Azul oscuro. Aquí abajo, palabras cruzo, y su frío voy enfrentando. Ella recoge palabras, pedazos de silabas, oraciones sin terminar, gemidos sin completar. Los degusta, los saborea, esa inocencia pura de ignorancia plena.
Luces veo, tan rápido, y no me detengo. Ahora solo son un borrón en el tablero de los cielos.
Con retazos de negro. Y tu me miras ansioso, somos un solo pensamiento. Retrasa el tiempo con tu velocidad del viento; como un manto la oscuridad nos cubre, su suave llanto, su soledad aturde.
Un poco de violeta. Tal vez magenta. Son las ocho y treinta, y el alma violenta altera la ciencia. Trazamos nuestra propia cuenta, lejana de las voces virulentas.
Son las ocho y treinta, y el espectáculo comienza. Nos aleja de los minutos, nos incrusta en otro mundo. Y el azul se intensifica, los reflectores iluminan. Como pequeñas chispas, ellas nos miran. Sus figuras esbeltas, como cuerpos de sirenas; y las chispas bailan, una eléctrica carga.
De nuevo oscuro. Azul ultramar, retazos negros y esponjas magentas. Me miras ansioso. Asiento con alborozo. Son las ocho y treinta, y presenciamos el baile de las estrellas.
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Difuso y Confuso
PoetryPalabras vagando en mi mente, recuerdos borrosos, la sensación de que mientes, un espejo roto. Pero éstas allí, y no te veo; pero estoy aquí, y no siento. Un velo va cayendo, ¿o un velo me esta cubriendo? Quiero ver, pero mis ojos cierro, quiero ser...