"HOME" L.S

Uno

Louis estaba enamorado de aquellos ojos verdes que le robaban suspiros cada vez que se detenían a mirarlo aunque sea por unos breves segundos. Pero Louis jamás lo iba a admitir, no cuando el dueño de aquella profunda mirada era Harry Styles, su mejor amigo. Louis estaba nervioso, tuvo que restregar las palmas de sus manos en su pantalón un par de veces ya que las sentía sudadas, los nervios lo traicionaban y no tenía idea de por qué se sentía así.

O quizás sí, pero no quería admitirlo.

- Bien, Lou. Es oficial.

- Lo es.

- ¡Vivimos juntos!

Harry dijo aquellas palabras derrochando felicidad, se acercó a su mejor amigo y lo rodeó con sus brazos. Louis de manera automática correspondió a aquel apretado y cálido abrazo, rodeando el cuello del chico que era más alto que él. Siempre encajaban a la perfección. Louis perdía la noción del tiempo cada vez que estaba cerca de Harry, apoyó su rostro en el pecho de su mejor amigo y cerró los ojos por unos cuantos segundos, escuchando los latidos de su corazón.

- Recuerdas cuando tenías como...mmh no sé —ladeó la cabeza, mirándolo pensativo.- eh, ¿nueve, quizás diez años? -arrugó la nariz, acomodando su cabello peinándolo con sus dedos y luego volviendo a abrazar a su mejor amigo.-Bueno no importa, pero éramos pequeños. ¿Recuerdas que les dijimos a nuestras madres que viviríamos juntos? -preguntó finalmente el rizado, manteniendo la sonrisa en su rostro, sin soltar a Louis aún.

-Claro que lo recuerdo, siempre decíamos eso. Es más, te hice prometer que lo haríamos, hicimos pinky promise.

- Es genial que después de tanto tiempo lo hayamos podido cumplir.

- Seh, meta cumplida.

Se separaron de aquel abrazo, ambos sin poder borrar la sonrisa de sus rostros. Los ojitos de Louis se achinaban un poco al sonreír y Harry pensaba que nadie jamás podría verse tan hermoso y tierno como lo hacía Louis cada vez que aparecía aquella sonrisa.

Harry fue hasta un mueble en donde Louis tenía gran variedad de alcohol, el rizado cogió la botella de bourbon y la alzó mostrándosela a Louis.

- ¿Por qué tenemos tanto alcohol? Mamá creerá que somos alcohólicos.

Louis bufó, poniendo las manos en sus caderas mientras ladeaba levemente su cabeza observando al rizado.

- Fueron los regalos que recibimos, ya sabes cómo son los chicos.

Harry carcajeó suavemente, se acercó a Louis sin soltar la botella y la alzó enseñándosela mientras lo miraba con una sonrisa cómplice.

-Harry... -dijo Louis con un tono divertido, se cruzó de brazos y lo miró alzando las cejas.

-Louis -dijo Harry imitando el tono de voz del contrario, para luego reír suavemente.- Vamos, Lou. Este día se debe celebrar.

Louis rodó los ojos para luego ir por un par de vasos y hielo a la cocina, al volver vio a Harry sentado en el sofá y la botella estaba sobre la mesa de centro. Dejó los vasos sobre la mesa y puso un cubito de hielo en cada uno, para luego tomar la botella y servir en ambos vasos. Comenzaron a beber a la vez que hablaban y reían, Harry había puesto música. Louis amaba bailar, por lo que dejó el vaso a medio vaciar sobre la mesa de centro y se levantó, tomando a Harry del brazo obligándolo a levantarse. El alcohol corría por su cuerpo y estaba comenzando a hacer efecto, Louis no estaba acostumbrado a beber.

- ¡Vamos a bailar! -chilló el chico de ojos azules, mirando directamente al de los ojos verdes.

- Sabes que no sé bailar -dijo el rizado a la vez que negaba con la cabeza, siempre manteniendo esa bonita sonrisa que derretía a Louis.