CAPÍTULO II

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Determinado a nunca permitir que Bright viese ni una pizca de su atracción de nuevo, Win decidió tomar el toro por los cuernos ... Literalmente.

Su brillante plan consistía en darse una ayudadita tan vigorosamente y tan frecuentemente que su polla nunca se volviera a levantar sin su permiso y entonces le sería posible mantener su fingimiento platónico.

Bright era su mejor amigo, pero era también como de la familia para él, —Un hermano— y no había nada más importante en todo el mundo. Win no podía arriesgarse a perderlo. Bright podría posiblemente aceptar el hecho de que era gay, pero seguramente sentiría repulsión por él hecho de que Win fantasease con él constantemente.

Lo cierto del asunto era que Bright definitiva mente no era gay, y Win no tuvo mas remedio,  que aceptarlo, —Las chicas amaban a Bright  al juzgar por la forma en que revoloteaban en tormo a él y Bright las amaba de igual manera, juzgando por las repugnantes historias que le gustaba contar sobre sus numerosas proezas sexuales.

Win odiaba y le encantaba a la vez que el chico mayor le contase lo que hacía con las chicas que salía. Mientras los celos casi lo consumían, no había nada tampoco que le hiciese correrse mas rápido que fantasear más tarde en la noche, bajo las mantas, —Que él era la chica que Bright acababa de corromper— en el asiento trasero de su Camaro negro.

El chico mayor siempre reía de cómo se ruborizada y avergonzaba a su amigo virgen y se reía de él y lo vacilaba de cómo encontraría a la persona perfecta algún día.

Bright no se daba cuenta de cuán  cerca estaba ya la —Persona perfecta— de Win.

Era una tortura y un embeleso al mismo tiempo, porque incluso aunque Bright se acostase con todas esas chicas, era siempre la casa de Win a la que volvía para dormir, deslizándose por la ventana de Win acostándose a su lado en la cama y hablando con él incluso cuando estaba medio dormido, contándole cosas que nunca contaría a ninguna de esas chicas.

Win sabía que Bright era más él mismo con él de lo que nunca sería con nadie más.

Así que al menos tenia eso para soportarlo...eso, y el esbelto dildo violeta que había comprado,
Joder, ¿Esta era realmente su vida?— Por segunda vez en el día Win extendió sus piernas y deslizó el vibrador profundamente dentro de sí. No necesitaba ningún preámbulo porqué estaba todavía lubricado y abierto de antes.

Los sábados, mientras Bright estaba practicando deportes con sus amigos del fútbol, Win podía casi literalmente pasar todo el día así, —Fantaseando—  sobre él atractivo atleta y simplemente provocando en su próstata un orgasmo tras otro. Así para cuando llegará Bright y se desnudara enfrenté de él para tomar un baño, no  hubiera problema alguno, —Aunque siempre terminaba fallando—

No necesitaba de una mano en su pene para correrse, realmente nunca le había hecho falta, todavía recordaba la primera vez que había hecho esto, sintió como si estuviera intentando abrir un agujero, fue un mes después de que Bright perdiese la virginidad con Pam. Win recordaba su nombre cuando Bright probablemente no lo hacía, porque nunca olvidaría la ira que inspiró en el. Bright se había deslizado a través de la ventana justo después de dejarla.

Lleno de asombro y triunfo masculino y euforia, le había contado a Win todo con lujo de detalles, todo en lo que Win le había sido posible pensar durante semanas después era en lo que podía haber sentido al tener la polla de Bright en su interior. Se obsesionó con la idea de ser follado por su amigo y de repente sus dedos simplemente ya no eran suficientes, sus dedos cortos y esbeltos eran tristemente inadecuados comparadas con el monstruo que Win sabía que vivía entre las piernas de Bright.

MI MEJOR AMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora