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Después de que Yoongi se fue de su casa él decidió dejar de llorar así que entró an baño de nuevo y volvió a lavar su cara cin una toalla a toques. Se acercó de nuevo a su ropero y se miró en el espejo, aún trnia sus ojos rojizos y no podía ir a si a clases. Si Hoseok llegara a verlo sin duda le preguntaría el porque se encintraba en ese estado.
Cuando estaba por retocar sus ojeras de nuevo escucho a alguien tocar la puerta de su habitación.
—¿Jimin?, soy mamá...— la voz de su madre fue lo que escucho detrás de la puerta. Más no dijo nada y decidió solamente escuchar.— Nana me dijo que Yoongi vino, de seguro habló contigo pero lo vi salir enojado...— Nayeon tomó el pollo de la puerta frente a ella, sabía que no tenía seguro y si ella quisiera podía abrir pero decidió no hacerlo y respetar la privacidad de su hijo.— Cariño, si necesitas hablar con alguien... aquí estoy.— dijo dejando salir un suspiro lleno de impotencia.
Con un sentimiento amargo decidió soltar el pomo de la puerta y se alejo silenciosamente. Jimin en cambio, dentro de la habitación lo único que pudo hacer fue mirar la puerta con algo de resentimiento...
El sonido de una notificación de su teléfono lo regreso a la realidad y lo tomó de su cama mirando que se trataba de un mensaje de Hoseok.
Hobi. ¿Vendrás hoy a clases.?.
Miró la hora, ya habían pasado quince minutos desde que la primera clase inició pero para ser sinceros no se sentía capaz de poder ir, pero de estar encerrado en su habitación a salir prefirió la segunda opción AK no desear sucumbir a la tristeza y oscuridad de lo que era su realidad.
Estaréahí en la segunda clase.
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Lo primero que hizo al llegar a la universidad fue ir a su casillero pera prepararse por su próxima clase. Estaba cansado, miró los pasillos aun se podía ver algunos alumnos pasar por ají entre risas caminando junto a sus compañeros.
Cuando ese sentimiento de tristeza de volvió a instar en su pecho desvío la mirada, cerró los ojos por unos momentos y cuando se sintió mejor decidió dejar de pensar mucho y se apresuro a guardar sus cosas en la mochila. Miró el reloj en su muñeca derecha, faltaba cinco minutos para que terminará la primera clase. Cerró la puerta de metal pero se llevó un gran susto cuando vio a alguien a su lado.
—Dios mio, Namjoon. Casi me da un infarto.— dijo poniendo su mano en su pecho a causa del susto.
Kim Namjoon, un chico un año más grande que el que conoció gracias a Hoseok. De convirtió en un gran amigo. Muy pocas veces lograba verlo y hablar con él el pero siempre lo ha considerado un chico simpático e inteligente.
