Esto de no actualizar cada tanto no es de Dios TwT pero la verdad a veces me viene la inspiración… y se me va a los cinco minutos xD pero ahora si vengo con todo! Hasta donde mi madre me permita usar la portátil! Me inventare muchas cosas… ya están avisados :3
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Creí que sería un día común y corriente, me levante de la cama como siempre, con mis audífonos atorados en mis oídos y el reproductor colgando a la altura de mi rodilla. Llegando al baño me di cuenta de las marcadas ojeras que me había dejado la falta de sueño, causada por el chico gato.
-¡Sou-kun! ¡El desayuno está listo!- se escuchó en el silencio la dulce voz de mi tía-.
-Ahora mismo bajo…- volví a ver mis profundas y muy visibles ojeras, mientras abría el grifo para tomar agua y limpiar mi cara-.
Baje las escaleras y dejé el reproductor en el sofá de la sala, luego fui directamente al comedor junto a la sala, observé el desayuno que era arroz y sopa miso. Y de la nada sonó el teléfono, a lo que mi tía dio un salto olímpico del comedor a la sala para poder contestarlo.
-¿Bueno? ¡Ah, Rin-kun!.. En estos momentos está desayunando… Bien, yo se lo diré… ven cuando quieras Rin-kun… Si… ¡Esfuérzate mucho! Adiós…
-¿Rin?- pregunte mientras comenzaba a comer-.
-Sí, dice que lo disculpes por lo de ayer… también que te vería en el “Startbox” que está en el centro comercial dentro de una hora… ¿Sabes a lo que se refiere?
-Starbucks, tía…- tuve que aguantar las ganas de reírme ante el excelente ingles que mi tía tenía- Entonces desayunare y me cambiare tan rápido como pueda- comencé a atragantarme el desayuno mientras mi tía repetía que no era sano, hasta que terminé de comer y subí a la ducha, una ducha larga, pensando en cómo pedirle el número del teléfono celular del chico Tachibana, sin recibir un bombardeo de preguntas que NO quería contestar.
Salí de la ducha, me cambié, un jeans negro, una camiseta que decía “I have nothingto wear. So Iputthis” y mi par de tennis. Volví a bajar las escaleras, me despedí de mi tía y me fui directo al Starbucks, con el teléfono celular con el sonido por las nubes, si al caso, Rin decidía llamarme otra vez. Mientras caminaba, ensayaba la forma en que le pediría el número de Tachibana, lo seguí pensando hasta que de la nada, tropece con una persona, ambos caímos al suelo.
-¡Lo-lo siento! ¡Lo siento mucho! ¿Está bien?- decía una voz que se me hacía muy familiar- Este… puede… ¿Puede levantarse?- allí me di cuenta que estaba entre las piernas de la persona-.
-A si… lo siento…- dije mientras levantaba la mirada, para toparme con esos ojos verdes que me estaban viendo con preocupación- ¿Tachibana?
-¿Ya-yamazaki… kun?- dijo el chico gato mientras un pequeño sonrojo invadia sus mejillas, luego desvio la mirada a las cosas que se le cayeron por el golpe, eran enciclopedias y una bolsa de comida para gato-.
-Deja, te ayudo…- el corazón se me aceleró cuando me dí cuenta de lo cerca que estaba de Tachibana cuando intente alcanzar las cosas, podía sentir su respiración un tanto pesada, y como temblaba un poco, posiblemente del susto o de los nervios, no se porque, preferí pensar que era por lo segundo. No supe como reaccionar, y de la nada me llegó un golpe a la cabeza con una botella de agua.
-Oye, ¿Lastimaste a Makoto?- era la voz de Nanase, esa inconfundible voz desinteresada, ahora se escuchaba un poco molesta-.
-No-no Haru… solo tropezamos- decía Tachibana mientras se levantaba y recogia sus cosas- ¿Lo ves, estoy bien? ¡Aaaah lo siento Yamazaki-kun!- me extendío su mano para ayudarme a levantar, pude sentir el cálido contacto de su piel con la mía y no pude evitar sonreir un poco.
-No te preocupes tanto…-dije queriendo sonar un poco… genial-.
-Ni te preocupes por todo el mundo- ahora Nanase me resultaba sumamente irritante- Vamos Makoto, llegarás tarde a tus clases ¿o no?
-¡Uuuaa mira la hora! Este… ¡hasta luego Yamazaki-kun! Vamos, Haru-chan…- este agradable chico tomaba de mano al, muy irritante Nanase, lo que me provoco una sensación desagradable en el estomago ¿Será que…? No, no… es imposible.
Mientras pensaba eso, un, todavía más irritante Nanase, me observaba de lo lejos y se formaba una ligera sonrisa sarcastica en su cara, su… MUY molesta e irritante cara. No pare de pensar en todo lo que sucedio hasta que llegue a la entrada del centro comercial, tome aire, y pensé ¿Será bueno hablar de esto con Rin? Si lo hacía, dependería del humor que tuviera este día, tal vez extrañamente me dejaría hablar y hablar, o me callaría a medio camino para gritarme y armar un desorden como toda una reina dramática. Independientemente, necesito consejos, y los necesito ahora.