¿qué es lo que hace a un hombre, un hombre?¿es su origen?¿cómo nace y crece?¿la ascendencia de su linaje?¿o existe algo más detrás de ese delgado telón? Esas y otras preguntas invadía la mente del joven yuuki rito. el cual estaba en su cuarto, tumbado en su cama, con una pequeña medalla de oro con un símbolo extraño en su cuello.
-"no puedo creerlo"-dijo el chico mirando la medalla en su mano-"pero eso explica muchas cosas".
flashback, unos minutos atrás:
-siéntate hijo, tenemos que hablar-dijo saiban con un rostro bastante serio.
el muchacho se sentó junto con sus padres bastante confundido, no era normal que ellos estuvieran tan serios.
-¿y bien?¿de que quieren hablar?-pregunto el chico sentado frente a sus padres.
-bueno... es un tema...delicado...-dijo ringo algo nerviosa.
-amor, calma-dijo saiban con una sonrisa-todo saldrá bien.
-oigan...si tienen que hablar cosas de su matrimonio mejor me voy-dijo el castaño señalando las escaleras con el pulgar-no quiero traumas por ver una separación.
-jeje...no hijo, no tiene nada que ver con nuestra vida de casados-dijo el pelinegro divertido-amo a tu madre y eso nunca cambiara.
-te entiendo muy bien-dijo el chico con una sonrisa-yo siento lo mismo por mis chicas.
-lo que tenemos que hablar... bueno... tiene que ver contigo, hijo-dijo el hombre de forma calmada-o mejor dicho: cuando eras un bebé.
-rito...-dijo la castaña algo apenada-el día que llegaste al mundo fue el mejor día de mi vida, eras tan pequeño...tan adorable, cuando te tuve en mis brazos por primera vez sentí una magia sin igual.
-...-el joven estuvo en silencio por unos momentos-...gracias...
-ri...¿rito?-pregunto la madre del muchacho.
-...les agradezco todo...p-pero...¿quieren dejar de mentir?-dijo el chico con una sonrisa pero llorando.-ya...ya lo se todo.
-¡¿que?!-dijo la mujer exaltada.
-hijo, ¿de que estas hablando?-pregunto saiban muy sorprendido.
-por favor papá, ya no finjas-dijo rito un poco triste-en la foto familiar el niño en los brazos de mamá es de pelo castaño...y yo tengo el cabello blanco-dijo el chico amargamente-esta claro, yo no soy su hijo biológico: rito murió y ustedes me adoptaron.
las palabras que decía su hijo les dolieron como si un cuchillo dentado les cortara las carnes; cometieron un grave error al no hablar antes.
-rito, no digas estupideces...-dijo ringo pero fue interrumpida
-mamá...por lo que mas quieras... ya no mientas-dijo el chico sin dejar de llorar-t-también encontré los papeles médicos de mi hermano donde decía que nació con leucemia terminal...y yo nunca me he enfermado...ni un resfrió siquiera...es mas que claro que ese niño no soy yo.
-rito...te equivocas...-dijo el pelinegro pero también su hijo lo interrumpió.
-no trates de mentirme papá-dijo el chico con lagrimas en las mejillas y una enorme sonrisa-se que me adoptaron para llenar el vació que rito dejo cuando se fue...y he tratado de ser el mejor hijo... p-por el, para honrar su memoria...trate de ser el hijo que ustedes merecían y el mejor hermano para mikah... si falle por favor perdónenme...solo soy un muchacho, incluso me teñí para parecerme a rito... para que pudieran quererme como a el... si falle de verdad lo sie...-no pudo terminar ya que su madre le dio una fuerte bofetada mientras sus ojos se bañaban en lagrimas.
-¡ahora quiero que me escuches atentamente yuuki rito!-dijo ringo hiperventilada-¡tu eres mi hijo!¡tu y nadie mas!¡te lleve en mi vientre durante nueve maravillosos meses y desde el primer momento en el que supe que estaba embarazada te ame!¡eres parte de mi, rito!¡carne de mi carne, sangre de mi sangre!¡no quiero que nunca mas digas una estupidez como esa en tu vida!-dijo la mujer sin dejar de llorar.
-tu madre tiene razón rito-dijo saiban tranquilamente-eres nuestro hijo, nuestro primer y amado hijo-dijo con una sonrisa-es cierto que naciste con el cabello castaño como tu madre y también es cierto que naciste con leucemia, pero lograste sobrevivir: alguien logro sanarte y como consecuencia tu pelo se volvió blanco.-revelo el pelinegro.
el chico no podía salir de su asombro. desde que tuvo uso de razón pensó que no era hijo del matrimonio yuuki, pero lo era, el niño en las fotos de la familia era el.
-¿d-de verdad?¿e-ese niño...s-soy...yo?-pregunto rito aun incrédulo.
-si hijo, eres tu-dijo ringo sonriendo-solo tu podrías ser mi dulce bebito.-dijo para abrazar al joven
-mamá...-dijo dijo el chico abrazando a la mujer.
-¿por que pensaste que eras adoptado?-pregunto saiban curioso.
-bueno...nunca habíamos hablado de esto...ademas las fotos no encajaban conmigo-dijo rito secando sus lagrimas-desde los siete creí que no era su hijo.
-mi niño...debiste sufrir mucho-dijo saiban tratando de no llorar-ringo ¿lo ves? debimos decirle antes.
-¡perdóname rito!-dijo la mujer estallando en lagrimas-¡tenia miedo de perderte, no debí esconderte nada!
-tranquila mamá, ya no importa-dijo el castaño con una sonrisa-adoptado o no; siempre los amare.
-¡rito!-grito la castaña llorando mientras abrazaba al muchacho.
-¡ehh! ¡no soy pañuelo para que te limpies los mocos conmigo!-bromeo el chico.
tanto rito como saiban dejaron que la mujer desahogara su dolor, todo su miedo había sido infundado y por su propia cobardía había provocado una herida profunda en su hijo, necesitaba ese calor que solo una madre y su hijo pueden compartir.
los minutos pasaban y con ellos los sollozos de la castaña disminuían.
-¿mejor?-pregunto el muchacho.
-si rito...estoy mejor.-contesto ringo mientras se sentaba nuevamente-¿y tu?
-pues...no se que pensar-dijo el chico mientras se rascaba la nuca-digo...no todos los días te enteras que eres un sobreviviente de leucemia terminal.
-si...por tu buena salud todos dirían que es una mentira-dijo saiban sonriendo-pero es la verdad.
-pero ¿como?¿como me sanaron? y...¿quien me sano?-pregunto el castaño con mucha curiosidad.
-pues, la verdad...-dijo ringo pero su esposo la interrumpió.
-no sabemos quien o como te sanaron exactamente, hijo-dijo el pelinegro-pero quien quiera que sea, te dejo esto-dijo mientras deslizaba una pequeña caja de madera por la mesa.
El chico tomó la caja curioso, al abrirla encontró una cadena de oro con una medalla dorada con un símbolo extraño, pero a sus ojos era hermoso.
-la tenías en el cuello cuando volviste-dijo Ringo mientras tomaba la cadena y la colocaba en el cuello de su hijo.-cuando eso pasó nos dijeron que te habían curado.
-rito-dijo el peli negro-¿recuerdas de que se trataban mis primeros mangas?
-si, empezaste dibujando mitos y leyendas de todo el mundo, con eso conseguiste dinero para trabajar de forma oficial como mangaka.
-hijo...esas historias que dibujaba... son de verdad: todas esas criaturas existen.
-cuando naciste unas hadas te secuestraron y dejaron un sustituto-dijo la mujer- se que suena poco creíble pero...
-no, de hecho si les creo-dijo rito de forma tranquila.
-entiendo...se que tu...¡¿qué?!-dijeron ambos adultos al mismo tiempo.
-¿olvidan que tengo dos novias extraterrestres?-dijo el chico burlón-si los aliens existen ¿por que no las criaturas mágicas?
-...no puedo argumentar nada ante esa lógica-dijo saiban con una sonrisa-siendo sincero creí que seria mas difícil hablar de este tema.
-jeje.-sonrio el chico.
-rito.-dijo ringo al frente del muchacho-cuando volviste los agentes que vinieron a ver tu caso nos dijeron que la persona que te sano cambio tu sangre por la de otra criatura, lo que intento decir es que...
-tienes sangre de elfo en tus venas-completo el pelinegro-es esa sangre la que te mantiene con buena salud, también estimulo tu amor por la jardinería y te ayuda a tener mas suerte con las mujeres.
-¿estas diciendo que mis novias solo están conmigo porque tengo sangre de elfo?-dijo el chico algo molesto.
-no, solo digo que es una ligera ayuda para llamar su atención; eres tu y solo tu el que las enamoró-dijo saiban tratando de calmar a su hijo-y sabemos que no lo puedes evitar.
-si no supiéramos eso ¿crees que te dejaríamos tener tres novias?-dijo la mujer cruzando los brazos-ninguna madre quiere a un mujeriego como hijo; pero se que tu lo haces por amor y lo das todo por ellas...y eso me llena de orgullo.
-eres un buen hombre rito-dijo el pelinegro colocando su mano en el hombro de su hijo.-y sea quien sea el brujo o la bruja que te salvo, le estaré eternamente agradecido.
-tuve un buen ejemplo-dijo el chico sonriendo-bueno...me voy a dormir, mañana no hay clases, pero quiero tener una cita con yami. buenas noches.
-duerme bien hijo-dijo la mujer mientras el pelinegro la abrasaba.
fin flashback:
-"así que tengo sangre de elfo y sobreviví a la leucemia; si que tengo suerte"-pensó el chico bastante reflexivo-"bueno, al menos no tengo las orejas en punta."
-"¿en que piensas sirviente?"-dijo una voz en la cabeza del chico.
De pronto apareció una chica de cabello negro y ojos amarillos sobre el castaño.
-por favor, no tienes que fingir Némesis, se que escuchaste la conversación con mis padres-dijo el chico tranquilo.
-...la verdad es que no escuche nada-dijo la chica mientras hacía círculos con el dedo en el pecho del joven-era privado, así que sólo me dormí.
-no esperaba eso-dijo rito.
-hay cosas de ti que no se, al igual que hay cosas de mi que no conoces-dijo la morena-y no porque este dentro de ti voy a revisar todos tus recuerdos.
-es bueno saberlo-dijo el chico-así podre dormir mas tranquilo.
-¿ves? puedes confiar en mi-dijo la chica sonriendo para luego darse cuenta de la medalla del chico-¿y eso?-pregunto tocando el colgante-jamás había visto este símbolo.
-a mi me gusta-dijo el joven con una pequeña sonrisa-me lo dio la persona que salvo mi vida cuando era niño, aunque no se quien es.
-¿estuviste enfermo, o algo así?-pregunto nemesis curiosa.
-...si-dijo el chico-y me sanaron de una forma...especial.
-¿como te sanaron?-pregunto la chica bastante curiosa mientras se sentaba en la pelvis del muchacho.-vamos sirviente, dime.
-lo siento-dijo rito-por ahora no quiero hablar de eso.
-¿que?¿te metieron algo por el ano o algo así?-pregunto la chica -no me dejes con la duda sirviente, dime.-el chico solo movió la cabeza de forma negativa.-dime ¡dime, dime, dime, dime, dime!-dijo la morena mientras daba pequeños centones en la pelvis del muchacho.
-¿p-podrías dejar de moverte así?-dijo el castaño mientras desviaba la mirada.
-¿por que?-pregunto la chica para luego darse cuenta de la situación-fufufu...vaya, sirviente...¿acaso?...-dijo mientras hacía crecer su cuerpo y acercaba sus labios al oído del Castaño.-¿te estoy excitando?
En eso la morena empezó a mover sus caderas suavemente sobre la pelvis del joven mientras apegaba sus enormes pechos al torso.
-vamos, sirviente mío-dijo Némesis de forma sensual-no hace mal dejarse llevar a veces; responde mi pregunta y te daré una grata recompensa-dijo lamiendo el cuello del chico-...haré... lo que tu quieras...incluso...mi boca...
En eso el Castaño tomó a la morena por los hombros y la alejó de el.
-¡s-si quieres meterte algo en la boca, aún quedan unos dangos de la fiesta!-dijo bastante sonrojado.
-¿dangos?¡siii!-dijo volviendo a la apariencia de una niña mientras se bajaba de la pelvis del chico-🎶¡dango, dango, dango, dango!🎶-cantaba Némesis mientras salía de la habitación.
-jejeje, a veces no se si es una adulta inmadura o una niña pervertida-dijo rito para si mismo-"en fin. es hora de dormir"-dijo mientras serraba los ojos.
En el sueño de rito:
En el claro de un bosque viejo, bajo la luz de las estrellas y la luna llena se podía apreciar un campamento con una hoguera en el centro; y en una de las carpas, se encontraba una pareja disfrutando de su calor y compañía.
-¡au!...amor...n-no tan brusco-dijo la mujer sobre su amado.
El peli blanco no escuchaba, estaba en el clásico trance de la lujuria, tocando a su amada con fuerza, demasiada fuerza.
-¡ay!¡te dije que no tan brusco!-dijo la mujer molesta mientras se apartaba del hombre.
-cariño ¿por que te apartas?¿hice algo mal?-pregunto el joven.
-¡hiciste todo mal!-se quejó la chica mientras sobaba uno de sus senos algo enrojecido-tus manos son muy bruscas, aprietas muy fuerte y no escuchas lo que te digo-dijo dando la espalda al joven mientras se cubría con una sabana-está bien no tener experiencia en el amor, ¡pero la cama no es un campo de batalla!- se quejó la peli Blanca bastante enojada.
-...lo siento-dijo el chico-sólo quería complacerte, eres mi primera compañera y quiero que seas la única...n-no pretendía lastimarte-se disculpó el chico.
En eso sintió una suave mano sobre su rostro, su amada lo estaba acariciando.
-lo se mi amor, se que sólo conoces el calor de la guerra, pero yo quiero que un hombre me ame; no que una bestia me devore.-dijo con una sonrisa-¿lo intentamos otra vez?
-¿s-segura? No quiero lastimarte-dijo el chico bastante sonrojado por la idea.
-jijiji, eres tan lindo cuando te averguensas-dijo la chica mientras se tendía en la cama y hacia que su amante quedará encima de ella-deja que te guíe amor-dijo con una mirada coqueta mientras se acercaba al oído de su amado.-vamos...desnudame...
Y en menos de un segundo el joven tenía sus manos en la sabana que cubría la desnudez de la chica, pero antes de que tirara de ella sintió dos manos sobre sus mejillas las que lo obligaron a mirar el rostro de su amada.
-despacio amor-dijo la chica sonrojada, pero con una sonrisa-la noche es joven, tenemos mucho tiempo para disfrutar.
El peli blanco sólo pudo tragar saliva mientras asentía, su pantalón apretaba, pero debía complacer a su amada antes: debía mantener el control.
Lentamente le quitó la sabana a la chica revelando la piel blanca de su amada, el tono rosa de sus pezones, sus caderas, sus piernas, era simplemente una vista hipnótica.
Empezó dando suaves besos en el cuello de la chica mientras sus manos acariciaban los senos con bastante delicadeza.
-s-si...Mmm...justo así...-dijo la muchacha disfrutando del tacto de su amado.
En eso el joven subió a los labios de la chica y la beso tiernamente, los delgados dedos de la peli blanca recorrían suavemente el torso marcado de su amante mientras se topaba con una que otra cicatriz.
-me pregunto...tu hermana...¿t-tiene las mismas marcas que tu?..-dijo la chica disfrutando cada vez más.
-es probable, ella siempre odió las heridas-dijo el joven dando besos entre los senos de la peliblanca-cuando le dije a padre que quería ser Guerrero ella se desmayó.
-¿y que...ahhh...e-esperabas?-dijo la chica entre gemidos de placer-s-son gemelos...y sus corazones s-son uno en espíritu; si tu mueres...e-ella también.
