Capitulo 3 El conjuro

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La primera en acercarse fue Victoria(Madre), arrojó al fuego un recorte de revista tv y novelas dónde ella y César aseguraban ser muy buenos amigos y divertirse grabando.
Dió unos pasos hacia atrás de la hoguera y con las manos en el pecho y los ojos cerrados y el deseo repitiendose en su mente esperó.
Ella hacía mucho se había retirado de la actuación junto con César después de muchos éxitos juntos cuando supo que esperaba a sus niñas habían decidido criarlas juntos y ser la familia que siempre soñaron.
Ella tenía 43 años cuando supo que estaba embarazada.Estaban terminado de grabar Las amazonas,que luego sería un gran éxito de novela(en la mente de quien escribe si fue🙃😉🙂).
Todavia estaban casados en la vida real,ella con Omar y èl con Vivian y ya cada uno estaban pensando en concluir 20 de amor clandestino,el sexo desenfrenado y las mil discusiones ,habia generado una enorme grieta en estos amantes tekilas.
Ella cumplía con las obligaciones de primera dama al lado de Omar pero solo lo hacía por una obligación moral y por el bendito sexenio.Sus hijos sabían que ella amaba a César y si bien no lo aceptaban tampoco le hacían la vida fácil,los pollitos le hacían desplantes y berrinches cada dos por tres.
Su consuelo lo encontraba en José Eduardo( Pepe Lalo para los friends) su hijo mayor, fiel amigo y consejero que adoraba a César y quería mucho más que a su propio padre.
(inserte emoji de Eugenio Derbez para los que no saben)
Lo admiraba como actor,como hombre cariñoso que siempre estaba cerca de su madre y que sabía hacía inmensamente feliz a pesar de vivir en las sombras.
Unos días antes de concluir la novela,Victoria pasaba por esas facetas donde estaba harta de todo,se sentía fastidiosa con el mundo y su mal humor se notaba de lejos. Llevaba días discutiendo con César y sus problemas de divorcio con Mopa(la esponja o trapo rejilla :)),y las discusiones con la hija(Carlita la simpàtica) de él que los amenazaba por haber roto su familia.
Le costaba concentrarse en las escenas,tenía una cena en DF con dirigentes del partido de Omar,cena de esas donde ella era el trofeo y accesorio de su esposo,donde oía charlas aburridas y sonreía por compromiso.
Ese día iba rumbo al DF ,tenía turno con el médico para su chequeo anual,y tras discutir con César por milésima vez en el día manejaba con bronca apretando las manos en el volante de su camioneta.
Llegó a tiempo a su cita médica,cuando le iban a hacer una ecografia su médico la observó preocupado y ella de inmediato se asustó al ver la cara del doctor.
-Vicki tu sigues teniendo tu periodo irregular no?preguntó más con certezas que dudas
-si doc,muy pocas y cada tanto por?
Salió de la consulta y al llegar al estacionamiento donde estaba su camioneta se apoyó en ella y suspiró,el universo si que la había sorprendido.
Una sonrisa boba le aparecía en el rostro.
Esa noche todo fue una gran locura,se dirigió al restaurante donde se suponía iba a ser la cena y vió en la entrada un tumulto de gente,policías ,bomberos, ambulancias,periodistas y observó todo confusa sin entender nada.
Un policía le hizo señas cuando la vio descender del auto.
-Señora Fayad,lo siento mucho necesito que me acompañe.
Esa noche fue un caos,tuvo que reconocer el cuerpo de Omar que parecía un colador y en cuya frente descansaba una dorada bala que muchos quisieron darle,lo habían baleado en la puerta del lugar.
Durante horas y con su abogado ella  firmaba sus declaraciones que las deslindaron de los turbios negocios que desconocía de su esposo.
Mientras las horas pasaban y ella  y sus hijos se preparaban para el entierro de su difunto esposo,abrazada a César ella en medio del llanto le decía que a partir de ese día todo iba a cambiar y un César aceptaba sin saber del todo la verdad.
Seis meses después ella unía su vida al fin a la de César en una ceremonia sencilla en Cuba.
Habían pasado 35 años de inmensa felicidad,no hacían más novelas,habían filmado varias películas y algunas series juntos,hacían teatro cuando podían pero su vida la habían dedicado a criar a su cuatro hijas y a estar presentes en sus vidas.
Eran un matrimonio feliz,viajaban,seguìan amandose intensamente,y seguían siendo los mejores amigos. Las niñas adoraban a sus hermanos y no había diferencia entre los hijos de ella y los de él,ellos los amaban como propios a unos y a otros.
Ella era feliz,despertaba cada mañana abrazada a  él que había envejecido y seguía tan lindo o más que cuando lo conoció.
Este ritual no era para pedir su amor,este ritual era para resucitar una parte de ellos que extrañaba y mucho.
Y esperando la señal suspiró.
Cristina De Rivero,una mujer de 35 años,casada con Federico Rivero,era veterinaria,vivía en el platanal junto a sus dos hijas ,hace tiempo sospechaba que su esposo tenía un amante,ya no había amor en su matrimonio.
Arrojó un pañuelo de su esposo al fuego y repitió el gesto de su madre con solemnidad.
Maria,estaba casada con Esteban,tenia 2 hijos y era una gran empresaria pero algo pasaba en el amoroso matrimonio San román,él andaba muy pensativo y casi no hablaba con Maria. Sus hijos ya no vivían con ellos y Maria dudaba de lo distante que estaba su adorado Esteban.
No sabía qué crimen había cometido para que su marido la condenara  al silencio y la soledad.
Arrojó al fuego una camisa de su amado y repitió el gesto de su hermana,esperaba la señal.
A su lado Victoria sonreìa,habia visto la cara de Maria y Cristina,no creia mucho en rituales,llevaba 5 maravillosos años casada con Heriberto,todo con el era perfecto,pasaban del empalagoso romanticismo actuar como conejos y  tener sexo en cualquier lugar,se sentia feliz,sus hijos eran grandes y hacian su vida,ella era la reina de la casa de modas y sus éxitos eran muchos.
Tomando a broma el ritual tiró al fuego un boxer de Heriberto y pidió su deseo y se alejó riendo por dentro de las locuras de su madre.
Inès sacudió la cabeza viendo la actitud de su hermana,ella era la más pequeña había nacido última,era de las cuatro la más dulce e inocente,estaba casada con Victoriano hace algunos años,tenían cinco hijos,todo era amor en su matrimonio,y reinaba la paz en su hogar,pidió su deseo con fuerza y arrojó al fuego algo que casi nadie vió.
Cerró fuerte sus ojos y se alejó esperando.
La noche pasó. Las mujeres habían compartido entre risas y un par de botellas de vino sus vidas,sus historias y todo fue risas y bromas.
Cerca de las 4 de la madrugada cada una volvió a su hogar.

Conjuro de TiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora