Un golpeteo constante sobre la mesa de madera de nogal era lo único que se escuchaba en la sala, los presentes prestaban cuidadosa atención, todos a la espera de una respuesta.
En el extremo de la mesa, donde la mirada de todos estaba fija se encontraba un hombre con un pulcro traje negro y notables ojeras bajo sus ojos.
El líder Loey estaba cansado.—Entonces, ¿se pospondrá? —Alguien entre los presentes repitió la pregunta que se había hecho desde un principio.
Loey, cuyo verdadero nombre era Park Chanyeol, cerró los ojos pesadamente mientras consideraba sus opciones.Un cargamento se haría esa noche.
Uno muy importante.
Entre negociaciones y planeación, habían pasado dos meses y medio desde que esa gran oportunidad llegó a sus manos.
Pero para él se sentía como si llevaran años encargándose solamente de esa entrega. Ya estaba harto pero no podía renunciar, no, a este punto rendirse no era una opción.
Por fin sería posible expandir su negocio al mercado chino, el más extenso del mundo.
Después de siete años, altas y bajas, este sería el próximo gran paso.
Esto lo catapultaría a ser una de las mafias con (sino la) mayor influencia en Corea del Sur.No podía ser echado a perder.
—Se hará esta noche —respondió lo suficientemente alto como para que todos lo oyeran, su voz grave imponía respeto entre los presentes, quienes aceptaron su decisión sin rechistar, todos menos uno, por supuesto.
El hombre en cuestión se levantó dramáticamente de su asiento, con una mano sobre el puente de la nariz y los ojos cerrados antes de empezar a hablar con una voz calmada demasiado finjida.—Cómo es posible... no lo puedo creer, ¿qué parte de que la policía planea una redada esta noche no entendiste? —replicó frustrado su mano derecha —¿No te parece que esto podría hecha a perder todo por lo que hemos trabajado? Este no es un trabajo en el que podamos controlar un operativo mientras hacemos la entrega ¡Ellos están probándonos!— Loey sonrió en su dirección, mostrando su hoyuelo; justo por eso le tenía tanto cariño a Jongdae.
Cuando todos los demás bajaban la cabeza Jongdae le tomaba la contraria, si lo encontraba justo y necesario, claro está.
Y es que a diferencia de muchos, Jongdae había estado a su lado desde el principio, cuando ambos corrían por las calles de su barrio haciendo pequeñas entregas al Señor Ji.
Incluso estuvo a su lado, apoyándolo como un hermano, cuando decidió que él sería un jefe de mafia, uno que podría ser hasta más poderoso que el Señor Ji.Había pasado mucho desde aquello y durante todo ese tiempo se había quedado a su lado, fungiendo como mano derecha, como sus ojos en la oscuridad. Ambos compartían un lazo de verdadera hermandad, confiaban en el otro plenamente.
Tal vez demasiado en opinión de algunos.—¡Ay! —Loey se rio sonoramente, haciendo esa extraña mueca que lo hacía ver terrorífico —déjame ver tu cara un poco más antes de decirte. —Jongdae rodó los ojos ante la obvia burla.
Impacientado, golpeó la mesa para llamar la atención —¡Yah! ¿Qué ocultas?
Los demás presentes miraban con fascinación la escena, más ninguno se atrevía a intervenir, siempre que esos dos tenían sus momentos los demás miembros solo los dejaban ser.
—No mucho... solo que cuando Jackson me comunicó la redada que están planeando esos estúpidos decidí hacer algunas llamadas y... no sé si lo recuerdas, pero hace algunos años le salvé la vida a BC97, su banda me debe una grande —Park hablaba como si nada, dando vueltas al brandy que tenía en su mano con una sonrisa arrogante en la cara. —Accedieron a hacernos el paro, serán los señuelos.
ESTÁS LEYENDO
Operación Delivery [Chanbaek]
FanficEl jefe de mafia Loey, golpea la mesa cuando el teléfono de su oficina volvió a sonar. -¡Mis hombres ya están en camino, deja de...! -Oiga, la pizza hawaiana que entregaron no tiene piña -se queja una voz del otro lado. -¿Qué? -Hazlo rápido, ¡te...