-por eso entrene el doble-dijo el joven masajeando los senos de su amada-no sólo peleó por mi, también por ella...y ahora por ti.-dijo mordiendo suavemente el pezón derecho de su mujer, cosa que ella disfrutó.
-Ahhh...ven...Bésame...-suplico la chica con un enorme sonrojo y los ojos llorosos.
La pareja se dio otro beso, pero distinto al anterior, cargado con amor y la lujuria del momento, ninguno de los dos quería detenerse, deseaban el cuerpo del otro.
Lenta y sutilmente, la peli blanca guió la mano de su amado hasta llegar a su intimidad mientras ella acariciaba la entrepierna del muchacho por encima de la ropa, los dos se perdían en el calor del momento, ya no podían detenerse.
-amor...no puedo...resistirme más...-dijo el chico con una ligera mueca de dolor.
-y-yo...tampoco...-dijo la chica con un notable sonrojo y los ojos vidriosos.-ven...te necesito.
Estaban a punto de unirse por primera vez, ambos lo pedían casi a gritos, pero el repentino ruido de la campaña del campamento rompió ese mágico momento.
-...eso no es normal-dijo el chico totalmente serio mientras se apartaba de su amada.-será mejor que te vistas amor...lo lamento.-dijo colocándose su camisa.
-después me lo compensaras-dijo la chica colocándose un vestido blanco simple aún ruborisada.
La joven pareja se acercó a la entrada de la carpa donde pudieron escuchar unos gritos lejanos, al abrir vieron un soldado corriendo.
-soldado, ¿que sucede?¿por que tocaron la alarma?-pregunto el joven serio.
-¡traición!¡nos atacan!¡los humanos nos atac...-no pudo terminar ya que el soldado recibió cuatro flechas, dos en el estómago, una en el pecho, y una en el ojo, lo cual lo hizo derrumbarse y convertirse en un montón de tierra, había muerto.
-¡ahí!-grito un soldado de gris armadura.-¡matenlos!
-¡corre!-grito el joven tomando la mano se su amada para escapar hacía el bosque.
Fin del sueño:
El joven rito estaba despertando, poco a poco iba recuperando los sentidos. sentía peso sobre su pecho, sus manos estaban algo tibias, sentía calor a través de la tela de su ropa y podía escuchar unos suaves gemidos, al abrir los ojos no pudo creer lo que veia.
-"¡h-haruna-chan!"-penso el chico lleno de verguenza.
Sobre su pecho estaba su novia, con la camisa de su pillama abierta, pero aun cubriendo sus pechos y con las manos del castaño, el pantalon del pillama hasta las rodillas al igual que su ropa interior; su mano izquierda cubria su boca mientras su mano derecha invadia su interior: la chica habia entrado a la habitacion y se estaba complaciendo a si misma.
-"¡¿p-por que h-haruna-chan esta en mi cuarto?!"-penso el chico demasiado avergonsado como para hacer algo-"e-e-ella...¡¿s-se esta t-tocando?!
El chico ya no podía más, habían cosas que él no podía soportar. podía resistirse a los juegos que hacía Némesis o incluso a las muchas provocaciones que hacía momo, pero ver a su primer amor de esa manera era algo que simplemente estaba más allá de sus límites, en un ataque de nervios el chico, por puro accidente apretó un poco más fuerte los senos de la peli azul cosa que la chica no pudo resistir soltando un gemido un poco más fuerte de los que estaba tratando de contener. en ese instante y sin poder evitarlo, algo en el muchacho se movió, algo despertó.
El chico empezó a mover sus manos con más tranquilidad pero deliberadamente quería seguir escuchando a su amada. no podía evitarlo, era música a sus oídos el calor que sentía las manos, el ligero cosquilleo en la punta de sus dedos era algo indescriptible.
-...eres traviesa, haruna-chan-dijo rito cerca del oído de su amada.
Al escuchar la voz, la chica se tenso presa del miedo y la vergüenza.
-¡¿y-yuuki-kun?!-dijo la peliazul muerta de vergüenza mientras giraba la cabeza para ver el rostro de su novio-¡¿cuando des?!...-no pudo terminar ya que el castaño la calló con un beso mientras tiraba y retorcía los pezones de la chica.
En eso una inmensa ola de placer invadió el cuerpo de la chica dando un enorme gemido que fue acallado por los labios de su novio mientras múltiples espasmos atacaban sus caderas: había llegado al clímax.
Los dos adolescentes separaron sus labios dejando un pequeño hilo de saliva que los conectaba mientras ambos respiraban agitadamente.
-... Perdón- se disculpó el muchacho.
-...¿ehh?- dijo Haruna extrañada y aún respirando con pesadez.
- Perdona por no darme cuenta. llevamos un mes de novios y... y no hemos pasado de los besos y las citas; debí darme cuenta antes... perdóname- se disculpó Rito.
-yuu...ki...k-kun- dijo la chica recuperando el aliento.
- no digas nada haruna.- dijo el chico con una cálida sonrisa.-Sólo déjame compensarte.
Los besos No tardaron en llegar, Cómo suaves pinceladas sobre un fino Lienzo, fue dejando sus caricias sobre la piel de la chica; lentamente le quitó la camisa, los pantalones y la ropa interior dejándola completamente desnuda. A sus ojos; sólo podrías describir el cuerpo de su amada de una sola forma: una obra de arte.
-Es vergonzoso yuuki-kun.- dijo haruna muerta de vergüenza mientras desviaba la mirada, pero el chico con mucha delicadeza tomó la mejilla de su amada haciendo que ella lo viera a los ojos.
- eres perfecta haruna-Chan.- dijo Rito con una sonrisa.-perdón... pero me dio hambre.
La chica no comprendió durante un instante, no hasta que El joven descendió hasta la altura de sus pechos y empezó a lamer Y besar sus senos. cada roce de sus labios contra la delicada piel se sentía como una corriente eléctrica iba directamente al cerebro de la muchacha. haruna sólo pudo tapar su boca y apretar las sabanas mientras sentía las caricias de su novio, era casi un sueño hecho realidad.
las horas pasaban lentamente mientras la pareja se refugiaba en el calor de la lujuria. las manos de rito se movían con una destreza increíble, casi divina. mientras a chicas se limitaba a gemir y disfrutar de la estímulos al mismo tiempo que múltiples espasmos atacaban la parte baja de su cuerpo.
lentamente, el joven movió su mano derecha por los muslos de la chica, subiendo cada vez mas y mas.
-y-yuuki-kun...n-no debes...-dijo haruna tratando de mantener la cordura.
-tranquila haruna-dijo el chico.-no te voy a lastimar.
y sin dar mas aviso, el castaño invadió con sus dedos la intimidad de la chica la cual solo pudo abrir los ojos por la sorpresa y tapar su boca con la mano. el chico no se detenía, era fuerte; pero a la vez cuidadoso, no tenia un juguete en sus manos, sino a su novia, su primer gran amor, la mujer que había despertado ese cálido sentimiento que sentía en su pecho y por quien daría todo sin dudar; incluso su vida.
-"quiero que un hombre me ame; no que una bestia me devore"-resonó en la cabeza del castaño. era cierto, el era un hombre, sin importar nada; ni siquiera la sangre de elfo que corría por sus venas, nunca dejaría de ser yuuki rito: nunca dejaría de ser un hombre.
-...haruna chan...-dijo el chico acercándose al rostro de su amada.
por las lagrimas en sus ojos, la chica apenas noto el extraño brillo en los ojos de su novio; pero por el calor del momento no le dio importancia.
-...te amo-dijo el chico antes de darle un dulce beso que no solamente transmitía amor, sino también la necesidad del uno con el otro, la necesidad de estar juntos.
La chica no pudo evitarlo, simplemente disfruto el beso y las sensaciones le daba.
Un ultimo espasmo ataco con violencia las caderas de la chica junto con un enorme grito que fue amordazado por los labios del joven, la chica estaba agotada, tanto física como mentalmente, rito admiraba el rostro y el cuerpo de su novia, no podía creer lo que había hecho; pero no se arrepentía.
-yuuki-kun...dijo la chica mas tranquila y con la respiración mas calmada.
-dime, mi amor-dijo rito tomando la mano de la joven para luego entrelazar los dedos.
-q-quiero...-susurró haruna con vergüenza para luego decir algo tan despacio que el castaño no pudo escuchar.
-...perdón haruna, no pude escucharte.
-...-la chica quedo en silencio hasta que le dio una mirada seria a su novio.
-¿h-haruna...-chan?
-rito-dijo la chica-hazme mujer.
Esas simples palabras casi congelaron al castaño, simplemente no lo esperaba.
-¡¿p-pe-pero que dices haruna-chan?! -dijo el joven hecho un montón de nervios-apenas empezamos con las caricias...es demasiado pronto, no creo que pue...
-¿no soy buena para ti?-dijo la peli azul con lagrimas en los ojos mientras cubría sus senos con su antebrazo.
-...no vuelvas a decir eso nunca mas-dijo el chico algo molesto-eres mi primer amor y lo sabes.
-¡¿entonces por que empezaste a salir primero con lala-chan?!-dijo la chica llorando-¡siempre me dices que soy tu preferida! p-pero le pediste que fueran novios antes que a mi...¡frente a toda la clase! dime ¡¿como quieres que te crea?!
-¡lo hice para no perderlas!-confeso el castaño-¡ni a ti, ni a lala! ¿No lo entiendes?...¡ustedes lo son todo para mi!
-yuuki-kun...
-...si empezaba a salir contigo, corría el riesgo de que lala decidiera volver al espacio-dijo el chico cabizbajo-y... como dijiste que me esperarías...yo...quise ser egoísta por una vez...no quería lastimart...-el chico fue callado por un beso de parte de la chica.
-perdón yuuki-kun -dijo haruna arrepentida- no tenia idea que lo habías pensado así.
-lo se...nunca hablamos de esto-dijo el chico-olvidemos es pequeña pelea.
-aun así, tenemos que hablar mas-dijo la peli azul para luego recibir un apasionado beso por parte de rito-...que bueno que se habló...
-jeje...
-...sabes...aun quiero hacerlo.-dijo la chica con un enorme rubor en su rostro mientras bajaba su antebrazo hasta dejar a la vista uno de sus pezones.
-...¿estas segura?-dijo el chico nervioso.
-n-¿no quieres?-dijo haruna algo temerosa.
-no es eso-dijo rito-¿estas segura que quieres que sea...e-el primero? Es...algo importante.
-rito...quiero que seas el único-dijo con una sonrisa-te he amado desde la secundaria, soñando contigo...y...con este momento-dijo con un enorme rubor-si voy a darle a alguien mi primera vez...q-quiero que seas tu.
-haruna...
-se que hay más chicas que te desean, aparte de lala y yami-continuó la chica.-y si quieres estar con ellas...por mi esta bien-en eso colocó su mano en el pecho del chico, sobre el corazón.-tienes un gran corazón rito; y se que nos amaras a todas...eres un gran hombre, rito. Y solo tu...p-puedes hacerme mujer.
-...-el chico no sabia que decir.
-soy tuya rito-dijo la chica abrazando al castaño-solo tuya.
-haruna...-dijo el castaño tomando la mejilla de la chica para besarle.
El beso fue subiendo su intensidad poco a poco, solo se separaban para tomar aire. lentamente, haruna deslizó sus manos por la espalda de su amado hasta llegar al final de su camiseta, suavemente la fue subiendo hasta el pecho del chico, quien se separó para quitarse la prenda, rápidamente los dos jóvenes se volvieron a besar mientras se abrazaban y tocaban, lentamente rito recostó a la chica en la cama mientras el quedaba encima y levantaba una de las piernas de la chica a la altura de su pelvis.
-rito...-dijo la chica bastante avergonzada, al ver al joven, pudo notar con mas claridad el extraño brillo en los ojos de su amado; pero poco le importó.
-dime-contesto el muchacho.
-...te amo-dijo con una sonrisa nerviosa.-t-ten cuidado.
El chico se ruborizó, pero ya estaba listo.
-seré gentil... lo prometo- dijo con una sonrisa.
El chico estaba a punto de quitarse los pantalones cuando un fuerte ruido y un grito invadieron la habitación.
-¡altooo!-grito una peli rosa mientras abría la puerta con rapidez.
-¡¿momo?!-dijo la pareja algo alterada por la sorpresa.
-¡no puedes hacer eso antes de casarte rito-san!.-dijo momo bastante sonrojada y con un semblante molesto.
Movida por la vergüenza, haruna solo tomo la sabana del muchacho y salio corriendo del cuarto, dejando solos al castaño y la princesa.
-¿y bien?¿cual es tu escusa?-dijo momo cruzando los brazos, manteniendo su cara molesta, pero con una ligera sonrisa.
-...momo...-dijo el chico mientras su cabello cubría sus ojos.
-¿dime?
-¡¿que carajos te pasa?!-grito el joven completamente enojado.-¡¿como se te ocurre molestarme cuando estoy con haruna-chan?!
-por favor, tus ojos no me engañan rito-san...¿o debería decir nemesis?-dijo la chica bastante molesta, pero una voz en su espalda la hizo sentir un escalofrío.
-¿que yo que?-dijo una niña pelinegra detrás de la princesa.
Momo giró su cabeza lentamente, ahí estaba nemesis, frente suyo.
-e-espera...-dijo momo incredula-si tu estas aquí...e-entonces...
-iré a refrescarme un poco.-dijo rito mientras salia de la habitación.-y trata de no entrar momo.
-¡ahh!¡rito!-dijo nemesis con una sonrisa.-¿me das para comprar unos dangos? Los de la fiesta se acabaron.
-saca ¥300, sabes lo que haré con el resto.-dijo mientas caminaba hacia el baño.
-¡haaai!-dijo nemesis mientras entraba al cuarto y tomaba la cartera del chico.
Momo estaba incrédula, estaba segura que rito estaba siendo controlado por la chica de materia oscura; pero ahí estaba, en la misma habitación que ella, lo que significaba una sola cosa: había molestado al joven.
-¡ahh! ¡lo arruine, lo arruine, lo arruineee!-grito la pelirosa mientras se sujetaba la cabeza totalmente alterada.
-¿y a ti que te pasa?-dijo nemesis mientras sacaba las monedas.
-¡todo es tu culpa!-dijo la princesa señalando a la morena.-¡si no estuvieras dentro de rito-san, esto no hubiera sucedido!
-¿disculpa? Yo ni siquiera estaba aqui-dijo la morena de forma tranquila.-ya estas grande para estos berrinches momo-hime.
-p-pero...-trato de decir la princesa, pero la interrumpieron.
-no busques excusas; al final, el único culpable de que mi sirviente este molesto: eres tu-sentenció la chica mientras cruzaba los brazos.
Momo solo cayo de rodillas, aunque no quisiera admitirlo nemesis tenía razón: era su culpa.
-¿y bien?¿ me dirás lo que paso?-pregunto la niña de forma arrogante-que sea rápido, que quiero comer.
En eso momo le contó todo lo que sucedió con rito y haruna hasta que discutieron.
-me ofendes, momo-hime, hasta yo tengo mis limites-dijo la morena fingiendo pena y dolor.-rompiste mi pequeño y frágil corazón.-dijo secándose una lagrima.
-no finjas inocencia nemesis, no te queda.-dijo la rosada algo irritada.
-okey no, pero te lo mereces.-dijo en su tono habitual.-...por cierto ¿por que pensaste que le estaba controlando?
-sabes que tengo una cámara en este cuarto ¿no?-pregunto momo mientras la morena solo asentía.-bien, con esa cámara pude ver lo que hacia rito-san con haruna-san...
-y aprovecharte de tocarte.-dijo la pelinegra mientras el rostro de la princesa se ponía mas rojo que un tomate.-creo que acerté.-dijo con una sonrisa maliciosa.
-e-el punto es que vi algo raro en los ojos de rito-san.-dijo la rosada recuperando la compostura.-tenían un brillo raro, muy parecido al que tiene cundo lo controlas.
-Mmm...-dijo la morena con una mano en el mentón.
-¿se te ocurre algo?.-pregunto la chica.
