La Necesidad de su Sonrisa

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La vida cotidiana de ambos a vista de todos nunca pasó por ningún cambio en verdad, o al menos eso podrías deducir si no los veías detenidamente. Incluso si te parabas a mirarlos por un rato la única obviedad que podrías notar sería ver cómo Fischl parecía orbitar inconcientemente alrededor de Oz la mayoría del tiempo, y de que su forma de hablarle había cambiado ligeramente, no lo trataba como a un sirviente al que veía hacia abajo, la formalidad en su tono y la acidez de sus palabras había desaparecido, y aunque no lograras sentir realmente cercanía en sus palabras, ahora parecían tener una relación más sana que antes.

Sí, así es como los verías si no fueras ninguno de ellos dos, dado que a solas lentamente fue cambiando su relación. Empezando por el día en que Fischl dejó salir sus sentimientos sobre Oz, no fue sino hasta la mañana siguiente que ella despertó, y aunque Oz había hecho el favor de llevarla a su cama una vez pasado el rato, cuando vió su rostro sonriente al lado de la cama no pudo evitar recordar vividamente la noche anterior, y cómo lloró tan fuerte sobre él.

La vergüenza fue la primera cosa que llegó a ella, su rostro fue el responsable de dejarlo en claro, pero además de eso, el sentimiento persistente de culpabilidad acerca de él seguía en ella, llorar para calmar sus propias emociones no arreglaría el problema que aún estaba maquinando. Fue un largo rato en el que Oz trató de dejarle en claro que para él jamás supuso un problema estar con ella, de paso también aclaró el malentendido que se había creado, pues Oz en realidad si había respondido a la pregunta que la acompañante del viajero le había hecho, y aunque sonara como una excusa del por qué, la razón por la cual tardó en responder en el momento fue por una combinación de tristeza sobre cómo veían las personas a su señorita, confusión sobre qué debía contestar y asombro por lo directa que fue con su pregunta.

No fue fácil convencerla, pero una vez que Fischl hizo las paces con ella misma y con la situación, su comportamiento volvió a ser el de siempre, aunque lentamente fue cambiando.

Al principio fueron pequeñas cosas, como sentarse ansiosa en la mesa esperando a que Oz terminara de cocinar o darle un libro de su colección a Oz como recomendación para que lo leyera, pero esas pequeñas acciones fueron tornándose cada vez más grandes parte por parte, pasó de esperar su comida a estar a su lado mirándolo cocinar o pegarse a su espalda mientras lo hacía, también lo invitaba a comer al Buen Cazador ocasionalmente, preguntando sobre alguna cosa que quisiera probar, y parecía más feliz en general, con una sonrisa inocente que no se molestaba en ocultar aunque estuviera en público.

A Oz no le molestaba nada de esto en absoluto, le gustaba ver que su señorita estaba feliz, y no fue hasta que Fischl comenzó a actuar con extrema obviedad que él se percató de que ciertamente había cambiado algo más que su estado de ánimo en general.

El preciso instante en que lo notó fue cuando en lugar de leer un libro por separado en una silla cada uno, ella decidió que se sentaran en un sofá largo que había en la casa, uno al lado del otro leyendo el mismo libro, no había ninguna razón desde un sentido racional para hacer esto, y era más como un capricho de su señorita, en un inicio simplemente no vio por qué no, pero acabó incluso con un sentimiento agradable en su corazón que se dió el lujo de extender cuando vió a Fischl dormida sobre su hombro.

Pasó también de pegarse a su espalda a directamente abrazarlo por detrás mientras estaba cocinando, era peligroso, y cada vez que lo hacía tenía la intención de como mínimo advertirle seriamente que podría salir lastimada si hacía algo así, pero la cálida sensación que le provocaba su abrazo le impedía el poder decirle algo, y simplemente comenzaba a hacer las cosas a un ritmo más lento y seguro hasta que ella decidía que fue suficiente y lo soltaba.

Fischl no fue la única que fue cambiando poco a poco, Oz también empezó a notar cambios en sí mismo principalmente por causa de ella, lo que comenzó como pequeños lujos que disfrutaba referentes a las situaciones que la propia Fischl causaba, se convirtieron en pensamientos invasivos sobre cualquier cosa que involucrara estar cerca de ella.

Los secretos de la Prinzessin (Fischl x Oz - Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora