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–Claro, adiós Olive–le dije a mi mejor amiga, saliendo de detención–. Y no te metas más en problemas.

–Yo atraigo a los problemas, y tú no te hagas, de vez en cuando también te metes en problemas.

–Cierto–reí en ese momento junto a ella. Un momento que siempre atesoraré en mi.

Salí de la sala y observé los ojos color esmeralda de Louis.

–Sé que ayer vino Gema, fue inoportuna y te dijo cosas raras e incómodas.

Claro, solo habían sido alucinaciones de Gema.

–Bueno, si fue raro, pero no me incomodó, se que no es cierto...ya, no importa. Adiós, Louis.

Le di una sonrisa de los más extraña y comencé a caminar a la salida de la Escuela

–¡No, no es verdad, Juliana!

Él había dicho mi nombre completo, eso quería decir que se había puesto serio. Me quedé de pie, sin moverme, después me volteé y le di una mirada confusa.

–¿Eh? ¿Qué no es verdad?

–No es verdad lo que dices, acerca de que no es cierto...

—Me estás confundiendo Louis, no te entiendo—lo interrumpí, ya frustrada.

—Yo...al principio eras como una amiguita tierna, luego como una hermanita a la que cuidar, pero te comencé a ver de otra forma...yo...tú me gustas mucho, mucho Juliana

Mis alarmas se habían activado

—No puedes hacer eso, no puedes después de casi dos años y medio detrás de ti...en los que yo no sabía, ahora sé...no puedes, tú...yo...te dañare, me dañare—mis ojos ya solo veían borroso por las lágrimas—. Perdón, Louis.

—Te quiero, Juli...y no puedes hacer nada para cambiar eso.

—¡Estás siendo injusto, Louis! ¡No puedes decirme que me quieres justo ahora!

—¡¿Por qué?!

—¡Porque te quiero!

—¡¿Y cuál es el maldito problema, Juliana?!—me reclamó él.

—No lo entiendes

—Pero puedo entenderlo

—No quiero que lo entiendas, mantente alejado de mi Louis.

—Estas siendo injusta conmigo y contigo, Juliana.



—Juliana

—Louis—saludé seca

Gema, Olive y nuestros demás amigos se quedaron sorprendidos. Jamás habíamos sido ariscos él uno con el otro, tuvimos un par de discusiones tontas, pero nada más que eso, era raro, porque él sabía que lo quería, y él me quería a mi. Y era una estupidez.

Recuerdo que pedimos unas cosas en el restaurante mientras convivíamos y reíamos. Hasta que mi nariz sangró, Olive se alarmó y me dirigí al baño. Traté de no llorar y forcé una sonrisa frente al espejo y salí. Me despedí de todos y Olive había dicho que me visitaría más tarde. Pero Louis apareció detrás mío, siguiéndome.

—¿Qué te sucede Juliana? ¿Estás mal?

Tragué saliva

—No, ya te dije que te alejaras de mí, Louis

—Pase años estando a tu alrededor, no puedes pedirme que me aleje de ti cuando eres una de las pocas cosas por las que vivo, Juli.

Joder

Ojos de amor (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora