Il mio amore, la mia Regina.

CAPITULO 7

Me desperté bastante nerviosa, hoy por fin vería a mi padre en persona después de tanto tiempo y además le presentaría a los hombres con los que estaba pensando en compartir mi vida.

-¿Cómo amaneciste mio caro? –me pregunto Caius mientras acariciaba mi cabello mientras nos encontrábamos aun en la cama

-Nerviosa y emocionada por partes iguales –dije sin poder evitar levantarme notando las muecas tanto de Caius como de Aro, se notaba que a ninguno le gustó la idea de que me separara de ellos- hay que estar listos, no quiero que papá le dé por pedir pizza

Comencé a moverme por toda la habitación buscando diferentes cosas en diferentes lugares, ellos solo me veían ir de un lado a otro mientras no dejaba de hablar de cómo era papá y de lo emocionada que estaba por poder verlo pues nunca nos habíamos separado tanto tiempo desde que había regresado.

Me vestí con unos jeans negros junto a un suéter rosado para cubrirme del frio junto a una bufanda y unos tenis para mayor comodidad, además de un pequeño bolso donde deje mi celular y billetera por si acaso. Cuando ya todos estábamos listos, más que todo yo ya que al ser ellos vampiros se organizaron rápidamente, partimos a casa de papá en coche y como siempre yo estaba en el medio de los dos, aun no podía dejar los nervios de lado así que mis manos temblaban ocasionalmente y no podía evitar morder de vez en cuando mis labios, ambos intentaban distraerme con sus caricias y besos pero estos a veces no eran suficiente y no evitaban que estuviera nerviosa.

Al llegar a casa de papá no pude más y salí corriendo del carro para dirigirme de forma apresurada a la puerta de la casa la cual sin tocar abrí y en cuanto vi la silueta de papá no dude ni un segundo en saltar a sus brazos los cuales me recibieron de inmediato y me apretó en un fuerte abrazo

-¡Papá! -grite emocionada en su oído, lo había extrañado a montones

-Mi princesa –dijo papá con emoción en su voz, se notaba que quería llorar de la felicidad o tal vez era el hecho de que conocía a mi padre como la palma de mi mano

-Te extrañe mucho mucho mucho –dije mientras restregaba mi cabeza en el hueco que había entre su cuello y hombro, era algo que hacía desde que era más pequeña y no había dejado el hábito de hacerlo pues infantil y todo no me importaba porque mi papá siempre será mi papá

-Yo mucho más mi princesa –dijo acariciando mi cabello con una mano- no puedo creer que este acá –me separe por fin de él para que papá pudiera inspeccionarme como siempre hacia cada vez que nos separábamos, comenzó por mi cara para luego revisar que no tuviera ningún daño en las parte visibles de mi cuerpo

-Estoy bien papá –rodee un poco mis ojos, la verdad no sabía cuál de los tres era peor, es que no me salí de un padre sobreprotector para entrar a una relación donde mis dos compañeros son igual o hasta peor

-Bueno, solo quería asegurarme de que todo estuviera en orden –dijo alzando las manos después de haber realizado su inspección- mejor dime, ¿Dónde están los hombres que quieren llevarse a mi bebe?

-Oh –dije un tanto preocupada, estaba tan emocionada por ver a mi papá que me olvide de que deje a mis dos compañeros atrás- vamos papá, te aseguro que te van a caer bien, los tres son igual de sobreprotectores –dije mientras jalaba la mano de mi papá con dirección a la puerta delantera

Cuando llegamos vi cómo tanto Aro como Caius estaban tomando todos los regalos que habíamos traído desde Volterra, que a decir verdad apenas note que eran tantos, sin embargo lo deje pasar por el momento. La verdad al ver lo encartados que estaban decidí acercarme a ayudarlos sin embargo ninguno de los dos me dejo ayudar lo que provoco una cara de aprecio en mi padre, hombres.