notas ➳ chansung

➳ Epílogo

Había pasado un mes y medio desde aquella reunión en el parque abandonado, un mes y medio donde JiSung lloró a mares; un mes y medio en el que Christopher se arrepentía de todo.

— No seas más idiota, Chan — en esos momentos deseaba que su mejor amigo se fuera a la mierda de su casa — ¿Por qué eres tan imbécil? Tú me dijiste que te gustaba el chico notas, y ahora que sabes quién es, ¿lo dejarás? Sé que no esperabas que fuera JiSung, pero tú y yo sabemos muy bien que él es una buena persona — Chris sólo quería que se largara, quería estar solo — ¡Te estoy hablando, Christopher!

— ¡No me grites, pendejo! ¡Sé que cometí una estupidez otra vez! Pero no me lo recuerdes siempre — el rubio sólo quería que HyunJin se fuera — Es que al saber que era él todo se me juntó, yo en verdad sé que es un buen chico, sé que sus sentimientos hacia mí son verdaderos, pero no sé, siento que la cagaré. No soy suficiente para un niño tan puro como él — jaló sus cabellos — ¡Maldición!

— ¿Sabes qué? Has lo que se te pegue tu puta gana. Si quieres perderlo, no hagas nada; si quieres tenerlo para ti, lucha por él. Y hazlo pronto, porque él empezará a olvidarte — sin más salió de la habitación del chico de ojos oscuros y grandes.

Bang Chan no sabía qué hacer, si ir a buscar a JiSung a su hogar o verlo en la escuela, pedirle perdón ó decirle que también le gusta, ó ambos. Se maldijo tantas veces mientras reeleía las pocas notas.

➳

— ¡Han, sal de esa cama ahora mismo! — gritaba su mejor amigo, MinHo. El cual había venido de Busan para cuidarlo, ya que su novio (Felix) le había comentado que el castaño entró en una depresión leve al no corresponderle Bang Chan su amor y decirle que todas aquellas sonrisas cuando leía sus notitas eran falsas — Han... Vamos, sal de ahí, vayamos a comprar un helado — sollozos se escuchaban — Si no sales de ahí, me iré a Busan de nuevo.

Y como si le hubieran puesto una pistola en la cabeza para que obedeciera, salió de su escondite, abrazando a su mejor amigo y llorando en su pecho — Él me o-odia, Honnie. Y n-no le gustaron mis n-notitas.

El llanto era desgarrador.

MinHo quería llorar junto con él; tal vez pasaron diez o veinte minutos y el llanto fue bajando. JiSung levantó su vista, sus ojitos estaban rojos e hinchados, sus labios estaban secos y su naricita toda rojita.

— Pareces un bebé en estos momentos — rió — Han, ese chico tonto no te merece, tú eres grandioso y sé que habrá alguien mejor al que le encanten tus notitas todas preciosas — trataba de animarlo — Vayamos a comer helado, ¿okay? Hablaremos de eso ahí.

— O-okay.

Los menores se dirigieron a la heladería cerca de la casa del chico Han, MinHo trataba de animarlo, hacerlo sonreír, aunque sea un poquito.

Pero nada salía cómo él quería.

— ¿Cuánto llevas enamorado de él, Han? — preguntó su mejor amigo después de meterse una cucharada de helado a la boca.

— Dos años y medio — susurró. Su acompañante abrió los ojos en gran manera.

— ¿Tanto tiempo? — el menor asintió — ¿Por qué no se lo dijiste antes?

— Me iba a rechazar, Honnie. Como lo hizo hace un mes y medio — lágrimas volvieron a empapar aquellas mejillas de ardillita.

— ¿Antes habían hablado? — negó — ¿Entonces por qué no te dio una oportunidad, siquiera para demostrarle tu amor?

— A él no le gustan los hombres, Honnie, él me lo dijo.

— ¿Qué mierda es lo que pasa por la mente de ese bastardo?