Los tres niños habían salido a pasear a la calle por ordenes de su padre, claro, estando en compañía de Paul. Quien permanecía un poco lejos de estos, para que hablaran entre ellos tranquilos, además de no tener permitido(por parte de Daniel) escuchar de lo que hablaban.
-- Papá actuó extraño, ¿no lo creen? --
Comentó Scott; siendo una pregunta para sus dos hermanos, quienes asintieron al mismo tiempo.
-- Él me dijo que solo quería hablar con papá; por eso traje al sr.Edward... --
Contestó Daniel, aunque fue interrumpido por Enrique.
-- Daniel, aún así no debías ir con un hombre mayor solo; solo lo conociste una vez. Recuerda lo que mamá nos decía sobre los desconocidos. --
Daniel solamente suspiró profundamente al escuchar las palabras de su hermano mayor, repitiendo la frase que su adorada madre les decía.
-- “Mijito' no te vayas con algún desconocido, porque no sabes de lo que es capaz de hacerte”... --
Enrique asintió ante sus palabras, señalando que era correcta la frase; Scott se abrazó a si mismo levemente, detonando que algo lo hacía sentir mal, triste...
-- Extraño a mamá... ella seguro que seguiría aquí si el sr. Mackenzie no se hubiera ido cuando más niños...--
No quiso continuar su frase, por el respeto que sentía; pero Enrique fue quien terminó dicha frase.
-- Seguro que ella seguiría aquí si él no la hubiera abandonado... si hubiera querido ayudarla; ella no sería recordada como una prostituta...
Ella sólo hizo esas cosas por nosotros... lo hizo para poder alimentarnos; para darnos calor... para que no pasáramos por hambre... --El niño dejó de hablar de ese tema al escuchar leves sollozos; provenientes de Daniel, quien solamente limpiaba sus lágrimas escurridizas y se aferraba con todas sus fuerzas existentes al osito de peluche que siempre cargaba consigo. Scott lo consoló; dándole un abrazo, ya que sabía que el tema era demasiado sensible para Daniel... ya que... él fue quien presenció junto a Enrique como su amada madre soltaba su último aliento y daba sus últimas peticiones. Peticiones que no pudo escuchar, ya que en esos momentos el estaba resfriado; eso sí, sus hermanos jamás le quisieron decir que peticiones y palabras les dijo.
Pero lo que si sabían... era que odiaban al 'sr. Mackenzie', que despreció siempre a su madre, quien despreció los sentimientos puros que ella tenía hacía él... quién solamente le correspondió haciéndola 'la otra', por estar casado con una mujer bien adinerada...
Aquel hombre era su padre biológico; o bueno... eso creyeron hasta que lo escucharon de ese mismo hombre. Daniel había empezado a llorar porque recordó cuando su madre murió en presencia de él y Enrique.' Mis niños... '
Ah... aún podía recordar el dulce tono de su madre, era tan dulce que realmente era agradable al escucharla; pero en esos momentos, sonaba cansada. Aún en su lecho de muerte, les habló con dulzura; mientras que tocaba sus cabellos negros, tan negros como la seda, con sus frías y temblorosas manos. Él fue quien despertó, junto a su hermano mayor Enrique; quien ya estaba despierto, permaneciendo al lado de su adorada madre.
'-- Madre... ¿qué necesitas?'
Qué ingenuo era en ese día... no entendía que era sus últimos momentos de vida, pero aún así, Enrique; a pesar de llorar con dolor y amargura, tenía una angelical y bella sonrisa dulce en su rostro. Y porque él lo hizo, se sintió obligado a hacerlo; a sonreír con dulzura. La mujer, sonrió realmente aliviada y contenta; y acariciando los cabellos negrizos de éstos, les dijo en un suave susurro...
' Espero que puedan perdonarme... por no poder verlos convertirse en unos grandes hombres, por irme sin haberles dado un hogar apropiado...'
En la cabeza de Daniel, no podía caber la idea de que se fuera; pero en cuanto lo hizo, lo aterró... lo aterró muchísimo... Pero no la interrumpieron.
' Enrique, mi cielo... te pido que... cuides mucho a tus hermanos, que los protejas hasta que puedan encontrar un hogar... o tú crea ese hogar perfecto para los tres...'
Mientras le decía eso, había tomado su mano, estrechandola firmemente; viendo al menor con un enorme y puro cariño. Un cariño que mostraba cuánto lo amaba realmente, y él le devolvía la misma mirada.
' Daniel, mi lindo ajolotito travieso... me gustaría que ayudes a Enrique a mantener vuestro secreto a salvo... y que puedan seguir todos sus sueños...'
El tono cada vez era más cansado, y su rostro cada vez más pálido y frío; junto a un sudor excesivamente, repugnante, y extremadamente frío. Pero era un frío que ellos amaban, porque venía de ella; ningún tipo de frío sería igual... sin que pudiera recordar la fría mano de su dulce madre.
Con sus ojos cafés oscuros, que mostraban un brillo de amor hacía sus queridos niños, dirigió su vista cansada y débil hacía el más pequeño de ambos. Scott; quien tenía una terrible fiebre, descansando en la cama(si así podían decirle a el gran cartón del suelo y la sábana sucia que Daniel robó antes) que compartía con sus hermanos desde que la madre de éstos enfermó gravemente.
Apenas podían pagar un tratamiento médico... trataban de curarlo con cosas caseras; lo único que les quedaba en ese día, era rezar a Dios para que pudiera curarse... para que pudiera abrir sus tiernos ojos rojizos oscuros.
' Scott... mi niño... perdóname por no poder darles lo suficiente... lo único que quiero... es que sigas manteniendo a tus hermanos unidos; que tu cálida sonrisa no se vaya nunca... Q-quisiera... que seas feliz siempre...'
Y su mirada, la dirigió a sus otros dos niños; ya no pudiendo visualizar sus figuras, solo la luz que el túnel de la calle daba...' No lloren por mí... sonrían todos juntos para recordarme en éste día...'
Murmuró con una sonrisa débil, un suave murmullo que era tan débil como el mismo viento de ese día; y sin más... cerró sus con lentitud hasta sentir como su último aliento se iba. Un último aliento que provocó el quebramiento de esos dos niños; un dolor les pesó en el corazón, era tan pesado que los hizo llorar.
Llorar unas amargas lágrimas que hacía a todo su interior arder... Y Scott, había despertado minutos después... con la temperatura más normal; y al ver lo sucedido, compartió el mismo dolor que ambos. Atormentandolo una culpa enorme por no haber estado allí; por haber estado enfermo...- Love's You 4Ever
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Me!? Never!(El Extraño Caso Del Dr.Jekyll Y Mr.Hyde)
Fanfiction["Au" Alternativo] Edward Hyde había muerto. El Dr.Henry Jekyll logró ser salvado de las garras de Edward; años después vive en tranquilidad y dejó su teoría atrás,para dedicarse a otras. Un día se entera de la existencia de un temible hombre con un...