-si.-dijo nemesis acercándose a la ventana.-pero no te lo diré.
-¡¿ehh?! ¡¿por que?!
-porque es un secreto tan privado e intimo que no le ha dicho ni a sairenji ni a lala-hime; y yo no te lo diré a ti.-dijo para saltar desde la ventana mientras su vestido cambiaba a su clásico kimono.
-¡nemesis!-grito momo desde la ventana.
-¡ya cayense maldita sea!-grito un vecino molesto.-¡dejen dormir al prójimo!
-¡l-lo siento!-se disculpó momo Bastante avergonzada.
Con nemesis:
La morena estaba saltando de tejado en tejado hacia la zona comercial, pero también estaba bastante pensativa.
-"un brillo raro en los ojos... estuvo enfermo de niño... tiene un colgante con un simbolo raro... y no sabe quien le curó y le dio esa gargantilla".-pensaba nemesis mientras saltaba.-"se mejor que nadie que rito tiene algo raro en su interior...tal vez tenga que ver con esa persona...bueno, da igual".-pensó la chica despreocupada.-"sea quien sea; sanó a mi querido sirviente, así que no puede ser malo; ahora lo importante son los dangos".-dijo la morena con una sonrisa mientras saltaba de un edificio a la calle.
Con rito:
El joven estaba lavándose la cara, estaba bastante alterado y el agua fría le ayudaba un poco, después de todo; que lo interrumpieran cuando estaba con su novia era simplemente molesto.
-"esa momo...la verdad no la entiendo"- pensaba joven mientras se echaba agua en la cara.-"por un lado me dice que me convierta en un hombre "carnívoro" y por otro lado me dice que no puedo tocar a mi mujer antes del matrimonio ¿quién la entiende?".-pensó para luego avergonzarse de como se refirió a su amada.-"ahora la llamo mi mujer...Dios...de verdad estoy enamorado".- dijo tomando una toalla y secándose la cara.
pero al mirarse en el espejo noto algo diferente. sus ojos no tenían su color ámbar normal; ahora Tenía un brillante tono dorado, casi hipnótico.
-¿Pero qué carajos? ¿Qué le pasó a mis ojos?.- dijo tocando sus párpados y las zonas de sus mejillas.
Lentamente, el tono dorado de sus ojos se fue esfumando, volviendo a su clásico color ámbar.
-¿por que mis ojos cambiaron de color?.- se preguntó el chico ligeramente asustado, pero en eso su vista se posó en una parte del espejo, en la zona de su cuello, precisamente sobre su colgante; aquella gargantilla con ese extraño símbolo, tal vez esa era la respuesta.
-"n-no puede ser..."-pensó el chico temblando levemente.-"¿e-es mi...s-sangre elfica?... Esta...¿e-esta cambiándome?"
El castaño estaba tan sumergido en sus pensamientos que no pudo sentir la presencia de una peli Rosa.
-rito...¿estas bien?
-lala...dijo el chico algo sorprendido. -...si, estoy bien.
-¿en serio?-insistió la chica.-momo me dijo lo que paso...de verdad esta triste.
-n-no tiene importancia-dijo el chico con una sonrisa nerviosa.-ya sucedió y punto.
-¿no estas molesto?.- preguntó la rosada con una mano en el pecho.
- Claro que no, estas cosas suceden a veces- dijo el chico algo nervioso, pero en eso su novia lo abrazó tiernamente.
- Algo te preocupa ¿verdad?- preguntó la chica mientras recargaba su cabeza contra el pecho del muchacho- no tienes que decirme nada; Está bien si quieres guardar este secreto, Sólo déjame estar así contigo un minuto, sólo eso.
- Lala...¿que soy para ti?- preguntas chico mientras la abrazaba por la cintura.
Esta pregunta tomó por sorpresa la rosada. no esperaba que el chico dijera algo así, pero ella no podía mentirle, Así que habló con el corazón.
-Eres un hombre maravilloso.- dijo la chica con una sonrisa en sus labios.-el único que de verdad me protegió, aun sin conocerme... eres el amor de mi vida Rito.
-jeje..."hombre..."- pensó el chico algo divertido mientras miraba la tierna sonrisa de su amada.
pero en un instante y sin poder evitarlo sus ojos se desviaron nuevamente hacia el espejo contemplando su reflejo desconociéndose A si mismo.
-¿rito?.
-Estoy bien lala- dijo el castaño con una sonrisa.- Es que... después de la fiesta... mis padres me dijeron algo importante; algo relacionado con mi infancia. aún no tengo el valor para contarte a ti o a Haruna... Guarda el secreto, por favor.
-¿es grave?- preguntó la chica temerosa.
-no, no lo es...-dijo el chico desviando la mirada.-...o eso quiero creer... Pero te prometo dos cosas; uno: siempre seré así de galán.- dijo sacándole una tierna sonrisa la chica para luego sujetarle la mejilla tiernamente.- y dos: no dejaré de amarte; nunca.
-siempre te amare rito-dijo lala dándole un tierno beso al muchacho.
Con haruna:
La chica aún estaba envuelta en la sabana, sentada en su cama, abrazando sus rodillas mientras su amiga estaba a su lado.
-haruna ¿porque no traes tu pijama?- preguntó oshizu mientras jugaba con Cintas en su cabello.
-n-no preguntes...- dijo la chica muerta de vergüenza.
