Capítulo 1: La reencarnación de LuciferEra mi primer día de clases en la universidad, lo cierto es que un poco más y me quedo dormido. Ayer llegué por primera vez a lo que sería mi residencia durante cuatro años y estuve recolocando las cosas un poco, hasta que me quedé dormido, y no puse la alarma y por milagros de la vida o por una pesadilla de mierda, me he levantado con el tiempo justo para llegar a ella. Me fijo en la cama de al lado y sigue sin haber nada ¿Quizás no la han ocupado?. Sacudo la cabeza, cojo la mochila y salgo corriendo hacía la uni que esta literalmente a cinco minutos de la residencia.
No me ubico ni de coña, no sé donde estás las clases, no sé ni que clase es la mía, ya voy con suficiente retraso como para no saberme ubicar. No sabía que esta universidad fuese tan grande joder, es un puñetero palacio, ni indicaciones ni nada, esto es peor que perderse en un puto laberinto.
De golpe y porrazo me encuentro en el suelo con la mochila en el otro lado y un par de libros que llevaba en la mano también en el suelo.
-Mira por donde vas, gilipollas.- me dice una voz grave procedente de un chico de pelo negro y bastante alto, y con una espalda ancha, solo he podido ver su espalda.
-Tú si que eres gilipollas.- le digo de vuelta sin saber donde he encontrado el valor para decírselo, y es ahí cuando él se gira y yo me arrepiento hasta de haber nacido.
Por unos segundos me quedo parado, es guapísimo por no decir otra cosa, tiene unos ojos azules claros como el agua, el pelo negro medianamente largo, unos toques de tatuajes que le sale del cuello de la sudadera negra, y en las manos unos anillos que hacen que potencie esas grandes manos. Porqué sigo en el suelo, si no estoy seguro que me hubiese caído de nuevo.
-¿Perdón?.- pregunta perplejo y mirándome desde arriba como si yo fuese una cucaracha, a lo que me levanto para estar más o menos a su altura, y me sorprendo cuando él solo me saca unos tres dedos.
-Perdonado estás.- joder, me estaba buscando la ruina
-¿Puedes repetir lo que acabas de decir?.- me pregunta aún incrédulo mirándome a los ojos directamente mientras me estrella contra una pared. Me he dado cuenta de que tiene unos labios bastante bien proporcionados, si es verdad que tiene un poco más de labio inferior, pero dios mío son muy apetecibles. Al igual que tiene una pequeña barba creciente de al igual unos dos o tres días sin afeitarse, y dios mío, estoy babeando mentalmente.
-Creo que lo has escuchado perfectamente, no tengo porque repetirte nada.- le digo con toda la serenidad del mundo aunque por dentro este como un puto flan.
- ¿A quién has llamado gilipollas tú?.- pregunta con la palma de la mano apoyada en la pared y la otra echa un puño, virgen santa, voy a ir con un bonito morado en la cara, que bonito recuerdo...
- A mi abuela desde el inframundo desde luego que no.- me estoy buscando que me corten la cabeza, si al final el gilipollas voy a ser yo.
Temo ya por mi vida, cuando de repente veo que lo estira un chico más o menos de su edad, rubio y con unos ojos marrones bastante grandes, y con tatuajes en los brazos
-Venga vámonos Thiago, no esta bien esta mierda y lo sabes.- escuche que dice el chico. Lo ha llamado Thiago...dios hasta el nombre tiene bonito, que injusta es la vida.
Veo cómo me echa una última mirada de odio y se va junto con él. Y lo que sucede después es lo que me deja más parado, estaban andando y a pocos metros de mi de repente Thiago empieza a darle puñetazos a la pared y a arremeter con todo sin importarle nada, sin importarle tampoco el dolor que eso le pueda estar causando, lo que me deja realmente parado, y sin poder moverme. El que supongo que es su amigo, se gira hacía mi, y me da una pequeña sonrisa compasiva, a lo que yo no puedo ni responderle porque estoy parado. Se ha ido sangrando, y no le ha importado nada.
Decido que ya es suficiente el tiempo que he perdido, y empezando otra vez a ser Dora la Exploradora en busca de la puta clase. Al cabe de unos pocos minutos la encuentro, pico a la puerta, y me encuentro con un hombre con camisa de manga larga, pelo corto castaño, ojos marrones y encima unas gafas.
-Llegas tarde.- me dice con asco, bueno ya se que con este profe no se puede llegar tarde.
-Lo sé, perdona, es que es mi primera vez aquí y aún no me ubico donde están las clases.- le digo en modo de excusa, sin tener que decirle todo lo que ha pasado antes con un sujeto guapo pelinegro.
-Que no vuelva a ocurrir.- me dice autoritario
A lo que yo simplemente asiento y busco un sitio donde sentarme, la verdad es que no habían muchas personas, la mayoría eran chicas, y solo habían dos o tres chicos. Finalmente me senté al lado de una chica llamada Ava Stewart, bastante guapa la verdad, si no fuera porque me gustan los hombres hubiese intentado tener algo con ella sin duda, tenía el pelo castaño, los ojos azules y un pequeño piercing en la nariz.
La verdad que creo que es la primera amiga que hago estando aquí, empezaba su segundo año de carrera, lo único que nos toco juntos en esta asignatura, porque la había suspendido, y tuvo que volver al año siguiente a recuperarla. Gracias a ella me pude ubicar más o menos donde estaban las clases, sin ella estoy segurísimo que hubiese llegado tarde todos los días.
-Oye, te puedo hacer una pregunta.- inquiero yo así de la nada. Ella asiente mientras le da un mordisco a su manzana.- conoces a un tal Thiago o algo así?.- le pregunto curioso. Veo como el simple hecho de nombrar ese nombre ha hecho que casi se atragante con un trozo de manzana que tenía en la boca.
-¿Thiago Maxwell?.- inquiere, a lo que yo me encojo de hombros, sinceramente no tenía ni idea de que su apellido era Maxwell, pero porque todo le tiene que quedar tan bonito...
-Eh...no lo sé, solo he llegado a escuchar su nombre.- le digo mientras dejo la mochila en el suelo y nos sentamos en las mesas de la cafetería.- Es así como, con unos ojos azules oceánicos, es pelinegro, con tatuajes, con unos labios bastante bonitos, huele como a tabaco y a chicle de menta, es así bastante guapo...- a medida que voy nombrando voy viendo como va asintiendo con la cabeza levemente.
-No te acerques a él, es la reencarnación de Lucifer
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Aquí os traigo el primer capítulo y con el la introducción de varios personajes importantes.Espero que os guste tanto como a mi ha sido escribir el comienzo de todo
Ya sabéis si os ha gustado darle a la estrellita y si quereis comentar algo, los comentarios estan siempre abiertos
Besitos xx
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Thiago Maxwell
Teen FictionProblemas de ira e inestabilidad mental era una pequeña definición de lo que era Thiago Maxwell a sus 23 años, a parte de ser impulsivo y con un gran trastorno de deficit de atención e hiperactividad (TDAH), lo que le hizo repetir el último año de p...