Amo tu calidez, Julie— confiesa, aunque eso ya se sabía.
Y yo te amo a ti.
—Lo sé.
Comparten una sonrisa más.
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.¡Espero les haya gustado!
Pronto vendrán más os de los chicos y Julie.
Dedicado a mi hermosa swaymalfoy ❤️
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MOMENTOS ¦ JULIE AND THE PHANTOMS
FanfictionPequeños One shots de la serie de Netflix "Julie and the phantoms"