Hubie Halloween || Tommy y tú

🍂I🍂

Salem, un pueblo muy popular en las fechas de Halloween lo que no todos saben es que Salem aparte de ser un pueblo abandonado y solo visitado en esa fecha, es un lugar terrible, empezando por el sheriff que era un bueno para nada

—¡hey tu recoge eso!—gritó cunado lance una botella al cesto de basura y calló afuera—sabes que olvídalo—seguí pedaleando hasta llegar a mi casa 

—hola, Jena—mamá habló desde la cocina —hoy llevaras a tu hermana a pedir dulces—giré los ojos no tan feliz con la idea

—¿tengo opción?—negó —okey—seguí subiendo hasta llegar a mi cuarto el cual me asegure de cerrar con seguro—demonios—vi a todo este desordenado—¡Cristin!—grité harta de esa niña

—yo no fui—se excuso desde la otra habitación, bufe y empecé a ordenar todo sin ganas

Al rato quedó todo como antes, miré por mi ventana y estaba ese chico raro que me espiaba todos los días por ella, rodee los ojos y me acosté en mi cama cansada de haber recogido todo.

—Jena, necesito que vayas al supermercado a comprar carne—bufe y me paré de nuevo

—de acuerdo—baje—pero si me dejas ir a la fiesta de hoy—negocie 

—esta bien—salí de la casa tomando mi bicicleta para ir más rápido 

En el transcurso me encontré con Megan y su trabajo en esa fea cafetería del pueblo, seguí pedaleando más rápido hasta llegar al supermercado y dirigirme a la sección de carnes.

—hola, Mike—saludé al chico moreno con sonrisa burlona

—¿Qué vas a querer?—me guiño el ojos a lo que rodee los ojos

—Mike, de ti nada—miré a Hubie quien bebía de su termo —Hubie podrías darme un kilo de carne—este asintió 

—carne, si tenemos mucha—empezó a cortar carne, no quise interrumpir pues se veía muy emocionada

—Hubie—hablé—la carne es de bistec—corregí al mayor

—¿bistec?—asentí—bueno tenemos mucho—cambió la carne y comenzó a cortar—sabes yo cuando era niño me gustaba mucho comer carne—asentí incómoda—fue una etapa buena—suspiró y me dio la carne

—gracias Hubie—miré al chico al lado de ese—púdrete Mike—este abrió la boca sorprendido y me fui

Al llegar a casa le entregue la carne a mamá y me fui de nuevo a mi habitación para poder descansar después de una semana atareada de trabajo y ayudar a mi hermana con la escuela.

—no es posible—conteste la llamada de Megan sabiendo el motivo—hola —conteste cansada

—Jena tienes que venir, Molly enfermo y tienes que ocupar su lugar—di un gritó ahogado 

—esta bien voy para allá—bufe volviendo a salir de mi casa no sin antes avisar a mamá

En verdad no tenía ganas de trabajar, siendo sincera odiaba mi trabajo solo lo hacía por necesidad de comprar mis cosas sin necesidad de mis papás, voltee y lo vi, pobre Hubie, estaba cubierto por comida.

—Hubie, ¿Qué pasó?—pregunté al verlo guardad su sombrilla de calabaza en ese grandioso termo que a mi parecer era increíble 

—di las reglas del Halloween—suspiró—los chicos hoy en día no les toman demasiada importancia—asiento dándole la razón

—si son unos imbéciles —miré mi reloj se hacía tarde—bueno me voy Hubie, no olvides que eres genial—dije para animarlo un poco y seguir pedaleando 

No entendía como el pueblo odiaba a Hubie, él era la mejor persona en todo Salem.

—llegué—avise a Megan cuando entre a la cafetería—juro que si Molly no vuelve a venir yo misma la mataré—bufe—colocando mi gorra roja

—me puedes dar un frapuchino—miré al señor de lentes quien sin mirarme me exigió el café

—en seguida—vacíe el contenido del café en él—lo siento, la casa invita—sonreí tierna —odio mi trabajo