Katherine Rookwood y Draco Malfoy, ambos elegidos por Lord Voldemort para realizar una misión entre las paredes de Hogwarts.
Entre las dudas, el miedo y la inquietud, tienen que elegir de que lado lucharán al final, mientras intentan mantener su co...
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16 ; 𝐄𝐥 𝐩𝐚́𝐣𝐚𝐫𝐨.
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Las vacaciones de Navidad pasaron sin ningún acontecimiento importante, igual que el mes siguiente.
Katherine apenas había obtenido regalos de Navidad ese año, pero Draco le regaló un bonito collar con una serpiente delicada de oro colgando, con los ojos hechos con pequeños brillos azules. Ella le había regalado a Draco un pequeño estuche con material de quidditch ya que, aunque no estaba jugando ese año, sabía que a Draco le encantaba.
Su relación con Draco se había fortalecido, seguían pasando gran cantidad de tiempo juntos, incluso buscaban tiempo lejos del armario para sí mismos. Incluso los amigos de Draco sabían que algo estaba pasando, con lo cual descarto la idea de que Pansy y Draco tuvieran algún tipo de relación sentimental.
Katherine no había encontrado el valor para hablar con Cho, ni siquiera de forma habitual. Después de la muerte de Cedrid Diggory, sabía que su amiga se tomaría mal cualquier tipo de mención sobre los responsables, incluso habían dejado de hablarse un tiempo después de que su padre fuese capturado como uno de ellos.
Suspirando, se removió en el viejo sofá, esperando a que Draco terminara de intentar reparar el armario, sin éxito.
— ¿En qué piensas? —preguntó Draco, viendo cómo las expresiones de Katherine iban cambiando.
— En mis amigas — respondió ella. — ¿Crees que Cho me perdonará algún día cuando lo descubra?
— No te preocupes por eso, sabrán qué no tuvimos opción — respondió este.
Katherine esperaba de todo corazón que Cho pudiera entender su situación, sabía que Cho siempre pensaba antes con el cerebro que con el corazón, pero con una situación así no podía arriesgarse a contárselo. Tal vez, cuando ya hubiera pasado todo, volverían a estar bien.
— Ya — susurró en voz baja, y se apresuró a cambiar de tema. — Podríamos probar a meter algún objeto en el armario, para comprobar si sigue igual que la última vez.
Es cierto que el armario seguía sin desprender gran cantidad de magia, pero el aspecto visual se veía bastante mejor después de pasar meses usando el mismo hechizo en este.
— Sí — contestó Draco, mirando a su alrededor. — Puedo transfigurar alguno de estos objetos en un pájaro, al menos para ver si puede desaparecer y volver algo vivo.
— ¿Recuerdas cómo hacerlo? Ni siquiera has estado yendo a demasiadas clases — contestó ella.
Draco si había empezado a aparecer en la mayoría de clases, pero aún se saltaba muchas otras.
— Sé que puedo hacerlo. Falto a clase cuando damos cosas que ya se hacer — explicó Draco, mientras se acercaba a una pila de libros.
Draco apartó uno de los libros de la pila y lo apuntó con su varita. Pronunció el hechizo con decisión y el libro comenzó a transformarse en un pequeño pájaro.
