Miércoles 16 de julio,2016
Corro lo más rápido que puedo, sintiendo mis piernas arder pero lo ignoro, la angustia que siento junto a la presión que tengo en este momento en el pecho pueden más. Se desmayó en plena clase y tardó en despertar; esas fueron las palabras de la directora del colegio de Zoe. A ella nunca le había ocurrido algo similar en toda su vida.
Llego a la institución jadeante y entro directo a la enfermería donde la veo sentada en una camilla, junto a ella su maestra y dos enfermeras que le hacen preguntas de rutina , corro hasta ella y la abrazo como si mi vida dependiera de eso.
-¡Dios estaba aterrada! ¿te encuentras bien? ¿te duele algo?.- Empiezo a cuestionarla angustiada.
-Si mami, estoy bien.- Respondió calmadamente.
Las enfermeras empiezan a explicar que se le bajó un poco la tensión, no es nada grave pero por seguridad es mejor que repose en casa.
Mi turno aun no termina así que nos dirigimos al hotel. Mientras caminamos la veo de reojo, está sonriente como si nada hubiera pasado.
-Estoy un noventa y nueve por ciento segura de que fingiste todo.- Suelto con simpleza, mis sospechas se confirman al verla esbozar una sonrisa aun más grande en su angelical rostro.
-Me aburrí.- Dice con simpleza.- Además no me enseñan nada nuevo, todo lo que dicen ya lo sé atrás hacia adelante.- Se encoge de hombros.
-Bien pequeña genio, esta vez ganas pero a menos que te estés desangrando no volveré a caer.
-Lo mismo dijiste cuando vomité.- Hace comillas con los dedos ante la mención de la ultima palabra.
-¡Y cómo iba yo a saber que aprendiste por youtube a hacer vomito falso!.- Su única respuesta ante mi alterado tono es reír.
Dios paciencia
*******
Al llegar al hotel me recibe una ajetreada Florida y me pide que busque a una de las empleadas que fueron enviadas a limpiar la suite presidencial, al parecer ciertos artículos han desaparecido del cuarto. Le encargó a Flor cuidar de Zoe y me encamino a la habitación.
Me subo al ascensor de empleados y marcó el último piso, la música que suena en este es relájate aunque no le tomo mucha atención, al salir camino apresurada preparando mentalmente el regaño que les voy a dar a las empleadas pero soy abruptamente impulsada al suelo al chocar con alguien.
Auch, eso dolió
No, no me pasó cómo en las película que me tomaron de la cintura impidiendo mi caída, no tengo tanta suerte, alzó la vista al causante de mi dolor de trasero y veo a un seños de edad algo avanzada pero igual de apuesto alto, cabello rubio canoso y ojos verdes muy hermosos, el me ofrece su mano para levantarme, la acepto algo aturdida.
-Disculpeme, no vi por donde iba.- Me disculpo rápidamente y lo veo esbozar una sonrisa avergonzado.
-La culpa fue mía, no pude despegar mi mirada de estos papeles.- Se excusa, asiento en señal de entendimiento.
-Culpa de ambos entonces.- Le sonrió tratando de quedar iguales a lo que el repite mi gesto.- Bueno un placer chocar con usted, con permiso.- Sigo mi camino escuchando como una pequeña carcajada sale de los labios del señor.
Dos hora volviendo a repetir como hay que hacer las cosas en un hotel como este a las nuevas mucamas es agotador, y más cuando son adolescentes que poco o nada les importa su puesto de trabajo.
Me exaspera la gente incompetente
Tomo mi abrigo rojo y me lo coloco sobre mi simple vestido negro, y salgo a buscar a Zoe en el puesto de Florida. Al salir del cuarto del personal comienzo con mi búsqueda; las encuentro en distintos lugares del hotel, Flor en recepción como de costumbre me indica que se fue por un aperitivo en el comedor. Me detengo cerca de la entrada del restaurante al visualizar a Zoe hablando jovialmente con un desconocido que se encuentra de espaldas a mi y por lo tanto bloqueando la vista de mi pequeña metiche hacia mi lugar.
-¿Entonces fingiste vomitar?.- Pregunta el desconocido con una voz ronca mientras Zoe asiente efusivamente.- ¡Wow!
-En internet consigues tutoriales para casi todo.- Dice emocionada.- Encontré uno de...
-Me encantaría saber que otra locura encontraste.- Hablo haciendo que mi pequeña salte del susto al oír mi voz, logrando que el desconocido se voltee y revele su cara.
Es un hombre de un metro noventa aparentemente, rubio de ojos verdes vestido bastante formal para mi parecer, esta viendo a Zoe con tanta ternura que logra disipar mi enojo por las cosas que hace en internet.
Debería quitarle todos los aparatos tecnológicos, así a lo mejor logro que deje de inventar
Me acerco hasta ellos viendo reprobatoriamente a la pequeña que me hace ojitos de cordero junto a una sonrisa inocente, logro escuchar una ronca risa que el desconocido trata de ocultar con una tos fingida.
-Tu y yo vamos a hablar muy seriamente cuando lleguemos a casa jovencita.- La amenazo cruzándome de brazos.- ¿Y usted quien es? si es tan amable de decirme
-¿En serio no sabes quién soy?.- Dice perplejo.
-¿Debería?.- Respondí con otra pregunta.
-Emm no, disculpa mis modales.- Toma mi mano y me ve directo a los ojos.- Me llamo Elihas, un placer conocer a la madre de tan encantadora e ingeniosa niña..-Besa el dorso de mi mano. Su acotación me toma por sorpresa y no por sus palabras en sí, sino por la sinceridad que sus ojos reflejan al decirlas.-Y usted ¿me dirá su nombre?
-Hattie y nosotras ya nos vamos, fue un placer.- Alejo mi mano con algo de nerviosismo y camino lo más rápido que los tacones me dejan tomando firme la mano de Zoe mientras esta se despide moviendo su mano libre
Llegamos a la parada del bus algo agitadas, volteo a ver a mi impaciente e inoportuna hija la cual me ve con complicidad.
-¿Qué fue todo eso?
Ni yo misma lo sé.
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Un hechizo real
Romance-¿En serio no sabes quién soy?.- Dice perplejo. -¿Debería?.- Respondí con otra pregunta. -Emm no, disculpa mis modales.- Toma mi mano y me ve directo a los ojos.- Me llamo Elihas, un placer conocer a la madre de tan encantadora e ingeniosa niña..-Be...