A la mañana siguiente:
El joven castaño estaba saliendo de su cuarto había dormido tranquilamente y sin compañía en eso que cerraba la puerta el transportador del pasillo se activó mostrando una peli azul con un flequillo en la frente.
-buenos días yuuki-kun-dijo la chica bastante sonrojada.
-buenos dias haruna...¿estas bien? te noto un poco roja.
-s-si estoy b-bien-contesto la chica algo nerviosa.
-...estas asi por lo que pasó anoche ¿verdad?-pregunto el chico acercándose a su novia.
-es que... si no hubiera entrado a tu cuarto...no te habrías molestado con momo.
-...¿te arrepientes de lo que paso?-pregunto el chico mas cerca de la peli azul.
-...u-un poco...-dijo la muchacha algo avergonzada.
El joven se acercó lentamente a la chica arrinconandola contra La muralla.
-¿yuuki-kun?
- yo no me arrepiento de nada.- dijo el chico mirándola a los ojos.-porque si lo hiciera, sería como negar el maravilloso momento que viví contigo. no me arrepiento y tú tampoco deberías.
-p-pero...
-no me importa lo que piensen otros, eres mi mujer haruna y es mi deber cuidar tu sonrisa.-dijo el chico con decisión.-se lo dije a lala y te lo dire a ti: no dejare de amarte; nunca.
Dicen que a veces, entre dos enamorados las palabras sobran, ya que el corazon lo dice todo con el compás de sus latidos. Eso era lo que sucedia en ese momento entre el castaño y la peli azul, todo estaba dicho y podía sentirse el cariño en el aire junto con la pureza del momento. Sin poder evitarlo unieron sus labios en un inocente beso que mas que ser de lujuria, mostraba el amor sincero que sentía el uno hacia el otro.
-...sin duda se tienen mucho cariño.-dijo una voz conocida.
-buenos días momo-san.- saludo haruna con una sonrisa y un ligero sonrojo.
-buen día haruna-san.-dijo la princesa con una sonrisa; pero al mirar al castaño le dio una mirada temerosa y una voz llena de vergüenza. -... r-rito-san... y-yo...
-no digas nada momo.-dijo el chico con una sonrisa.-no estoy molesto ni nada por el estilo, estabas sorprendida y por eso reaccionaste así cuando haruna y yo íbamos a... bueno tu me entiendes.-dijo mientras se rascaba la mejilla con un dedo bastante ruborizado.
-y-yo...-de pronto la rosada estaba de rodillas y con la frente pegada al suelo de madera.
-¡de verdad lo siento!-grito la princesa bastante arrepentida y muy sonrojada.-¡si no los hubiera molestado, ustedes al fin se habrían unido en cuerpo y alma!
-¡ya detente momo-san!-dijo haruna tratando de parar a la rosada, pero no lo consiguió.
-¡no puedo haruna-san!-dijo la chica aun de rodillas.-¡irrumpi en un momento muy importante para ustedes!...el solo pensar en que ustedes estarían solos; gimiendo y gozando, bañados en sudor y llenos de lujuria ¡no pude soportarlo!-dijo mientras se sujetaba la cabeza.-¡la próxima vez díganme y pondré una barrera para que nada los moleste!
-¡ya para momo!-dijo rito mas rojo que un tomate.- si alguien te escuchara...
-¿que pasaría rito?-se escucho una voz detrás del castaño.
El chico sintió un aura siniestra detrás de el, solo pudo girar su cabeza lentamente mientras un enorme escalofrío atacaba su espalda.
-"¡nana!".-pensó el chico muerto de miedo.
-responde rito...¿que pasaría?.-insistió la rosada de coletas.
El chico solo trago saliva, estaba bastante tenzo; pero en medio de esa frustración tubo un idea que podría salvarle el pellejo.
El chico miro rapidamente su antebrazo izquierdo para luego exclamar.
-¡cielos, mira la hora! Lo siento amor, pero hoy quiero pasar el día con yami no te molesta ¿verdad?-pregunto el chico de manera inocente.
-¿ehh?...n-no...claro que no.-contesto la peli azul algo nerviosa.-"ni siquiera tiene relog".-pensó la chica.
-bueno, iré a ducharme y areglarme; así que me retiro.-dijo caminando con normalidad hasta que escucho.
-rito...-dijo nana.-no creas que te salvas.
Como si de una alerta se tratara, el chico salio corriendo por las escaleras.
-estúpido animal pervertido ¡vuelve aquí!-dijo la chica persiguiendo al joven.
-¡perdóname la vida!-grito el muchacho sin dejar de correr.
-¡quédate quieto animal anormal!-grito la rosada.
-¡eso ni sentido tiene!
-¡pero lo entendiste!
Cuarto de mikah:
La chica había despertado por los gritos de su hermano y la princesa.
-...el pan de cada día.-dijo la chica tallando uno de sus ojos.-bueno, mejor hago el desayuno.
-¡mau!-dijo celine con una sonrisa.Y listo el capitulo; es algo corto ya que me estoy centrando en mi historia principal.
Espero les guste y corrijanme si fallo en algo; sin mas que decir: nos vemos.
Próximo capitulo: un romance y limites rotos.
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El príncipe secreto (to love ru X universo hellboy)
Fiksi Penggemarhola, soy yuki rito; soy un estudiante de la academia sainan, vivo con mi hermana mikan, mi prometida extraterrestre lala y sus hermanas, ahh, y mi florecita celine; tenia una vida prácticamente normal... hasta que descubrí que soy un mestizo: mitad...